Y es que las lesiones y sanciones que han asolado a los blanquiazules durante las últimas semanas se han focalizado en el centro del campo y la defensa, una zona ya de por sí desguarnecida por la baja indefinida de Dani Suárez y la del propio Andy, comodín del técnico madrileño durante la pasada temporada en caso de contratiempos en el eje de la zaga.
Así las cosas, la Ponferradina recibirá al Tenerife con solo cuatro defensas disponibles, una circunstancia que Díaz no quiere que sirva como excusa: «Nunca me acuerdo de los que no están. Para jugar el partido tenemos recursos suficientes», asegura el míster, que eso sí, reconoce que pueden tener problemas en el caso de que se dé algo «anormal» que obligue a modificar el esquema inicial.
Con la escasez de efectivos, la principal duda del técnico en defensa es quién será el inquilino del lateral diestro, huérfano por la baja por sanción de Adán y las molestias de Seoane. Alan Baró y Camille son las dos opciones que baraja el técnico, a pesar de los problemas del francés en el partido del Carlos Belmonte. «Llevaba tiempo sin jugar ahí y es lógica que hubiera algunos desajustes, pero estuvo bastante correcto. No se le puede pedir más en un puesto que no es el suyo».
‘Overbooking’ en ataque
Los problemas para alinear una defensa de garantías contrastan con la variedad de alternativas en ataque, donde Díaz cuenta con todo su arsenal al completo. «Está bien que estén todos. Berrocal y Luka están metiendo goles, Yuri siempre marca, Jebor trabaja... No pueden jugar los cuatro, pero para entrenar y equivocarnos lo menos posible al plantear un partido nos viene bien», afirma el madrileño, que también cuenta con una amplia variedad de posibilidades en las bandas. «Khomchenovskyy cada vez está mejor, el ‘problema’ que tenemos es que Caiado anda bien, el rendimiento de Acorán es sabido por todos, Álvaro nos da cosas diferentes y Pablo también está muy bien ahora», señala.