Astorga enfila el camino hacia la salvación

La Eragudina no es un estadio más. La Eragudina es un lugar en el que si al vecino le apetece ponerse a podar un árbol y entre rama y rama aparece por encima de la tapia para ver qué están haciendo esos chicos de verde, pues lo hace. Porque en La Eragudina hay libertad para que ocurra casi de todo. Desde que se pongan los aspersores antes del partido con la lluvia amenazando hasta que tu central meta un golazo de falta por toda la escuadra digno de Cristiano o Bale. ¡Cómo no se va a salvar el Astorga jugando en La Eragudina!

Ayer los maragatos dieron otro paso más de gigante de cara a lograr la permanencia en la Segunda División B, y lo hicieron sin especular, yendo al partido desde el principio y siendo conscientes de que ganando en casa e intentando sumar algún punto fuera, el próximo año los verdes volverán a ser de bronce.

Eso sí, también echó una mano el rival, un Tropezón que hasta ahora era la bestia negra del Astorga pero que si nos tenemos que atener a la actuación de los cántabros ayer, bien tendrá merecida una plaza la próxima temporada en la Tercera División.

Volvió a contar de nuevo Pepe Calvo con su once de gala (aunque con él en la grada cumpliendo su penúltimo partido de sanción) con la excepción de Lago, al que cubrió a la perfección un Diego Zamora muy serio.

El 2-0 al descanso dejaba el partido encarrilado, algo que Bandera confirmó con un gol al iniciarse la segunda mitad El caso es que los maragatos salieron a tomar el control del partido desde el primer minuto, con Taranilla manejando el centro del campo a su antojo y Porfirio de guardaespaldas dándole vía libre para hacerlo. Eso sí, curiosamente la primera ocasión del partido la tuvo el Tropezón y como no podía ser de otra forma fue a balón parado. Esa fue la única forma que tuvieron los taniegos casi durante todo el partido de inquietar la portería de Javi, que volvió a ser un seguro de vida en cada salida y cada intervención. A los de Lolo Herrera les quemaba el balón en los pies y nada más que lo tenían el acto instintivo era el de mandarlo lo más lejos posible.

El Astorga siguió a lo suyo siendo consciente de que antes o después llegaría el gol teniendo en cuenta el número de ocasiones que generaban. Avisó Diego, al que las vacaciones forzadas al cumplir dos partidos de sanción le han sentado fenomenal, recuperando esa chispa que parecía había perdido. Lo hizo después Porfirio, que remató absolutamente solo un córner que Andoni se encontró, casi igual que otro disparo de Ivi Vales.

Al final, el cántaro terminó por romperse como era de esperar, y lo hizo en una acción de absoluta genialidad. Un golpe franco en el pico derecho del área sirvió para que, cuando todo el mundo esperaba el centro, Víctor decidiese que era una idea mucho mejor ponerla en la escuadra por fuera de la barrera. Un gol que era un ‘deja vu’ para Andoni, que encajó en esa misma portería defendiendo la camiseta del Laredo el gol que le sirvió a los maragatos para lograr el ascenso el pasado mes de junio.

Con la lata ya abierta, parecía que a poco que el Tropezón buscase con algo más de ahinco el empate, la goleada podría ser más que abultada. Pero contra todo pronóstico eso no ocurrió.

Iñaki por un lado y Estrada por otro se volvían locos intentando contener las llegadas de los verdes, lo que tampoco nadie esperaba era que la zaga cántabra le regalase el segundo. Luis Alberto e Iñaki no se ponían de acuerdo a la hora de despejar un balón y dejaban el balón franco en el área pequeña para que Ivi Vales le regalase a David Bandera el gol, que solo tuvo que empujar a puerta vacía para materializarlo y dejar el partido, por lo visto al rival, casi visto para sentencia.

Con Uña cerca de marcar el tercero a la salida de un córner se llegó al descanso con la obligación de Lolo Herrera de darle la vuelta al partido si quería mantener una mínima opción de disputarlo. Señaló el taniego a Juan Fresno y Primo, que ya no saltarían en la segunda mitad dejando su lugar en el campo a Nacho y Fernando, dos defensas que al menos permitían a Iñaki volver a su posición natural y buscar el ataque.

Roberto Puente volvió a pisar La Eragudina en partido oficial disfrutando de minutos y de buen estado de forma Y aunque se tratara de un espejismo, sí que apretó un poco más el Tropezón a la salida de los segundos 45 minutos, eso sí, sin excesivo peligro y siempre estrellándose con una zaga que Víctor y Uña ya han declarado como suya.

Sin embargo, poco duraron esos momentos de tensión en la parroquia local y es que una gran jugada de Diego por banda derecha sirvió para que éste le cediera el balón a Bandera, que llegando desde atrás batía a Andoni y sumaba el segundo de su cuenta particular poniendo un 3-0 en el marcador que finiquitaba el partido.

Faltaba aún más de media hora por jugar, pero el pescado estaba ya más que vendido. Lolo Herrera metió a Vitali con el objetivo de cazar algún balón por alto que le diese al Tropezón al menos la licencia de soñar pero los de amarillo no inquietaron lo más mínimo a Javi.

Hubo tiempo por tanto para que la afición se volcase con Roberto Puente en una situación perfecta para que el delantero berciano fuera cogiendo ritmo de competición entrando en el campo por un Borjas que no encontró el gol pero fue un día más todo un quebradero de cabeza para la defensa rival.

Cerca estuvo Puente de volver por todo lo alto, pero un balón suelto tras una buena jugada de Ivi Vales fue atrapado finalmente por Andoni. Asier tuvo la opción de redondear el marcador pero unos, víctimas de la evidencia y otros, más que satisfechos con el resultado, firmaron el final.

Una victoria que permite al Astorga seguir enfilando la luz al final del túnel y es que aún con 8 jornadas por jugarse los maragatos continúan distanciándose de rivales directos confiando siempre en que La Eragudina marque el paso.