Con la derrota abultada de siempre, pero dejando la imagen que debe exigirse al Abanca Ademar se saldó la eliminación de los leoneses a manos del FC Barcelona en las semifinales de la Copa del Rey.Y es que el resultado, con nueve goles de diferencia (39-30), no hace justicia al buen partido de los leoneses, que estuvieron 50 minutos en partido, puesto que caían 33-28 en ese momento del choque, y durante toda la primera parte trataron de tú a tú a un conjunto blaugrana con el que iban empatados (14-14) al filo del descanso.
Si en la Copa Asobal habían sido barridos de salida dejando una pésima sensación, esta vez el Ademar dejó el ‘correcalles’ que contra el Barça supone un suicidio, pausó el ritmo y con eso, las paradas de un inconmensurable Saeid y los goles y asistencias de un sensacional Deividas Virbauskas, llegó a hacer soñar con el milagro a su afición.
Y lo hizo con autogestión, puesto que Juan Castro fue quien ejerció de jugador entrenador durante 50 minutos. No estaba el segundo, Luis Puertas, que se encontraba en el Intersector con los juveniles, y Manolo Cadenas fue expulsado a los 10 minutos con roja directa, con empate (6-6) en el marcador, dejando descabezado un equipo que supo rendir a la perfección teniendo que tomar desde la pista las decisiones.
Las paradas de Saeid y un imparable Deividas lideran a un Ademar que se estrelló, una vez más, contra Gonzalo Con Deividas asumiendo todo el protagonismo había llegado el Ademar a ese momento de encuentro igualado, puesto que en ese 6-6 el lituano había participado en todos los goles, con dos tantos, tres asistencias y un robo que propiciaba un contraataque.
Y cuando las airadas protestas reclamando una exclusión del entrenador le dejaron fuera del encuentro, el Ademar no sólo no se vino abajo sino que mostró su mejor versión. Así, tras igualar esa inferioridad inicial, empezaron a coger la delantera en el marcador mientras los porteros se exhibían, pues Saeid tenía uno de esos días donde se hace gigante y Gonzalo otro de esos que para él son habituales, deteniendo penaltis y varios lanzamientos claros en 6 metros.
Evitó el meta blaugrana que el Ademar ganara de más de un gol, siendo su última ventaja el 9-10, pero reaccionando al primer intento de escapada blaugrana (14-11) con un parcial de 0-3 con el que devolvía la igualada al marcador, poniéndolo empate por última vez en el minuto 24 y obligando a pedir tiempo muerto a Antonio Carlos Ortega.
Ahí empezó a esfumarse el milagro.Luka Cindric demostró por qué es uno de los mejores del mundo, se echó al equipo a sus espaldas y lideró un parcial de 4-0 que ponía cuatro arriba a un Barcelona que finalmente se iba 19-16 al tiempo de descanso.
El Ademar ganó por última vez con el 9-10 y, tras el 14-14, recibió un 4-0 y nunca volvió a estar ya a menos de tres Se antojaba vital otra buena salida para seguir soñando, porque cuando el Barcelona te coge una renta remontarle es prácticamente imposible. Pero esta vez no llegó. Si Milosavljevic se había tenido que quedar directamente en León, ahí entraba por primera vez en partido un enfermo David Fernández,pero acabó siendo contraproducente pues encadenó errores, y con Makuc y Wanne pudiendo correr los leoneses encajaban un 5-1 con el que se ponían con siete goles de desventaja (24-17).
Bajar los brazos o volverse loco hubiera provocado una goleada de escándalo, pero el Ademar no lo hizo. El tiempo muerto de Castro con 26-19 sirvió para calmar los ánimos y recuperar el ritmo y las ideas que le habían llevado a plantar cara al Barça, iniciándose un intercambio de goles con Antonio ganando protagonismo, existiendo en él incluso dos buenas definiciones consecutivas seguidas de Tiago en el pivote y dejando grandes minutos tras varias semanas lesionado un Kim que con su velocidad abría huecos en la defensa.
Con un parcial de 5-1 tras el descanso el Barça se fue de 7 y con un 4-0, estando 33-28 a falta de 10’, sentenció Y así, tras un gol de un una vez más muy sólido Santista, el Ademar se colocaba a cinco (33-28) a diez para el final. ¿Difícil? Muchísimo, estando enfrente el Barça. ¿Imposible? Ni mucho menos, pues es una distancia que te permite pensar en remontar si logras enganchar un buen parcial... que llegó pero para el lado contrario.
Con tres goles del canterano Marti Soler el Barcelona logró un 4-0 que le llevaba a colocarse por primera vez con los nueve goles de renta (37-28) con los que acabaría el partido, dejando claro que no iba a ser el día en el que derribara el muro un Ademar que acababa premiando con minutos al final al canterano Miñambres, que incluso hacía el gol que cerraba el encuentro.
La aventura copera que había muerto el día del sorteo celebraba su funeral. La última vía a Europa se le escapaba definitivamente al Ademar.