El Campeón de Campeones, la cita a la que solo acuden aquellos que han ganado algún corro a lo largo de la temporada, es como cerrar el año con una ráfaga, con un nombre, un instante. Ayer era el día. Y el nombre (uno por cada categoría)era el de los dos luchadores que cuando todo había finalizado seguían en el pabellón haciéndose fotos con los suyos y los trofeos.
Los nombres fueron los de los Supercampeones, ese titulo que disputan los que han quedado vencedores en cada categoría para que tan solo uno permanezca en el centro como vencedor absoluto, recordando la vieja historia de que pueden gritar al viento lo de ¿Hay quién luche?. Los nombres fueron los de Beatriz Riaño, Bea La Pelirroja de Oro de Cistierna, en categoría femenina; y Rodrigo Fuentes, La Perla de Cistierna, en masculina. Como se ve, los dos de Cistierna, fue pues una tarde más de ‘La Fabricona’, con dos de sus perlas.
Los dos son dos tipos singulares. Bea es la campeona de liga de ligeros y ayer derrotó, como hiciera en el Provincial, a la de pesados. Con sus armas de buena lucha y esa sonrisa final de niña despistada y estudiosa, que las dos cosas es esta futura médico. En todos los corros deja combates para el recuerdo, ayer fue uno con Priscila (otra grande) y la final con Lucía López--Dóriga, a la que dio la lucha y la raza que se necesita para vencerla.
Lo de Rodri se explica rápido. La Perla si está en modo Perla es una perla; lucha en estado puro, capaz de todo, de darle la vuelta una caída sin que el espectador note cómo, se lo hizo ayer a Tomasuco, de cambiar la cadera como nadie o sacar una cadrilada pura como le hizo a Adri en la final. Pero no siempre está, ayer sí, por eso él mismo decía: "Algún día tenía que ser, que tenga suerte". No es suerte, luchador, a eso se le llama lucha.