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Ante un equipo situado en mitad de la tabla y que estaba sin su máximo goleador, el leonés Mario López, el conjunto ademarista cayó 34-29, confirmando la regresión a su peor imagen de inicio de temporada y haciendo saltar todas las alarmas dado lo exigente del calendario que viene por delante con Chekhovskie y Huesca en los cinco próximos días.
La defensa y la portería naufragaron de nuevo y en ataque sólo los extremos y Natan rindieron a buen nivel Los sueños vuelven a ser pesadillas para el conjunto leonés, que repitió errores y carencias. Una, que ni en los peores momentos de la primera vuelta había pasado, el de la falta de aportación de la portería, con Khalifa sin parar un balón y Slavic muy discreto. Otro, el que fue la gran condena y parecía haberse corregido, el del agujero gigante en defensa, donde el Ademar volvió a naufragar, permitiendo múltiples tiros claros al rival. Y por último, los momentos deatasco en un ataque que, cuando estás a un nivel tan bajo atrás, no te permite apagones si quieres puntuar, y donde esta vez sólo los extremos (incluido un Antonio Martínez que cuajó quizá su mejor actuación con el primer equipo del Ademar) y por momentos Natan, que pudo jugar de salida pese a sus problemas en la rodilla, respondieron, pues Marchán estuvo muy lejos de su mejor versión, Lucin tardó mucho en despertar y Feuchtman, Semedo o Pedro nunca llegaron a hacerlo.
¿La consecuencia? Que el Ademar sólo mandaría en el prometedor y a la postre engañoso arranque de partido, en el que los leoneses llegaron a estar dos arriba en varias ocasiones, la última con el 3-5 al que le siguió un parcial de 4-0 que permitió coger la delantera a un Benidorm que ya nunca más la perdió.
De cinco (13-8) llegó a ser la máxima diferencia en una primera parte que finalizaba con los locales cuatro arriba y habiendo marcado 17 goles, y que aunque pareciera imposible fue aún a peor tras el paso por vestuarios.
El mejor resumen del arranque es que, al minuto y medio de segunda parte, Cadenas ya había pedido un tiempo muerto, puesto que la diferencia se había idoa los seis tantos que serían la máxima diferencia y que se mantenían con el 21-15 del minuto 8.
El Ademar se puso hasta 3 veces a dos en la recta final, pero en todas ellas encajó gol en el ataque siguiente Ahí, a la postre demasiado tarde, comenzaría la reacción leonesa, que recurría al ataque siete contra seis pero realmente como reducía distancias era con los contraataques que le colocaban a sólo tres (22-19) cuando el segundo acto todavía estaba en su ecuador.
El choque estaba a tiro, pero la falta de consistencia atrás impedía a los de Cadenas rematar la faena, y el Benidorm llegaba a volver a irse de cinco (26-21) y entraba cuatro arriba (28-24) a los ocho últimos minutos, momento en el que quemó su última bala el Ademar.
Hasta en tres ocasiones llegó a ponerse a dos el equipo leonés, pero nunca tuvo ni la opción de colocarse a uno. Porque al 28-26 de Gonzalo le siguió un tanto de Borja Méndez. Al 29-27 de Marchán, otro de Gonzalo Porras tras coger el rechace de un palo de Feuchtmann. Y al 30-28 de Lucin, un ‘latigazo’ de Rivero que iniciaba un parcial de 3-0 con el que el Benidorm sentenciaba e incluso acababa llegándose el golaveraje general.
Sin duda un día para olvidar y con mucho para mejorar.