Durante 45 minutos, el Abanca Ademar trató de tú a tú al Bidasoa, pero hubo 15 en los que fue muy inferior y eso en una pista como Artaleku suele llevarte a la derrota.
Llegó dos veces tarde al partido la escuadra leonesa, que arrancó de forma pésima las dos partes, provocando que fuera siempre a remolque de un conjunto irundarra a quien llegaron a remontar la primera vez pero al que no lograron volver a acechar tras la segunda, acabando por caer 33-29 en una derrota que le deja a seis puntos de una cuarta plaza que pasa a estar ya igual de lejana que el acceso directo a Europa.
Desaprovechó el Ademar la oportunidad de meterse de lleno en la pelea por ella víctima de nuevo de esa irregularidad que le lleva acompañando durante toda la temporada, en especial en un apartado defensivo donde son espejismos los tramos donde logran alcanzar la solidez mínimamente exigible.
Tras estar 5 abajo, el Ademar se puso por delante con un 1-6 y llegó a estar 2 arriba al encajar 5 goles en 19 minutos Que a los 10 minutos de partido el Bidasoa te hubiese metido ya siete goles, fueras cinco abajo (7-2) y hubieses gastado ya dos tiempos muertos, deja claro cómo fue el inicio. Que tras rehacerse con brillantez de eso, llegando a ponerte incluso dos arriba (12-14) y yéndote empate al descanso (14-14), en cinco minutos te hagan cinco goles y agotes ya tus tiempos, evidencia que has vuelto a tropezar de nuevo en la misma piedra, esta vez sin capacidad para levantarte.
Se estrelló el Ademar en la primera parte contra el meta Mehdi, que después bajó porcentajes pero durante muchos minutos sujetó a su equipo, y se mostró incapaz de parar a Azkue y Salinas, que eran duda tras su lesión y volvieron a lo grande, con nueve y siete goles respectivamente, que unidos a los seis de Asier Nieto convirtieron en una ‘pesadilla’ para el Ademar la defensa de una primera línea que le castigó una y otra vez sin que lo impidiera ni un 6-0 demasiado hundido ni un 5-1 que también probó sin éxito Cadenas.
En el minuto 35 al Ademar ya no le quedaban tiempos y caía de 4. La diferencia ya nunca bajó de los tres goles Sin embargo, llegó a haber momentos para creer. Tras ese 7-2 que invitaba a pensar en un severo rapapolvo, el Ademar se levantó de la mano de Deividas Virbauskas, capaz de lo mejor y de lo peor pero que desequilibra partidos cuando enlaza varias acciones positivas, empatando pronto (8-8) tras un parcial de 1-6 y llegando a ponerse por delante por primera vez (la salida ya había sido con un 3-0) con el 9-10 que marcaba un Juan Castro que tuvo más fallos en el lanzamiento de lo habitual, pero que incluso en un día gris sigue siendo de lo mejor de los leoneses.
Fueron los mejores minutos defensivos de un Ademar que, apoyado en las grandes intervenciones bajo palos de Saeid, encajaba únicamente cinco goles en 19 minutos, pero que cometía una pérdida en un último ataque que debería haber puesto punto y final al primer tiempo con el balón en poder leonés, pero que acababa provocando una contra con la que el Bidasoa ponía el 14-14.
Llegó entonces ese nuevo parcial, en el que los lanzadores ademaristas se volvieron a chocar con Mehdi y Bidasoa se puso otra vez cuatro arriba (19-15) y de ahí al final la diferencia ya nunca volvió a estar por debajo de los tres.
Desapareció atrás el Ademar, encajando la friolera de 19 goles en ese segundo acto, combinándose la debilidad defensiva con el bajón de una portería donde Cadenas sentó a Saeid muy pronto pese a su gran primera parte, Panos no tocó un balón y cuando el iraní volvió tampoco pudo volver a dar el nivel mostrado antes de sentarse.
Sin embargo, hubo un momento clave que pudo haber cambiado el partido cuando el Ademar estaba todavía en él por Santista. Es el brasileño el jugador del que más depende junto a Castro el equipo leonés, porque su relevo en el pivote Tiago no da el nivel y porque nadie más aporta la intensidad que él da atrás, pero es que ayer estuvo excepcional en ataque, con ocho goles en ocho tiros.
Con el 23-20 Ademar perdió una doble superioridad y con el 29-26 a falta de 9’ encajó un parcial de 4-1 que sentenció Y tras uno de ellos, que ponía el 23-20, el portero le golpeaba al sacar, era excluido y en las protestas el técnico Jacobo Cuétara veía la tarjeta azul y dejaba a su equipo durante dos minutos con dos menos. Era el momento de remontar, pero de hecho el Ademar perdió esa doble inferioridad en la que encajó dos goles y que acabó espoleando a los locales y su público, recuperando tras ella Bidasoa la que había sido su máxima ventaja de cinco (26-21).
Llegó a ponerse no obstante otra vez a tres (29-26) Ademar a falta de nueve minutos, en su última bala para meterse en el partido. Se le atascó en la recámara y lo que llegó ahí fue la sentencia del Bidasoa. Marcó Asier Nieto, falló un de nuevo desacertado David y también Castro, marcaron dos goles Azkue y otro Asier Nieto con un único tanto de Santista por el medio, y la consecuencia fue un parcial de 4-1 que colocó a Bidasoa con 6 (33-27) insalvables goles de renta.