La primera de las dos etapas de La Vuelta que transcurren por la comarca berciana terminó con un gran sabor de boca para los aficionados.
Un recorrido que desde su entrada a la comarca por Quintela hasta la línea de meta en el Puerto de Ancares contó en todo momento con aficionados apoyando a los grandes nombres de La Vuelta 2024. En Roglic, Van Aert, Enric Mas u O’Connor estaban puestas todas la miradas, tanto de los más pequeños como de los veteranos.
El nivel de aficionados fue creciendo con el paso del recorrido y fue a la altura de los 55 km para la línea de meta, cuando realmente los bercianos aparecieron animando a los protagonistas de la competición. El primer gran ‘pelotón’ de gente se pudo ver a la altura de Columbrianos, una vez los ciclistas abandonaron la Nacional VI, desde ese momento y subiendo por todos los pueblos hasta los Ancares las banderas bercianas, las camisetas de la Deportiva y la gente fue en aumento hasta llegar a la meta donde, como no, la expectación era máxima y fue Michael Woods el primero en saborear la línea de meta.
Los aficionados esperaron inquietos en Cabañas y Cortiguera donde se pudieron ver a los primeros grandes grupos y con las primeras banderas bercianas animando a los ciclistas.
Lo duro comenzó con la subida en Vega de Espinareda donde la carrera se rompió con cuatro nombres y ahí los aficionados pudieron disfrutar de una pelea en plena subida.
Los puntos más destacados de la etapa fueron, por un lado Candín donde la gente esperó a los ciclistas en una gran masa y donde se pudieron ver no solo banderas bercianas, sino portuguesas, colombianas, mexicanas uruguayas y hasta alguna de León. Destacar un gran apoyo belga antes de llegar a Candín con una gran exposición de banderas del país europeo.
Muchas banderas bercianas y aficionados en puntos clave de la carrera, especialmente en Candín y Tejedo de Ancares
Sin embargo, Tejedo de Ancares se llevó al gato al agua acumulando gente cerca del mural que el pueblo creó para La Vuelta, sin duda, fue uno de los tramos que más aficionados dejó, sin contar con la llegada, y donde más ruido se escuchó. Además era un tramo de mucha montaña.
El final de la etapa estuvo marcado por pequeñas gotas de agua que podían haber complicado aún más la subida, pero fueron leves y no fueron más allá. Los centenares de aficionados que se colocaron en los kilómetros finales de la carrera, muchos de ellos acompañados de sus inseparables bicicletas vestidos iguales que sus ídolos, animaron en los últimos coletazos de la carrera y destacando el gran número de banderas bercianas y españolas.
Ahora se espera con aún más ganas la 14º etapa con salida en Villafranca en el fin de La Vuelta por el Bierzo. Un recorrido que comenzará y terminará en la provincia de León, pero que tendrá un paso de cerca de 2 horas (si se cumplen los plazos) por el Principado de Asturias.
