Así destacaba el técnico de la Ponferradina, Jon Pérez Bolo, el papel de la afición en el reencuentro con el triunfo de los bercianos, destacando que «llevábamos mucho tiempo buscándolo y lo necesitábamos», y reconociendo que el afortunado 1-0 de Espiau, del que señalaba que «algún día la suerte nos tenía que sonreír nosotros», había sido «un factor importante para quitarte esa presión y hacer las cosas bien. Después del susto con el que empezamos, marcar nos ha tranquilizado y hecho tener muy buenos minutos, sin correr o salir tanto a la contra como otras veces, pero con más posesiones».
«Si hubiera sido una final Copete y Ríos Reina habrían estado. Esperemos contar con ellos en Fuenlabrada» Y es que el preparador berciano se quedaba especialmente con cómo se habían «defendido con balón. Muchas veces al ir por delante, quieres ir muy rápido a hacer gol y corres el riesgo de perderlo y dar opción al rival. Esta vez entendimos bien la situación, tuvimos la paciencia de encontrar los espacios para generar ocasiones y de una jugada en que tuvimos esa calma vino el segundo gol de Naranjo».
«La primera parte estaba siendo muy igualada y el inicio de la segundafue muy bueno. No podíamos perder el premio que ya teníamos y entramos muy bien, con dos grandes goles, momentos de gran juego y no volviéndonos locos ante un buen equipo que sabe a lo que juega y al que no dejamos correr ni rematar en estrategia», añadía un Bolo que resaltaba que «no miramos más allá del partido de Fuenlabrada».
Por último, sobre la vuelta de jugadores como Agus Medina y Enrich, reconocía que «cuantos más efectivos tengamos más soluciones podemos buscar», ponía calma sobre un Ojeda que se retiró cojeando pero «fue sólo por el cansancio» y apuntaba sobre Copete y Ríos Reina que «si hubiera sido una final habrían estado en la convocatoria, esperamos que su evolución siga igual de bien y en Fuenlabrada puedan estar».