A principios de septiembre, el jugador de la Deportiva Borja Fernández sufrió una rotura muscular en el aductor que dejó todavía más mermado el centro del campo del equipo tras la grave lesión de ligamento cruzado anterior de Nacho Castillo. La primera estimación de su periodo de baja era de un mes, aproximadamente, si bien tanto el club como el propio futbolista acordaron tomarse con calma su periodo de recuperación, pues ya venía sufriendo unas molestias en la misma zona desde semanas atrás que le impidieron ser titular en los primeros encuentros de liga.
Ahora, ya a principios de octubre, una nueva resonancia de revisión que se le ha practicado arroja un resultado optimista. La evolución avanza correctamente y el futbolista gallego podrá comenzar a realizar trabajo de campo en los próximos días. De hecho, a finales de la presente semana empezará a ejercitarse sobre el césped del Anexo Jesús Tartilán de manera individual, mientras que después del partido contra el filial del Celta ya podrá dar un paso más y unirse a sus compañeros progresivamente con ejercicios puntuales. A partir de ahí, sus sensaciones determinarán su fecha de vuelta.
El mediocentro procedente del Algeciras únicamente ha podido disputar 55 minutos entre las dos primeras jornadas. Desde entonces se ha perdido los partidos contra Unionistas, Andorra, Arenteiro y Osasuna Promesas, y tampoco llegará al del Celta Fortuna. La jornada 9 contra el Bilbao Athletic o la 10 ante el Barça Atlètic son las fechas marcadas en el calendario para su reaparición.
Aunque su vuelta a la dinámica del grupo sea una necesidad por la falta de efectivos, el plan siempre ha sido que recupere con tranquilidad para evitar recaídas futuras, aunque esto lo mantuviera más tiempo alejado de los terrenos de juego. Sin él, Markel Lozano ha sido el encargado de acompañar en el doble pivote al medio centro más fijo para Javi Rey, Vicente Esquerdo, siendo un casi inédito Marco Doué el único recambio disponible. Con Borja se abrirá nuevamente el abanico de posibilidades para un cuerpo técnico que considera que el vigués es un hombre clave.