Era una remontada de esas que cambian dinámicas y temporadas. De las que puedan acabar dando un giro de timón a una situación enormemente complicada y suponiendo el punto de inflexión que guíe hacia el éxito. Porque en el minuto 94 la Ponferradina, que perdía 2-1 en el 89, marcaba el 2-3 con el que se llevaba de la casa de un aspirante al ‘playoff’ de ascenso como el Burgos un triunfo que unido a la derrota del Racing le dejaba a tres puntos de la permanencia.Un ‘zapatazo’ tremendo de Erik Morán desde 30 metros, en el día de su reaparición, se colaba por la escuadra de Caro y llevaba al éxtasis a una plantilla que creía más que nunca, por el triunfo y porque el debut de Juanfran había cambiado la cara del equipo.
Pero entonces, cuando nadie pensaba que podía haber algo revisable, el VAR lo cambió todo. Porque en el inicio de la jugada, en la apertura a banda izquierda al sacar una falta lejana hacia Chakla, el africano estaba por milímetros en posición de fuera de juego, lo que anulaba el gol y echaba un jarro de agua fría a la esperanza berciana.
Un ‘zapatazo’ de Morán se colaba por la escuadra en el 95, pero había fuera de juego en el inicio de la jugada Con el 2-2 que sabe a muy poco con todo lo que tiene que remontar se acabó yendo de Burgos la Ponferradina, que llegó ganando al descanso gracias a un gol de Ojeda y tras una puesta en escena estupenda, llena de tiros a puerta propios y sin que generara nada el rival; vio cómo el Burgos le daba la vuelta al partido en 20 minutos aprovechando dos groseros fallos atrás que tuvieron como protagonista negativo a Amir; y se volcó en el tramo final, sin generar ocasiones antes de que en el 89 un centro de Ale Díez se lo metiera en propia Goldar al ir a despejarlo.
Todo eso dio de sí un partido en el que los primeros 45 minutos de los visitantes no podían haber sido mejores. La presencia de Ale Díez por el hasta ahora fijo Paris en el lateral y la apuesta por Amo de sorprendente mediocentro al no estar el sancionado Nwakali eran las principales novedades que dejaba el primer acto de Juanfran, que sobre todo pareció cambiar la ambición, intensidad y mentalidad de un equipo acostumbrado en las últimas semanas a vivir lejos del área y que en 25 minutos ya había disparado siete veces.
Era muy superior una Ponferradina sólida y que controlaba el partido, pero faltaba el gol. Probaba Dani Ojeda, sacaba Caro el tiro de Agus desde la frontal, se iba por milímetros el remate de Espiau tras un buen centro de Ale Díez.... y al final, a cinco minutos para irse a vestuarios, llegaba el merecido premio.
Un tiro con la puntera de Ojeda ponía el premio del 0-1 a la mejor primera parte en varios meses de la Deportiva Tras una conducción de Hugo Vallejo hacia el centro acababa conectando en la frontal con Ojeda que controlaba, y con la defensa muy pasiva y dejándole tiempo para pensar sin encimarle, sacaba un punterazo que entraba pegado al palo poniendo el 1-0 en el marcador.
La situación era ideal para volver a soñar. Pero, cuando estás ahí abajo, cualquier mazazo puede hundirte. Y a la Deportiva este le llegó recién iniciada la segunda mitad.
Se producía a los dos minutos de la reanudación el primer disparo del Burgos en el partido, de Curro dentro del área pero centrado a donde estaba Amir, que no sólo no blocaba sino que despejaba hacia el centro, donde Pablo Valcarce controlaba y Ale Díez llegaba tarde, resbalaba y le derribaba, cometiendo un penalti que otro ex de la Deportiva como Curro convertía tras engañar al meta iraní.
El Burgos empató de penalti tras un mal despeje de Amir y remontó a puerta vacía tras ‘salir a por uvas’ el portero Llegaron tras el gol los peores momentos de un conjunto blanquiazul asediado por el Burgos, que metió en el área a su rival y tuvo su mejor ocasión en una volea de Matos en el segundo palo que sacaba bien abajo Amir.
Sin embargo, cuando el agobio parecía cesar y el partido se nivelaba, llegó en el minuto 68 el segundo regalo. Salía sin sentido el portero a la frontal a por un balón en el que los dos centrales tenían ventaja sobre el atacante, despejaba horriblemente Chakla hacia el cielo y acercando el balón más a su área, y llegaba a cabecearlo Bermejo para darle la vuelta al partido y poner el 2-1 a puerta vacía.
Era una película de terror para una Ponferradina a la que no le quedaba otra que volcarse, aunque en cada pérdida de balón estuviera cerca la sentencia a la contra. Y al final, cuando un remate muy flojo de Pascanu tras un saque de banda colgado al área era la mejor ocasión de que habían dispuesto, se encontraban en el 89 el empate, cuando con Yuri en boca de gol para meter el centro desde la derecha, el defensa se anticipaba pero despejaba al fondo de su meta.
Era el inicio de esa locura total... que el VAR hizo que durara sólo un minuto.