El campo para quien lo trabaja y el de La Braña es de los que lo ara

Primera victoria de la temporada de Jesús Martínez, el veterano luchador de La Braña, junto a los habituales Roca, Tomasuco y Alvarado

28/07/2024
 Actualizado a 28/07/2024
Una difícil caída, una gocha desde el  suelo, entre dos jóvenes que vienen pegando muy fuerte;Carlos Mondelo, que ha regresado, y Sergio, que ya fue campeón en Cármenes. | ANTONIO
Una difícil caída, una gocha desde el suelo, entre dos jóvenes que vienen pegando muy fuerte;Carlos Mondelo, que ha regresado, y Sergio, que ya fue campeón en Cármenes. | ANTONIO

Cuando hace unos meses ganó en La Virgen del Camino su primer corro el veterano Jesús Martínez, de La  Braña, recibió la felicitación de todo el mundo, de rivales a árbitros y aficionados. Llevaba más de 20  finales, todas perdidas, y todos hablamos de que "la lucha pagaba su más vieja deuda" con un deportista ejemplar y también ejemplar paisano.

Tal vez aquella victoria le trasladó otro mensaje a Jesús: "Se puede". O el más viejo lema: "El campo para el que lo trabaja". Y Jesús se puso ‘a arar’. Sin desmayo. Hizo muchos kilómetros hasta el luchódromo en invierno. Se agarró muchas veces, escuchó muchos consejos, los procesó... y a la Liga. 

Llegó con ganas y en el primer corro se mancó. Volvió a la batalla y este sábado fue su día, en silencio, mientras los más jóvenes se abrían camino buscando su victoria. Florián y Sergio, los dos  primeros de la general, se temieron, empataron a cero y Flori se llevó el combate en el medio minuto de alargue con una mediana de póster, imposible de detener en su vuelo. Pero tampoco se lo puso fácil Mondelo a Jesús en la otra semifinal, que incluso se adelantó con una entera pero Jesús remontó.

Y se fueron a la final. El líder Florián y el ‘trabajador’: Jesús. El de La Braña sorprendió a todos, menos a su fe y a su monitor Nacho y no recibió ni media caída, con un tranque rápido y esperando ala contra solventó su tercera victoria. Flori le levantó, él miró tímidamente al cielo, como hace todo, casi en silencio, pues no olvida que hace dos temporadas dejó de competir para cuidar a su padre que, finalmente falleció.
- El campo para el que lo  trabaja, Jesús. 
- La verdad es que lo  trabajo. 

Y recogió cosecha. 

Mantenía un ilustre profesor de periodismo, Bernardino Martínez Hernando —mansillés y aficionado a la lucha— que las esquelas de los periódicos contienen mucha información y dedicaba varias clases a demostrarlo. Viene la cosa a cuento, con perdón de la comparación, que también al inscribirse y ‘cambiar’ de pueblo los luchadores dejan mucha información. Y así lo vimos este sábado. 

En Gradefes hay dos luchadores, los hermanos Riaño, que en este pueblo se apuntan por esta comarca: Bea por Gradefes(homenaje a su madre) y David por Nava de los Caballeros; otros tres de la Sobarriba (Alicia, Fer y Adri) y uno habitualmente de Marne, Gasi, que se apuntan por el cercano Valduvieco.  Es la llamada de la sangre, generalmente son los pueblos de esos abuelos que tantas veces les acompañaron o esas abuelas que les pidieron que no se "mancaran" al salir.  

Todos  dejaron huella. Después de la emotiva victoria de Jesús saltaron los luchadores de medios, ese carrusel de buenos combates y en ellos Gasi dejó huella. Un voleo a Pablo; un garabito y una media vuelta a Fer, cadriladas ‘de la casa’ pero... en la semifinal estaba La Roca y hasta ahí hemos llegado, el choque está asegurado y Valduvieco ya se dio por satisfecho, hay luchador. 

Por el otro carril iba David Riaño. Sabe que apuntarse por Nava de los Caballeros no es tema menor, la  tierra de Nano ‘El caballero de Nava de los Caballeros’. E hizo honor al maestro: Un voleo y un saque a vueltas ante Carlos el de Velilla los hubiera firmado Nano mientras El Pistolero Silencioso avanzaba hacia la final. En la que se metió. Con Moisés, claro. 

Tal vez la final esperada, pero arrancó de manera inesperada:un tranque en tan solo unos segundos puso por delante ‘al de Nava’. Pero La Roca tiró de  repertorio Roca. Bajó a David, le retorció, puso en marcha su ventilador de remolinos  de furia y así es imparable. Ylo fue.
- ¿En qué quedó  la llamada de la sangre?, me rebaten la teoría.
- En que por estas tierras Moisés se apunta por Santa Olaja de Eslonza , en las tierras de la Abadía, donde su abuelo Álvarez le llevó a ver los primeros corros de su vida.

La llamada de la sangre en semipesados la lleva el lider en su apodo: Tomasuco. Mandarle corros al cielo al abuelo Uco es casi una obsesión y no da ni una oportunidad; la pregunta de "¿cómo tumbarle?". Y, sin embargo, tiene entre otros rivales que tienen en su cinto la mejor lucha que se puede ver. Adri el de Villavente y Rodri, que ofrecieron unasemifinal  llena de lucha y estrategia, en la que curiosamente se produjo ese luchístico "donde las dan... las toman". Así, en el toma y daca habitual, después de una entera de  Adri se puede decir que Rodri ‘le cazó’ en el  momento preciso y segundos después Adri ‘le cazó’ en el  momento preciso. Pura lucha.  

¿Y con Tomasuco? Yo qué  sé. Ocurre que si no te fijas hasta parece fácil. Si te fijas es muy difícil lo que hace. A veces hasta parece que le llevan y también tiene una habilidad increíble —esotambién es técnica— para darle la vuelta.

Pedro Alvarado, que también lleva en su apellido la historia de la lucha en la Montaña, camina para ser otro Uco, cada día tiene menos ‘fallas’, incluso las solventa cuando hace de Kamikaze, le sobra potencia, cualidades, confianza... Por ello es de agradecer que un tipo como  Caberín se le plante en la final, no le regale nada, aunque tenga la deportividad suficiente para reconocer una caída suya. No le  llegó a dar las dos caídas en la  final, obligó a Pedro a contemporizar y esperar, le puso en aprietos... Un tipo que ya lo ha sido todo.  

 

Archivado en
Lo más leído