No habrá opción ni de pensar en el milagro frente al Barcelona. Las pérdidas de balón no dieron margen a soñar al Abanca Ademar con una ‘campanada’ copera y le dejaron fuera de la fase final de Antequera a las primeras de cambio, eliminado por un Cangas que se impuso por la mínima (33-32) tras un partido muy igualado y gracias a un gol de Jenilson sobre la bocina.Con caras nuevas, la de un Malasinskas que notó el mes de inactividad y la falta de compenetración con sus compañeros y compaginó buenas acciones con muchos errores, y la de un Leandro Semedo que volvió tras mes y medio lesionado y en ataque brilló siendo el más destacado mientras en defensa acabó haciendo aguas; pero con viejos errores, esos que le condenaron durante toda la primera vuelta: los numerosos balones regalados, la nula aportación de la portería y las facilidades a los atacantes del 6-0 defensivo.
Así se fraguó el KO en la Copa del Rey de un Ademar que llegó a ir tres arriba en la primera parte y fue de hecho mandando hasta los 10 minutos finales, pero que pecó de precipitación y errores muy evitables en ellos, poniéndose casi imposible un partido en el que cuando de forma milagrosa parecía poder forzar la prórroga se encontró con el tanto en la última acción que la evitaba.
Pese a tener dos excluidos y perder 32-30 a falta de dos minutos, Ademar puso las tablas a segundos para el final Porque la primera vez que el Cangas cogió dos goles de renta en todo el partido fue con el 31-29 a cuatro minutos para el final tras un tanto afortunado de Santi López, que acababa tirando solo tras tener los gallegos casi perdido el balón. Y la siguiente y última, tras un golazo en fly de Kim para Semedo, parecía definitiva, pues Jenilson no sólo marcaba desde el extremo el 32-30 sino que forzaba la exclusión de Jaime, la segunda en la misma jugada tras haber sido expulsado justo antes Virbauskas.
Con dos abajo, dos minutos para el final y dos jugadores menos, la eliminatoria se antojaba sentenciada, pero el Ademar sacó su raza. Un trallazo tremendo de Semedo, que podía haber sido acompañado de una exclusión perdonada al defensor, colocaba el 32-31. Defendiendo con cuatro, un Santista una vez más destacado le forzaba el ataque a Soliño. Y a falta de 31 segundos Kim, que sufrió en el cambio largo pero estando en el corto aportó más que nunca y desequilibró en ataque, encontraba con un pase en el aire a Casqueiro para que pusiera las tablas.
En la última acción Cangas encontró solo al extremo tras un error defensivo de Semedo y Jenilson no falló Pero quedaba un ataque y en 10 segundos tras un golpe franco el Cangas lo leyó a la perfección. Se equivocó gravemente Semedo saliendo a cortar la bola, obligó a salir a tapar a Casqueiro y circularon el balón hasta el extremo derecho, dejando un tiro claro a Jenilson. Desde esa posición ni Papantonopulos, que empezó el partido y no tocó balones, ni Bomastar, que apenas tuvo cinco minutos seguidos de inspiración, habían sido capaces de tocar ningún balón. Y tampoco sería el caso con ese, que el portugués metía en el fondo de la red para jolgorio del centenar de aficionados gallegos.
Cruel final para un partido donde el Ademar echó muchísimo de menos a Milosavljevic, líder indiscutible ahora mismo en defensa, y que fue baja al igual que Jozinovic. Y donde acabó quedando en nada esa buena primera mitad, en la que un Cangas donde aparecía por sorpresa con un papel protagonista Gayo solo mandaba con el 6-5 y el 7-6, y en medio del carrusel de pérdidas de ambos equipos los leoneses, liderados por Semedo y con Malasinskas dando otro aire a un ataque en el que de principio a fin hicieron muchísimo daño en el juego con el pivote, salían mejor parados, llegando a mandar por tres (11-14) y yéndose dos arriba al descanso (15-17).
Semedo brilló en ataque en su vuelta y Malasinskas tuvo un gris debut. Ademar echó mucho de menos a Milosavljevic Mantendría la ventaja el Ademar en el tramo inicial de la segunda parte, con un intercambio de tantos hasta que el Cangas igualaba mucho tiempo después el partido llegando a su ecuador (23-23), pero Kim devolvía la ventaja visitante con dos genialidades seguidas (23-25).
El partido estaba en un pañuelo y cada error se iba a pagar caro. Y ahí hubo varios de los leoneses de esos que, tras perder, te acuerdas más aún. Como una pérdida desde el suelo de Soljic tras haber recuperado un balón y yendo uno arriba a ocho minutos para el final. O dos ataques en los que, en una decisión difícil de explicar, Cadenas decidía atacar con siete jugadores, acabando ambos en pérdida y gol a puerta vacía, el segundo para poner por primera vez por delante al Cangas (29-28) desde la primera parte y a siete para la conclusión.
De ahí, tras la primera de las tres exclusiones que Ademar sufrió en los seis minutos finales y un tiro solo desde el extremo fallado por Jaime, se llegó al 31-29. Y al citado final.
El Ademar sólo se tomaba una ronda en Antequera. Al menos la suya, porque ahora toca mirar que el Granollers no falle este sábado para que el quinto de Asobal vaya a Europa... y luchar por alcanzar esa posición durante los dos próximos meses.