«Si echo la vista atrás nunca hubiese imaginado estar aquí, sobre todo después de Londres donde fui con un tobillo bastante jorobado y era muy difícil volver a la alta competición porque era una cirugía complicada», apuntaba la leonesa, reconociendo que «al final volví porque me encontré bien, pero la ilusión se me acabó y lo difícil de todo esto es mantenerla».
«En pelota optaré por una canción de Diana Navarro que es un guiño al cielo hacia mi hermano fallecido» Sin embargo, Carolina agradece que «cuando eso pasó, con la ayuda de todos los que me rodean, apareció la oportunidad de cumplir el objetivo de llegar a Río, que a mí me parecía una locura absoluta porque tenía 28 años y era prácticamente imposible que mi cuerpo aguantara a ese nivel manteniéndome en ésa forma física dos años más. Al final conseguí llegar en plena forma a ese Mundial clasificatorio, que parece fácil pero no lo era en una competición con unos intereses terribles, quizá fui la única gimnasta sin fallos gordos y eso dio pie a colocarme novena del mundo y estar aquí, a dos semanas de viajar a Río con todo el trabajo hecho y esperando que me acompañe la buena suerte para que el final sea espectacular».
Con respecto a los ejercicios que pondrá en práctica en los Juegos,Carolina hacía hincapié en que «cambiar ahora algún tipo de estilo o ejerciciosería muy arriesgado, nadie lo hace y no conviene, hay que asegurar los hechos»; y reconocía que optará «por músicas flamenco en aro y mazas; la de cinta tiene que ver con la serie de ‘El tiempo entre costuras’, es con piano, muy melódica y sentimental, llega a todo el mundo; y en pelota será una canción de Diana Navarro, que me hace pensar en mi hermano, que siempre dijo que iba a ser olímpica, así que hacer un guiño hacia el cielo y demostrarle que este ejercicio va dedicado a él puede ser bonito».
«El momento de competir en Río se me va a pasar volando, mucho tiempo de preparación y sacrificio finalizará ahí» «Son muchos años, muchos altibajos, empecé a entrenar en una iglesia y ahora lo hago en las mejores condiciones del mundo... Ves el fin, he pasado por muchas cosas pero ésto se acaba, el momento en el que salga a competir enRío va a ser efímero, se me va a pasar volando... es mucho tiempo de preparación y sacrificio que finaliza ahí», comentaba Carolina Rodríguez, que no obstante se mostraba «ambiciosa» con respecto a sus objetivos, apuntando que «vamos a intentar hacer un buen papel para pelear por la final, he sido ‘top ten’ mundial durante 10 años y por qué no serlo en los Juegos Olímpicos, a pesar de que ahí puede pasar cualquier cosa. Si soy ‘top ten’ significa final y a mí eso me sabe a medalla».
No obstante, pase lo que pase, Carolina espera «no estar nerviosa, porque el trabajo está hecho y este año he hecho entrenamientos de mucha calidad, así que solamente es salir y lo peor que puede ser es que fallemos, pero así estamos todas».
Por su parte desde Drasanvi, su presidente Óscar López, destacaba que «en Carolina aparte de una profesional de alto standing hemos visto una gran persona que nos ha hechizado a todos y nos tiene muy orgullosos de apoyarla».
«Tiene que luchar con su cabeza, ése será su enemigo»
La entrenadora de Carolina Rodríguez, Ruth Fernández, reconoce que la ve «nerviosa, porque es muy exigente consigo misma, pero está preparada. Su mayor enemigo no son sus rivales, sino su mente, puede pasar de verse estupenda a verse fatal, pero por nada, porque pasa una mosca y ya no se ve preparada, pero lo está al 100%».
«Tiene que luchar con su cabeza, es su mayor enemigo. Está preparada para hacerlo muy bien y realmente yo me siento más presionada por que disfrute de los Juegos y que marche con la sensación de ‘qué pasada’», añadía Ruth, que concluía diciendo que «quiero que marche contenta con su broche final, éso será lo más bonito. Tengo más presión por que se sienta feliz que por un resultado deportivo».