El pitido final en Cartagonova dejaba en la Sociedad Deportiva Ponferradina una satisfacción tan positiva en lo inmediato como decepcionante al ir un poco más allá. Y es que el equipo berciano salvó in extremis y con la ayuda del VAR un empate que solo buscó cuando el partido ante un equipo de la zona de descenso como el Cartagena ya se le había puesto en contra. Y eso puede ser muy bueno para un equipo que pelea por la permanencia, pero muy poco para uno que quiere luchar por el ‘playoff’ precisamente en el momento en el que el equipo de Bolo se dirime hacia un lado u otro.Pero de cualquier forma no fue ni mucho menos el mejor partido de la Ponferradina, de hecho más bien uno bastante flojo en el que acusó cierta falta de ambición y de valentía sin terminar de creerse eso de que tiene poco que perder y muchísimo que ganar especialmente fuera de casa.
Pero lo cierto es que no buscó el partido la Deportiva hasta que ya iba por detrás en el marcador, un resultado que ciertamente tampoco se mereció al descanso tal y como ocurrió. Porque apenas ofrecieron nada ni unos ni otros para merecerlo en un encuentro tremendamente trabado, sin apenas ninguna ocasión y con el que los visitantes se conformaron sin argumentos para más.
Apenas pasó nada en la primera mitad hasta que Aburjania marcó en el añadido con una gran voleaQuiso mandar con el balón el Cartagena, buscando especialmente el juego por las bandas pero sin ser capaz de superar a una defensa berciana muy seria. Sin embargo, quizás víctima de la ausencia de Sielva con Aguza y Morán compartiendo medular con Juergen por delante, le costó crear juego a la Deportiva encomendándose a los balones largos a la espalda de una zaga rival que tampoco falló más que en una ocasión, en un despiste de David Simón que a punto estuvo de dejar solo a Moi Delgado ante Chichizola si no le derriba al borde del área costándole la amarilla.
Pero tampoco fue el día en el que pudo aprovechar la Ponferradina su gran balón parado, muy impreciso en los centros y en los lanzamientos. Así las cosas, cuando el partido pedía un descanso para tratar de coger algo de aire nuevo, Aburjania se inventó una genialidad que cambiaba todo. Un saque de banda que Pascanu despejaba le caía al georgiano al borde del área, controlaba con el pecho y según le caía la ponía de volea a la escuadra de un Caro que solo podía posar para la foto.
Se iba el partido al descanso con victoria momentánea para un Cartagena que lo había merecido igual que la Deportiva, nada, en un acontecimiento que quizás le podría servir a los bercianos para adelantar los cambios y tratar de tocar algo sobre un guión que no estaba funcionando.
Con la ayuda del VAR, el árbitro señalaba como penalti un pisotón de Azeez sobre Valcarce en el 91Pero no fue drástico Bolo, que quizás vio a los suyos de otra forma en la reanudación. Y es que ya apurado por el electrónico, arriesgó más la Ponferradina y Juergen tuvo un par de llegadas con disparos desde la frontal del área que al menos obligaron a Chichizola a aparecer. Sin embargo, esa valentía también supuso más espacios atrás cuando el Cartagena salía a la contra y si Delmás estaba a punto de quedarse ante Caro sin poder controlar un balón muy claro, el ariete Cristian dispuso de dos ocasiones claras a su entrada al campo que cabeceó alta la primera y al larguero la segunda.
En la Ponferradina, Yuri, Doncel y el regreso de Kaxe eran las apuestas de Bolo para tratar de cambiar el partido y lo cierto es que ninguno de ellos consiguió mejorar en exceso lo que había sobre el terreno de juego. Lo hizo un jugador que había estado ahí desde el principio y al que apenas se le había visto hasta los minutos clave, Pablo Valcarce.
Luciendo el brazalete de capitán de inicio, el canterano fue el estilete ofensivo del equipo en el balón parado. En hasta tres jugadas en esa faceta fue protagonista en los últimos 10 minutos, peinando primero en el palo corto un córner que nadie acertaba a dar continuidad y que se marchaba por poco, rematando a gol una falta lateral que quedaba anulada por falta previa y, ya en el descuento, poniendo el pie en el lugar exacto para que todo cambiara.
Porque con el minuto 90 ya cumplido, Valcarce se disponía de nuevo a buscar un córner al primer palo cuando notaba un pisotón y caía al suelo. Nadie veía la jugada en primera instancia a pesar de las quejas del berciano, que era el único que no se sorprendía cuando el colegiado se marchaba a la pantalla de vídeo a consultar la jugada. La imágenes no engañaban y demostraban como el extremo caía tras un pisotón de Azeez que el colegiado decretaba como penalti. Yuri tiraba de galones y experiencia para no temblar con el partido ya acabado y poner el 1-1 que no dejaba las mejores sensaciones y sí el mejor resultado posible.