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Porque los leoneses, con un once ya muy titular y que podría ser el que iniciara la liga dentro de dos semanas, erraron hasta cuatro ocasiones claras. Una de Buenacasa a centro de Álvaro Juan en los primeros compases, un remate de bocajarro de Jon Ander a la salida de un córner, otro de Ander Vitoria que se encontró el paradón del meta y un mano a mano de Obolskiy que escorado definió mal.Pero los dos goles que sí entraron... fueron de bandera.
El primero, para abrir el marcador en el tramo final de la primera parte, cuando tras un saque de esquina cabeceado hacia fuera Galder Cerrajería enganchaba desde la esquina del área, a la media vuelta y sin dejarla caer, una tremenda volea que se colaba por la escuadra. El segundo, para poner las definitivas tablas después de que el Castilla empatara al filo del descanso en una falta y le diera la vuelta al choque en la segunda mitad tras un cabezazo ante una pasiva zaga, de un Aarón que casi desde la medular, tras iniciar la jugada en su propio campo, hacer una pared y levantar la cabeza para ver al meta adelantado, soltaba una increíble vaselina que le superaba y acababa en el fondo de la red.
¿Lo mejor y lo peor del resto? Pues entre las notas positivas la actuación de un Álvaro Juan desequilibrante y protagonista, algo que la Cultural espera que se traslade este año también a la liga tras su irregular segunda vuelta del año pasado; y entre las negativas las dudas atrás, especialmente en un lateral derecho que el año pasado fue un agujero y en el que Klinar se vio claramente superado, si bien no fue el culpable en unos goles en los que el meta Sotres pudo hacer mucho más en el primero y los dos centrales erraron en la marca en el segundo.