Se imaginan que los deportistas más destacados de cualquier modalidad fueran discriminados en las ayudas económicas de sus federaciones por el simple hecho de destacar? Pues eso es lo que está ocurriendo en el atletismo autonómico.
La Junta de Castilla y León y la Federación castellana y leonesa de atletismo dejarán sin beca de residencia la próxima temporada a aquellos deportistas que compiten defendiendo a clubes de fuera de la comunidad, no por el hecho de no cumplir los requisitos académicos y deportivos, sino porque ninguna de las dos entidades propondrá a los atletas a las becas. Una medida que afecta a varios atletas leoneses de primer nivel como el plusmarquista nacional de los 800 metros Saúl Ordóñez o la campeona de España sub 23 de 1.500 Marta García. Los dos entrenan en Valladolid a las órdenes de Uriel Reguero y hasta ahora recibían beca de residencia (externa en el caso de Ordóñez e interna en el de García), algo absolutamente clave para ambos ya no solo a nivel económico en un deporte del que es difícil vivir, sino también a nivel deportivo, ya que les permitía poder compaginar de la mejor forma posible los estudios con los entrenamientos.
Hasta ahora, la Junta era la que proponía a los atletas para las becas, pero su criterio ha cambiadoHasta ahora y gracias a la lucha que mantuvieron en su día atletas como Ordóñez, la Junta de Castilla y León era la que proponía a los atletas más destacados a estas becas a pesar de no competir en un club de la autonomía. Sin embargo, en la última convocatoria el gobierno autonómico cambiaba los criterios para proponer a deportistas a estas becas de residencia hasta el extremo de solo hacerlo con olímpicos (en unos Juegos que no se han celebrado), cinco mejores del mundo o tres primeros europeos, requisitos que ni el propio Ordóñez, bronce mundialista en pista cubierta, cumple ya que solo computa lo logrado desde 2019.
La Federación de Castilla y León cobra el triple por su licencia a estos atletas, a los que ahora deja en la estacadaEn el caso de la Federación de Atletismo de Castilla y León, en medio de un turbio proceso electoral impugnado por el candidato Pachi García Salinero, alegan que a pesar de tener la licencia cursada en la comunidad – al triple de precio de lo que le cuesta a un atleta que compite en un club de la comunidad – el hecho de militar en el New Balance en el caso de Ordóñez y en el F.C. Barcelona en el caso de García, les impide contar con el mismo trato más allá de que ambos han competido en numerosas ocasiones con los colores de Castilla y León llevándolos incluso a títulos nacionales.
Una discriminación por destacar y poder aspirar a estar en clubes por encima del nivel de cualquiera de los que hay en Castilla y León, apostando a priori por lo que la Junta y la Federación considera mejor para la comunidad que se da la vuelta en el reparto de plazas para la residencia Río Esgueva en la que ha vivido Marta García los últimos cuatro años. Con motivo de la pandemia, este nuevo curso solo habrá 30 plazas disponibles, de las que 2 son para minusválidos, por lo que quedarían 28 a repartir (una tercera parte de las habituales) y deportistas de otras disciplinas como el rugby ya tienen cerradas sus plazas incluso sin ser castellano o leonés.
El plazo para la solicitud acabó el pasado miércoles y la única noticia que tienen los atletas es que nadie ni en la Junta ni en la Federación ha cambiado de opinión, por lo que atletas internacionales de primer nivel se quedarán sin beca de residencia con mayores méritos deportivos e incluso académicos simplemente porque no han tenido quien les defienda y se sienten desamparados en su propia federación y ante las autoridades que presumen de sus triunfos a nivel nacional e internacional. El asunto traerá cola.
Castilla y León deja sin beca a los atletas de clubes de fuera de la comunidad
Saúl Ordóñez o Marta García no podrán disponer de beca de residencia la próxima temporada tras un cambio de criterio que discrimina a los atletas más destacados
24/08/2020
Actualizado a
24/08/2020
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