Catedrales hay una en cada tierra (por lo general). La de León, hablamos de lucha leonesa, está en Prioro y se nota desde que llegas al pueblo. Hasta a la lucha le llaman de otra manera y te preguntan si "¿vienes a los luches?". Y cada paisano es un antiguo luchador, hasta el cura Hompanera aparecía en una de las fotos del póster que le dieron al Che en el homenaje que ayer le rindieron y provocó la ovación más cerrada de la tarde. Celebraban que al luchador, Francisco Escanciano, la vida le dio hace unos meses caída y media pero, como cuando andaba por los corros, no le dobló y allí estaba, emocionado.
Su mujer, Luisa, comentaba: "¡Cómo sois la familia de la lucha!" y recordaba como en todo el trance aparecía alguien vinculado a la lucha, del jefe de urgencias a cualquier celador. Tal vez ésa sea la magia de este deporte, que es mucho más que deporte.Van llegando a las gradas vecinos que saben de qué va y se va llenando la Catedral. Arrancan ‘los luches’ y desde el principio se ve que los luchadores saben dónde están, en que templo ‘predican’ y lo respetan de la mejor manera posible, con buena lucha, hacía mucho que no se veían tantos momentos intensos de lucha.
David, al ‘Club de los arzobispos’
Ligeros siempre espera a que se vean las caras el arzobispo con plaza, Víctor Llamazares, y el que la busca, David Riaño, que venían de un combate ‘feo’, trabado, con empate a cero en Liegos. No fue el caso, estaban en la Catedral y se marcaron un combate de esos a cara de perro y cara de lucha de alta escuela. Los dos habían avisado antes: David dio una entera en dos segundos y otra en tres. Víctor tiró a Fer y Jesús Martínez, dos huesos. A la batalla. Se adelantó David con media, respondió El Hombre Tranquilo con una entera y en pocos segundos Riaño respondió con otra de raza. E iban pocos segundos. Cuando David aguanta los primeros ataques ya tiene mucho ganado y ayer remató, la grada respondió con una ovación de esas que dice "gracias por la lucha, a los dos".
¿Estaba el camino libre para David? Bueno. Le esperaba en la final un Rubén Cerezal que bien parecía querer homenajear a su fallecida abuela, Asun, la supermadre de 17 hijos. Había derrotado a Florián con un voleo con cruce impresionante, después le dio una mediana a Adrián el de Lillo que bien podría firmar su recordado tío ‘El Rey de la Mediana’. (Por cierto, tambien el de Lillo dejó detalles para creer en él en un futuro cercano). Pero el camino de Rubén desembocaba en un David que estaba empeñado en sellar la credencial de arzobispo que, explica el ex luchador local David Díez, "es el mejor oficio pues tienes de criado al obispo". Cosas de Prioro, pero David la selló a lo grande, aunque Rubén aún le robó media caída que en nada empaña la tarde de Riaño.
A Samu le gusta Prioro, a Adri ...
Medios busca cada día uno que 'le tosa' a un Adri que domina pero deja oportunidades. Ayer los aficionados recordaban que a Samuel Sánchez se le da bien este corro, donde ganó un año en ligeros y al siguiente en medios, ‘vengando’ a su primo Moisés, que había visto la roja. Y Samuel hizo honor a la leyenda en combates duros, como ante Jorge Iglesias, y se metió en la final.
- A Prioro le gusta Samuel; dice Berto, el nuevo presidente.
- Y a Adri más; le matiza El Che que no ha perdido reflejos.
Y acertó El Che, se lo llevó Adri, con solvencia. Los otros arzobispos no ceden.
¿Cómo se le lucha a Uco?
Si alguien de los actuales tiene plaza fija ya no en la Catedral sino en el mismísimo cielo de los luchadores es, sin duda, Tomás González, el de La Vecilla, Tomasuco. En una reunión de ilustres que se reencontraron en el corro, Nacho el de Matadeón, Fernando Getino y Fernando Viñuela, surge una pregunta: "¿Cómo se tira a Uco?". Los tres se encogen de hombros. "Te tiene que salir todo bien y él que se descuide... pero no se despide, cambia de táctica tres veces en cada combate, busca una cosa y si no la ve se va a otra... Y si van a por él, lo ve venir".
En la semifinal, Rodri no pudo sacar el modo perla; y en la final Chelín no pudo repetir aquella caída que fue la primera que le dieron este año. Y Uco seguía echando papeletas para la mejor caída.
Un Kamikaze con lucha
En pesados la Catedral congregó a ilustres que saben de su magia. Davizuco se sumó, Caberín buscó los ecos de tiempos heroicos y ahí estaban Víctor J., Pedro... Uco grande tiró a Víctor J; Caberín a Uco... y Pedro en la final esperando. Una final que mereció la pena. La calidad de un viejo zorro con historia, Caberín, un kamikaze. Mereció la pena la espera y desafiar al frío que aparecía. Fue la batallan que se esperaba. Abel se adelantó y quiso contemporizar pero Pedro desató un temporal, perdió la cabeza por segundos pero mantuvo la raza y esa fe que le ha dado el apodo y los triunfos. Abel aguantaba cómo podía, una vez que levantó la cabeza hizo un "uffff" que lo decía todo. Llegó otro ataque sin contemplación y la resistencia de Caberín ya no soportó el último vendaval kamikaze. Pedro ganó, los dos en el suelo extasiados. Fin.