La cesión de Jürgens a la Gimnástica de Torrelavega se enfría

El conjunto cántabro no dispone de músculo económico para asumir el porcentaje de salario que la Deportiva demanda. El caso de Ernesto también está encallado

23/01/2025
 Actualizado a 23/01/2025
Oliver Jürgens contra el Tarazona en su último partido jugado con la Deportiva. | SDP
Oliver Jürgens contra el Tarazona en su último partido jugado con la Deportiva. | SDP

La salida de Oliver Jürgens a la Gimnástica de Torrelavega en forma de cesión se ha enfriado en las últimas fechas. Como reveló La Nueva Crónica hace exactamente una semana, el conjunto cántabro solicitó el préstamo del delantero para reforzar su plantilla en la segunda vuelta pero las diferencias entre ambos clubes en cuanto al reparto de su salario impedían que la negociación avanzara. Siete días después, este caso no ha avanzado, por lo que ahora mismo se encuentra muy frío.

El conjunto torrelaveguense no dispone de músculo económico para hacerse cargo de la parte de la ficha del estonio que la Deportiva solicita. Por tanto, aunque era un jugador que encajaba en sus planes para tratar de huir de los puestos de descenso de su grupo de Segunda Federación, la operación no ha tomado vuelo y, tal y como sucedió en un primer momento con el Pontevedra, parece abocada a la misma ruptura.

La adaptación de Jürgens a Ponferrada no ha sido buena, y no por falta de aptitudes futbolísticas. Tal y como aseguró Javi Rey en una rueda de prensa, se trata de un atacante con mucha pegada. Cualquiera que se pase por el Anexo Jesús Tartilán a ver los entrenamientos lo puede corroborar. Eso sí, su carácter frío y su compromiso a veces insuficiente no le han permitido rendir con la elástica blanquiazul como se esperaba después de la deslumbrante carta de presentación que exhibió en Bembibre en la pretemporada.

Con únicamente cinco partidos disputados en toda la primera vuelta se convirtió en un objetivo claro para dar salida en el mercado invernal. Tanto el futbolista como el club consideraban -y consideran- que es lo más adecuado. Sin embargo, por el momento ninguno de los posibles escenarios ha fructificado para su marcha. El club lo continuará intentando en la última semana de enero sin renunciar a que abandone las fronteras de España.

De forma paralela, el caso de Ernesto Gómez también sigue congelado. La situación es sencilla de explicar: el extremo alcanzó un entendimiento con el Recreativo de Huelva para la próxima temporada y media pero, para irse, la Ponferradina le debía pagar el medio año de contrato que le queda en el Bierzo. El club no está por la labor de abonarle esta cantidad al igual que el jugador tampoco quiere irse renunciando a lo que considera que le corresponde, por lo que este caso está encallado. Al menos, la salida de Brais Abelenda da aire a una dirección deportiva que ya le está buscando sustituto en un mercado más ralentizado de la cuenta a causa de los múltiples cambios de entrenadores que se han sucedido en las últimas fechas.

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