El ciclismo pierde a su alma mater en los tiempos del barro, Gelo

Fallece a los 94 años Ángel Arias de la Varga, fundador del Club SLAC, la Federación en León y gran organizador de todo tipo de carreras

18/01/2025
 Actualizado a 18/01/2025
Ángel Arias de la Varga, Gelo, con su acreditación de director de Rutas Leonesas.  ARCHIVO F. MARTÍNEZ
Ángel Arias de la Varga, Gelo, con su acreditación de director de Rutas Leonesas. ARCHIVO F. MARTÍNEZ

Si tuviera que definir en pocas palabras a Gelo de la Varga lo tendría claro, me bastan dos, alma mater, el alma mater de aquel pionero ciclismo leonés de los años sesenta; aunque también podría decir que fue uno de los personajes imprescindibles, junto a gente como Julián Pellitero Martínez, que también se nos ha ido ya». 

Quien así se expresa es Fernando Martínez Vega, colaborador de Gelo en el SLAC y otras iniciativas y amigo personal de este pionero del ciclismo que ayer falleció a los 94 años de edad, después de un último año en el que se había deteriorado su estado y su calidad de vida. «Gelo había tenido una salud de hierro, con más de 90 años todavía se subía a la bicicleta estática y se metía sesiones de más de media hora; pero la pandemia le afectó bastante y empezó una cuesta abajo que le condujo a su fallecimiento».

Cuando ahora se habla de ciclismo se discute de marcas de bicicletas y piezas, de titanio, de peso de las bicis... otro mundo, que nada tiene que ver con aquellos años sesenta en los que se hablaba de barro y carreteras sin asfaltar. En aquellos años Gelo de la Varga era un aficionado a la bicicleta lleno de inquietudes —la inquietud fue una constante en su vida— que le llevaron a dar el salto a fundar grupos, a organizar carreras, a fomentar el ciclismo y el cicloturismo. «Siempre contaba que un día se dio cuenta de que más que correr le gustaba organizar... y se me daba bien», recordaban Fernando y otras gentes del ciclismo en su despedida, reunidos en el tanatorio.

Y así, viajando a las actas y a los recuerdos de aquellos años, es inevitable encontrar el nombre de Gelo de la Varga en la mayoría de las iniciativas de la época. En la constitución del Club Ciclista Leonés el secretario es Ángel Arias de la Varga (Gelo); en el grupo fundador de la Federación Leonesa de Ciclismo vuelve a aparecer su nombre entre los pioneros asumiendo nuevamente el cargo de secretario y, sobre todo, es fundador y nuevamente secretario del grupo en el que seguramente más esfuerzos volcó y por el que era  más conocido y recordado en la ciudad: El SLAC (Sociedad Leonesa de Amigos del Cicloturismo). Normal que se le recuerde en este club pues permaneció al frente del mismo durante 32 años, intensos y llenos de actividades.

Los más importantes, pero no los únicos, pues los cargos —«que en su caso eran más cargas que cargos»— que llegó a ejercer van mucho más allá y en diversos campos: fundador y presidente de árbitros del Colegio de Cronometradores de Ciclismo en León; juez árbitro y cronometrador; miembro de la Comisión Nacional de ciclismo; componente del Grupo de Montaña del Salvamento y Socorrismo; responsable de cicloturismo de la Federación Castellana y Leonesa de ciclismo y asimismo colaborador de las primera ediciones de la Vuelta Ciclista a León, aportando su tremenda experiencia y colaborando estrechamente con gente como Miguel Ángel Iglesias. 

"Es uno de esos personajes muy difíciles de abarcar en sus iniciativas y muy fácil de definir: Padre del ciclismo leonés"

Señala Martínez Valle, que trabajó mucho tiempo a su lado, que «le mejor de Gelo era poder escarbar en su personalidad hasta descubrir el tipo entrañable y bondadoso que llevaba dentro. Por sus múltiples ocupaciones —al margen de su profesión de protésico dental— y su carácter nervioso era posible ver a alguien algo distante, que estaba a otra cosa, pero cuando se quitaba el traje de organizador y te sentabas con el paisano, con Gelo, te encontrabas con un tremendo ser humano, cercano, preocupado por todo, por tí, por los tuyos...»

Esa doble vinculación con el ciclismo y la montaña, era integrante del grupo de Salvamento y Socorrismo, le convirtió en fundador indirecto de otro grupo. «Como los inviernos eran largos y duros comenzamos a salir los fines de semana a hacer rutas de montaña; y así fue como nació la sección de montaña del Grupo Collado Jermoso». Una de las habilidades más valoradas en Gelo de la Varga como organizador era su capacidad de negociación. «Se entendía como nadie con las autoridades para lograr ayudas y permisos, pero también, por ejemplo, con los encargados de la seguridad. El comandante Lino siempre ‘lamentaba’ que le había arrancado tres o cuatro motos más de las asignadas en principio; y también Martín, de la Policía Municipal, recordaba la capacidad de seducción de Gelo para lograr aquello que buscaba».

El enorme trabajo llevado a cabo por este pionero del ciclismo y el cicloturismo se vio ‘recompensado’ en diferentes ocasiones, con reconocimientos en diversas ediciones de otra de sus ‘criaturas’, la marcha Rutas Leonesas, que llegó a adquirir gran prestigio a nivel nacional. «Venían muchos participantes de fuera de León, especialmente del País Vasco». En la Gala del Deporte Leonés de 1992 fue nombrado el ‘dirigente más destacado’;también fue distinguido en la gala del deporte de Castilla y León en 1993, celebrada en Salamanca; reconocido por el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo... y un largo etcétera. En fin, es una de esas personas difíciles de abarcar y fácil de definir: Padre del ciclismo leonés.

El trabajo de Gelo de la Varga en el SLAC es el más recordado pues, además de crearlo, permaneció en su directiva durante más de treinta años de intensa actividad. ARCHIVO F. MARTÍNEZ
El trabajo de Gelo de la Varga en el SLAC es el más recordado pues, además de crearlo, permaneció en su directiva durante más de treinta años de intensa actividad. ARCHIVO F. MARTÍNEZ

 

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