Ya han tomado los embalses y prácticamente están por todos los ríos de la provincia, especialmente en el Esla, Órbigo, Porma, Bernesga, Sil y Cea.
Ocasionalmente los hemos visto a lo largo de toda la temporada por nuestros ríos, pero es en esta época del año cuando se multiplica su población y los vemos pescando en nuestras aguas o en las orillas de los ríos y embalses con sus las alas extendidas para secarlas.
Aunque se alimentan de toda clase de peces como alburnos, bogas o barbos, tienen predilección por la trucha que en esta época remonta los ríos para reproducirse. Esto, que influye en el descenso de las truchas y en su reproducción, preocupa mucho a los pescadores que alertan de su presencia para que se tomen medidas al respecto. Las autoridades en esta materia se lo toman en serio para controlar la población.
“Los controles poblacionales de cormorán se podrán autorizar a favor de dos tipos de colectivos: a) Personal dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. b) Personas físicas o jurídicas que sean titulares de instalaciones de acuicultura y su personal cualificado, que motiven los daños sobre las cosas o bienes y que acrediten la ausencia de otra solución satisfactoria. Las autorizaciones otorgadas al colectivo a) se justificarán en la prevención de perjuicios importantes en cultivos, ganado, bosques, zonas de pesca y aguas y en la protección de la fauna silvestre, especialmente de la trucha común y de los ciprínidos endémicos de la cuenca Duero, especialmente en los cursos altos y medios de éste y de sus tributarios.”
El problema no es solo de nuestra provincia, ni siquiera de España, esto requiere una profunda implicación de todas las administraciones y representantes de los Estados miembros para que presionen al Parlamento Europeo. Hay que tomar medidas conjuntas y determinantes para un mayor control de la población. Las medidas tomadas hasta hora como espantapájaros, disparos, redes y demás métodos disuasorios no están teniendo los resultados esperados.
El Servicio Territorial podrá autorizar el control poblacional mediante armas de fuego a los agentes medioambientales y demás personal relacionado con el medio ambiente, siempre que cumplan los requisitos exigidos. Cada Servicio Territorial realizará una valoración concreta de las zonas de mayor impacto de la presencia de cormorán; Aguas calificadas como trucheras, zonas de freza, cursos altos, embalses de cabecera. También sus nuevos asentamientos y los asentamientos novedosos de la especie respecto a invernadas anteriores.
Este cormorán es un ave grande, de entre 80 y 100 cm de longitud y de una envergadura entre 130 y 160 cm. Tiene el cuerpo robusto, de cuello largo y pico grueso y las patas palmeadas perfectamente adaptadas para el buceo. Su plumaje negruzco hace que también se le conozco como cormorán negro. Son sumamente agiles en el agua y aprovechan esta facultad para depredar sobre los peces, son de digestión rápida y llegan a consumir quinientos gramos de peces al día. Es un depredador oportunista, capaz de devorar una gran variedad de especies piscícolas.
Principalmente peces que se alimentan entre aguas y por el fondo. Los cormoranes pueden sumergirse a profundidades de hasta 10 metros. Su canto se reduce a sonidos guturales profundos. En el vuelo intercala breves planeos con secuencias de aleteo. Las plumas de los cormoranes no son del todo impermeables, lo que les permite hundirse y bucear con mucha facilidad. Pasan mucho tiempo posados en rocas y vegetación de ribera, con las alas bien abiertas para que se seque su plumaje después de las zambullidas.
Durante el periodo reproductor, los adultos muestran manchas blancas sobre la cabeza, los flancos y la parte superior de los muslos, y es en esa época cuando lucen un plumaje más reluciente. Los más jóvenes son de color gris-marrón, aunque la parte inferior suele ser algo más pálida.
Como todos los años por esta época, la presencia del cormorán grande, en los ríos y embalses de nuestra provincia, ya se ha hecho normal. Cierto es que se alimentan de toda clase de peces, pero tiene preferencia por las truchas y es ahora en la época de freza, cuando las atacan y esquilman, siendo esto un doble perjuicio para la continuidad de la especie, se comen las adultas y no permiten su reproducción. Los peces se los tragan enteros y por la cabeza, si son grandes tardan un tiempo en ingerirlos, pero si son pequeños se los tragan rápidamente.
Como apuntamos las autoridades en esta materia se lo toman muy en serio para controlar la población y nos consta que en nuestra provincia ya se iniciaron las medidas para minimizar el impacto de los cormoranes en todas nuestras aguas. Pero este control esta sometido a unas normas que según parece no da los resultados esperados, pues año tras año parece