Corro de Boñar: Caberín volvió a cazar al Kamikaze y La Perla coge el estribillo de Uco

Florián y David Riaño se reencuentran con la victoria, Rodri gana el segundo corro seguido sin Uco y Caberín también, pero con Pedro

17/08/2024
 Actualizado a 17/08/2024
Florián Yugueros afianzó su liderato en ligeros después del tropezón de Prioro y distancia un poco más a Sergio. | MAURICIO PEÑA
Florián Yugueros afianzó su liderato en ligeros después del tropezón de Prioro y distancia un poco más a Sergio. | MAURICIO PEÑA

Hay dos estampas que marcan el corro de Boñar en las últimas temporadas: Una era el inolvidable Uco entregando el premio a su nieto Tomasín, que le levantaba como si el abuelo hubiera sido el campeón; la segunda era el ruidoso ambiente de las peñas gritando con su megáfono «Tomasín, Tomasín...».

El abuelo Uco se ha ido y su nieto le envía allí donde esté todos los corros que gana. Y él se ha lesionado precisamente a las puertas de este corro con lo que el estribillo de la peña solamente sonó para animarle cuando llegó al recinto y en algunas bromas, como con  Panita y su famoso palillo. El bueno de Uco explicó a todo el que se acercaba su lesión y sus sensaciones.

Ante la susencia de Uco la peña se volcó con un Unai que es de la comarca y compañero en la celebración. Los ánimos a El Potro no faltaron pero... 

Otra estrella en la grada fue un querido y recordado luchador, el africano Rowand Mountalá, que llegó a Adrados después de una penosa travesía con muertos en el camino, y se ganó al público con su potencia, su nobleza y una eterna sonrisa sincera. Recorrió el corro saludando e invitando a que le visiten... en Australia. Grande Rowand y emocionado al comprobar que no se han olvidado de él.

Los de ligeros calentaban alrededor de la grada en Era de Moro. Allí urdía Javi Oblanca algo que venía mascando, el homenaje que quería hacer al hombre que más le enseñó en sus inicios y al que más admiraba: Cayo de Celis. «Parece que no somos muy conscientes de lo que ha perdido la lucha y de quién se nos ha ido. Es muy grande lo que hizo y hasta su sabiduría en la grada». Puso La Cátedra Ambulante toda la carne en el asador, primero con Pablo Larrea y después tirando ‘de la sabiduría’ de Cayo ante un Carlos Mondelo que venía de ganar en Prioro. Fue una semifinal para disfrutar, estuvieron a caída pero La Cátedra tenía un plan y lo ejecutó. 

También lo tenía en la final, con Florián. También lo quiso ejecutar pero el de Sorriba cuando tiene su día... y ayer venía avisando, dejó una mediana ante Sergio para el calendario de 2025 y ante Javi, por si se le olvidaba, desde su rincón le repetían: «Flori, con cabeza». Y ayer la tuvo. Javi sonrió, Cayo se mostraría satisfecho con lo que hizo su pupilo y admirador.

Medios es una batalla abierta con sede central en ‘La Fabricona’. Moisés, que allí estaba y David Riaño, que se quedó de la mañana después de amenizar San Roque con la bada de música. Y Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo que sigue creciendo. 

Víctor dejó en el camino a Gasi y el bombo le mandó frente a un Moisés que parecía el de los días todopoderosos, así se mostró con Víctor. 

Pero por allí andaba, como anda él, en silencio: El Pistolero Silencioso, David Riaño. SE vieron en la final. La Roca siempre por delante, estuvo con caída y media, pero El Pistolero con el arma amartillada... y ejecutó, con sencillez, como hace él. Incluso sonrió.

Sin Uco en semipesados se afilan muchos dientes, hay muchos aspirantes alos que no faltan motivos y el bombo va aclarando caminos. Así la previa envió para casa a Rubo a manos de un Adri el de Villavente que parecía muy fuerte. El otro Adri, Fierro, fue el último obstáculo para ir a la final. Y allí estaba La Perla, que volvió a recordar al de Prioro. Que volvió a recordar que le apodan La Perla. Que volvió a recordar que sabe luchar como los ángeles. Tan solo media le arrancó Adri y muchos piensan en la importancia de la cabeza, la importancia de tenérsela comida cuando lucha con Uco.

Iban tres de La Gabricona y quedaba Pedro en la recámara. 

Con Unai animando el cotarro de la grada y la peña... los luchadores con ganas eran Pedro, que acababa de perder la imbatibilidad, y Caberín, el causante. Se vieron en semifinales y las ganas de volver al camino de la victoria hicieron que luchara más El Kamikaze que Alvarado, y ahí juega con ventala Abel, curtido en mil batallas, tranquilo al esperar el momento oportuno... Y lo encontró, por segunda ocasión.

Solo le faltaba rematar ante un Jesús Quiñones que algún día habrá que contar cómo aprovecha sus armas, mejor que nadie. Pero Caberín sabía que había hecho lo difícil y no quería trabajar para terceros, sentenció sencillo. 

La Sheriff de Vallecas estrella con las jefas de aquí 

La escuadra de las nómadas sigue creciendo, este viernes ya eran más que en días precedentes, se sumó Paula Lanza que también se dejó ver y se metió en el cuadro de honor de medios.

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Priscila y La Sheriff vallecana, Estrella, seiguen con su intenso duelo en medios. Ayer ganó la madrileña. | MAURICIO PEÑA

Pero la sheriff del grupo, Estrella, volvió a ser la estrella del grupo y sumó su segunda victoria consecutiva después de hacerlo en Prioro. Da mucho ambientillo la vallecana, ha traído a sus padres, se mueve en la grada, pregunta y después cumple en la hierba. Vaya si cumple. No es nada fácil en medios, donde Priscila estaba mostrando un estado de forma impresionante pero parece que no acaba de encontrar la fuga de agua de la judoka que no solo tiene muchas horas de colchoneta sino que aprende. Y pregunta. Ayer le planteó problemas Amaya pero se rehizo, supo manejar a la ‘cuarta nómada’, Paula, y en la final... nuevamente Pris, que calentando parecía darle vueltas a la cabeza. Ay, la cabeza. Estrella decía que «hoy ya no va a poder ser», pero se veía que estaba pensando lo contrario. Y lo hizo, a pesar de que en 4 segundos Priscila ya le había dado una entera. Pero se ‘encastilló’ abajo, breg y brego, no se puso nerviosa y levantó la final. «¿Lo he hecho bien?». Es diferente. Al acabar el corro fue a despedir a todos los de la mesa, darles las gracias. La niña feliz.

Y niña feliz era Paola la de Ciguera cuando en el último día de sus 16 años también se veía en la final de pesados. «Yo soñaba con ganar en Vegaquemada, en mi cumpleaños, pero si puede ser hoy... mejor». El problema de llamaba Edi, la gemela, la líder, la luchadora de lo sencillo, que venía de una dura batalla con Lucía López-Doriga, que debió resolverse en el medio minuto de alargue después de empatar a cero. 

Fue una final competida. Edi sumó tres medias antes de la caída de la verdad pero Paola nunca volvió la cara, la tuvo en varias ocasiones pero... la veteranía es un grado y Paola tiene todavía 16 años (cuando lo leas igual son 17). Volvía feliz a su esquina, sonriente, pero con un lamento: Lo que me fastidia es que la tuve cuatro veces... y nada.

Y nada fue también para las rivales de Bea en ligeros. En la previa se deshizo de la nómada Amaia y después camino con paso firme a poner la primera piedra de un doblete de los Riaño, en Boñar. Después El Pistolero Silencioso remató y pasó el antodóping.

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