A la sombra del Santuario éste siempre quiere tener algo que decir. Para que nadie se olvide de que estamos en la romería y, tal vez por ello, cada cierto tiempo enviaba unas gotas de lluvia para amenazar, pero se quedó en eso.
Fueron llegando los luchadores, cada uno con su historia. El Míster, como siempre, nadie sabe lo que le pasa por la cabeza, «se hará lo que se pueda»;Javi Oblanca decidió a última hora mantener abierta la cátedra ambulante y el jueves se hizo la ficha:«No luché por equipos pensando en dejarlo pero... el gusanillo»;otro histórico, 39 años, David González llega animado después de haberse encontrado bien en invierno, «lo que ocurre es que hace años que no corro ni delante de la guardia civil»...
Los chavales jóvenes miran, más bien sueñan, Florián Yugueros, Sergio López, Adrián Bandera... Y todos, ilustres y chavales, saben que ligeros es este año «tierra de oportunidades», los antiguos dominadores se han ido a medios, allí están David Riaño o Víctor Llamazares.
Y se inicia el carrusel. Al joven Sergio, el luchador revelación, le tocó demostrarlo que lo era y se midió a tres ilustres veteranos: David ‘Puro’, Jesús el de La Braña y Javi Oblanca en semifinales. En la hora de la verdad le esperaba Florián, que tuvo una bella y dura semifinal con Bandera, y El Rubio de Sorriba se impuso a La Saeta Rubia de Grandoso. La tierra de oportunidades abría su primera puerta a Flori, que ya sabía lo que es ganar corros. Es lícito que sueñe, mientras Oblanca sonríe: «Te echan a uno, a otro... pero me encontré bien».
Cuando salieron a la presentación los de medios ‘solo’ eran ocho pero en diversos puntos de la grada se escucó un «¡ostia!» que delataba lo que allí había. En una esquina de la fila estaban Moisés, Víctor Llamazares y David Riaño (16 ligas en total) y al otro lado el actual campeón de dos ligas más, Adri.
En la previa ya se vio que vienen curvas y se midieron Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo de Valderrueda, y la esperanza de la Sobarriba, Adri. Cera por todas partes, desde el agarre, alternativas y victoria para el de Valderrueda. Pero ya habían dejado en el ambiente lo que se avecina, estuvieron empatados a caída y media. Se adelantó Víctor con entera... entera de Adri;se adelantó Víctor con media... media de Adri;y a la hora de la verdad, la veteranía fue un grado y Adri lo lamentaba.
A la vista de la que se avecinaba y se iba viendo en combates sucesivos fue inevitable no recordar otra anécdota, con pecado pero perdonable porque era del presidente de la Diputación, el irrepetible Javier García Prieto. Llegó a un corro en la época de los Julio, Che, Chopo, Rambo... y viendo saltar los tapines le dijo a Verduras: «Hay ostias en todas las direcciones!».
Los del club de Cistierna tenían la esperanza de ganar en las cuatro categorías, lo hicieron en tres
Eso mismo ocurría, y parece que va a ocurrir todo el año, en medios; ojalá las lesiones no jueguen la mala pasada del año 2023. Pasó Víctor pero en el camino le esperaba otro de Cistierna que también venía de ligeros, David Riaño, y ese pistolero silencioso que es el chaval de Chucho se llevó el gato al agua como se lo volvió a llevar en la final, nada más y nada menos que con su compañero, amigo, maestro, ídolo:Moisés Vega, La Roca, que se sigue probando después de su larguísima lesión y ya se mostraba satisfecho con estar en la final y tener eso que llaman los modernos «buenas sensaciones».
En algo coinciden todos: «Esto no ha hecho más que empezar». No los vencedores lanzan las campanas al vuelo, ni los perdedores tiran la toalla.
En la grada, mirando atentamente, está Tomás González, Tomasuco de La Vecilla: «¿No te apetece bajar a medios?».
- ¡Quita, quita! Ahí ya no entran más; vamos a pasarlo bien.
Ya le tocaba saltar al centro, era la hora de semipesados para Tomasuco. Sólo son siete pero tiene, lo sabe, dos rivales difíciles: Rubo, de Valdorria, con quien conversaba animadamente de su oficio común en el Ejército; y el de siempre, Rodri ‘La Perla’. Y con los dos se tuvo que medir. Y con los dos tuvo problemas que solventó como siempre, con calidad, fuerza y una habilidad como pocos para dar la vuelta a las caídas cuando parece que ya va vencido.
Uco ha vuelto como si no se hubiera ido y cuando Rodri le levanta entre los de Cistierna se rompe un sueño: que luchadores de su Club ganaran las cuatro categorías. Lo hicieron en tres, Tomasuco sigue siendo mucho.
Pero el ‘disgusto’ de los de Cistierna se lo borró pronto Pedro Alvarado, El Kamikaze que ya es menos Kamikaze pero lo sigue siendo. Le bromeaba Moisés con que no le hacía caso de sus consejos y él, con su eterna sonrisa, decía que «soy autodidacta».
Es autodidacta y también lleva camino de ser un luchador de época. Ayer impresionó. Unai del Campo, que no es cualquiera, apenas le duró cinco o seis segundos; a Abel Isaí Cabero, que no es cualquiera, le sacó tres cadriladas seguidas nada más comenzar la final que los que aguantaban en la grada cuchicheaban eso de que «Pedro ya es lo que creíamos que iba a ser».
Él sonríe. El que sigue dando pasos es David Andrés, ayer tercero, derrotando al reaparecido Liquete.
Sandra, Luzma y Edi inauguran el casillero del año
La categoría femenina, que abrió el corro, empezó más fría, en ligeros y medios, con solo cuatro luchadoras en medios y cinco luchadoras, cada categoría y ausencias, como la de Priscila, la invicta de hace dos años.
En ligeros, con tres jóvenes enfrente, también ella lo es, se impuso con su lucha habitual Sandra López;fundamentalmente jugando la cadera. Se midió en la final a Ainoha Fierro, una rival de lucha abierta que le viene bien a Sandra y así ocurrió, con dos golpes de cadera solventó la tarde la de Valdesogo de Arriba, mientras Alberto Dìez recordaba como «esta maña le dio muchos triunfos a Tamarina»;se lo explicaba a su hija Ana, tercera al final, a la que bromeaba con sus pocas ganas de entrenar: «Igual llegaste pasada de entrenamiento».
En medios, también Luzma Carcedo, la gran favorita, estaba rodeada de tres jóvenes, entre ellas las debutantes de Valencia de Don Juan Soukaina Auoli y la de Argovejo, Amaya Burón. No le pudieron plantar cara a Luzma, aunque Olga sí salió en la final dispuesta a dar guerra y mostrar la ‘raza’ que lleva en sangre, pero es muy superior, de momento, La Pantera de Villanueva del Condado.
El combate complicado la había tenido antes, en la previa, donde se midió a ‘la otra Riaño’, Beatriz, campeona de tantas cosas. Fue bonito el combate, con alternativas y la semilla de la esperanza de que veremos un bonito enfrentamiento para todo el año. Luzma dio primero, Bea, como siempre, sonríe;y con rabia cuando no le sale bien la tarde.
Pesados se presenta muy abierta, pero ayer Édili supo aplicar la mejor fórmula en lucha: mañas
Pesados, como en masculina, fue la categoría más numerosa, con 9 luchadoras, las mismas que entre las otras dos categorías juntas y, en principio, la que tiene más aspirantes a la victoria pues hay muchas que ya han ganado corros:Karla Sofía, la campeona actual; las dos Lucía López —Dóriga y la de Prioro—, Edi García, Alicia Rodríguez... faltaba ‘La ciclón’ Cecilia y las cábalas también eran variadas.
Karla Sofía comenzó ‘reivindicando’ que es la actual campeona y derrotó a la siempre peligrosa cántabra Lucía López Dóriga, pero la coyantina cayó ante la recuperada Edi García, que siempre aplica con increíble sencillez el mejor arma de la lucha, las mañas, en esta caso el garabito. Y con la misma fórmula se llevó la final ante Lucía López, especialista en llegar a la final y a la que algo parece pasar cuando lo logra pues pocas luchadoras llegan tantas veces como ella.