En tierra de lucha nueva… bueno es que también hubiera novedad. Y la hubo. Y pronto. Sergio López, el ejemplar luchador de Grandoso, todavía con los restos de la adolescencia en la cara, que no en los brazos, Uno de esos luchadores nuevos con corte antiguo, de los que hacen felices al abuelo Amable, un personaje de esos que merecen todas las alegrías y el chaval le va a dar muchas, como la de ayer en Cármenes, donde salía del corro con una sonrisa de esas de chaval asustado «por lo que he hecho».
Y había hecho un corro de esos en los que parece que vienes de tapado y acabas subido en el primer cajón del podio. Pero no de casualidad pues a otra victoria de Santi El Míster, que celebraba su santo, su cumpleaños y traía los ánimos intactos tras la victoria de Cea. Y llevaba camino de lograrlo después una preciosa semifinal ante el líder, Florián, con dos medianas de esas que solo aguanta él antes de darla hacia adelante.
Pero en la final se le rebeló, pese que al agarrarse desde el grupo de luchadores se temían lo peor para el de Grandoso al ver ajustar el cinto a Santi. «Le tiene apretado hasta el alma». Sin embargo, ‘la saeta’ de Grandoso le dio la vuelta a los golpes de Santi, contraatacó con maña y raza y sumó dos enteras sin posar la espalda nunca. Sonrió mirando hacia los suyos, levantó a Santi y éste le levantó y mantuvo tiempo arriba para que el chaval disfrutara de su primera victoria, que todo el mundo recibe bien pues Sergio es de esa raza de los que todo el mundo celebra sus victorias.
Santi ‘El Míster’ llevaba una gran tarde, era su santo y su cumpleaños... pero se le atravesó ‘La Saeta’
Y se fue con los suyos, musitando una y otra vez “gracias”, no es soso, es tímido y también tiene que acostumbrarse a ganar, a que sea “un día más en la oficina”, que diría Ramonín.
- Una cosa piensas al salir y otra pasa en el corro; explicaba El Mïster, en esa versión nueva de “El que carretea, entorna”, del añorado Tasio.
Y después de la novedad en tierras nuevas, llegó el carrusel de “los viejos” (campeones, se entiende). En medios, La Roca sigue su camino de ser La Roca que fue antes de la lesión. Pedro Alvarado le ve caminar y comenta: «Mira qué cuerpo. Por abajo no le entras, por arriba te tranca y te mata».
La Roca llevaba encarrilada la final con caída y media, pero surgió el mejor David, que le empató... pero cayó
Pero medios no está para ser un camino de rosas, aunque La Roca sigue haciendo camino. Tuvo que deshacerse de Gasi primero, después de Fer y finalmente se vio en la final con su paisano y alumno David Riaño. Nos regalaron una final de esas que se convierte en un regalo para pueblos que, como Cármenes, acoge la lucha casi por primera vez. Parecía una victoria más, Moisés se puso pronto con caída y media, pero sin rendirse El Pistolero Silencioso usó sus balas, con garra y clase, dio la vuelta a lo imposible… y empataron a caída y media. A la hora de la verdad. Y fue para Moisés. Vuelve a asustar La Roca.
Y si lo de La Roca empieza a ser lo esperado. Lo inesperado con Tomasuco en medios ya no es que pierda, es que le tosan. Y ayer se puede decir que hubo noticia porque el joven Alberto del Cojo le pilló y le dio una entera; aunque el de Los Espejos se mostraba muy en luchador y explicaba: «A este deporte ganas dando dos caídas, con una te felicitan si es a Tomás pero si no rematas que te queda la cara que me quedó a mí», le decía a Unai, que le felicitaba por la caída a Uco y otra que le dio a Rodri en la lucha por la tercera plaza.
Por cierto, esta superioridad de Uco eclipsa otros combates que se ven en semis de mucha calidad, como por ejemplo los que ofrecieron Adri y Rubo primero o Adri y Rodri después, con victorias para el de La Sobarriba en las dos ocasiones y el sueño de los aficionados de que Adri se siga acercando a Tomasuco, que también es el sueño del luchador pero ayer se cruzó nuevamente con la máquina perfecta y no le pudo dar ninguna caída.
Y si Alvarado hablaba del cuerpo de La Roca los demás hablan del suyo. Cada día impresiona más el antiguo Kamikaze con sonrisa de niño y cuerpo de leyenda. Las apuestas son como con Uco y ayer se lo puso muy difícil un viejo zorro, Caberín el de Valdearrcos, motivado, con un plan claro. Logró llegar empatado a cero y en los 30 segundos de alargue el de Cistierna ejecutó uno de sus remolinos de furia, justo cuando el viento soplaba de Pico Gallo y Bodón y anunciaba que en la montaña era la hora de acabar. Tres horas ya está bien, pero le quedaba la final con Unai, siempre con ganas, siempre con un plan, siempre con la sacudida de culebra, siempre con buen rollo con la grada... pero es que Alvarado no estaba para bromas después de la paliza con Caberín.
Tres clásicas, la llamada de la sangre y la de la raza
A ligeros femenino le corresponde cada corro abrir el fuego, en estos días de la ola de calor bajo el fuego del calor. También ocurrió en Cármenes, donde iban llegando los aficionados que, en muchos casos, descubrían este deporte, con muchos asturianos a los que sorprendió y algunos locales que lamentaban no haber conocido este deporte suyo, como el noblote Jesús, que se preguntaba: «¿Y no hay nadie que me pueda enseñar a mí?».
- Que te enseñe Rebeca; le decían recordando que ayer este pueblo del Alto Torío sí tenía una luchadora local, Rebeca, la nieta de Tines el de Canseco, el eterno cobrador del coche de línea. Pura raza. Y la joven, que habitualmente compite por La Matica (pueblo de su padre) ayer lo hizo por Canseco. Y cumplió con creces, se metió en la final. La llamada de la sangre.
Pero hemos avanzado mucho. La tarde arrancó con una categoría de ligeros en la que se sintió que era día laborable, que tampoco estaba la Escuadra de las Nómadas... y solo tres se presentaron que estrenaron el nuevo sistema de ‘final a tres’, todas contra todas, y en sus dos combates iniciales ya dejó Beatriz Riaño sentada su superioridad y su nueva victoria, que la asienta en un liderato cada día más claro.
Bea Riaño, Luzma Carcedo y Edi La gemela se llevan un corro en el que fue finalista la local Rebeca
En medios, además de ver en casa a Rebeca, de agradecerle la raza que le puso para quedar bien con los suyos, y quedó, hay una batalla que a los aficionados gusta mucho, la de Priscila y Luzma. Son diferentes en sus armas pero, tal vez por ello, se igualan en ellas. Ayer Luzma, que no duda en acudir también a sus medallas, se mostró ciertamente superior en la semifinal en la que se midieron, no le dejó dar ni media caída a una Pris a la que también motivaba una buena actuación que brindarle a su buena amiga Sandra, trabajadora en un local de hostelería del pueblo. No pudo ser.
Y en pesados, la aparentemente frágil Edi, que no lo es, mascullaba para sus adentros que «ya está bien... hoy por mis narices que me reencuentro con la victoria». Y lo hizo. La raza. Aunque le planteó problemas, como siempre, López Dóriga y también le dio media en la final Paola, que cada día deja más detalles. Y estar en la final después de ganar en Cea... no es cosa menor.