Corro de La Vecilla: "Ya se está montando la truena"

El regreso de El Míster complica la victoria de Ibán; Moisés gana pero ‘se las tiene’ con Víctor; Clemente se resarce derrotando a Tomás en casa y ‘El Oso’ vuelve a ganar

Fulgencio Fernández
08/08/2016
 Actualizado a 13/09/2019
El combate más esperado, la revancha entre Clemente y Tomasuco, no decepcionó, y la victoria fue para el de Tendal, que se tomó revancha. | FULGENCIO FERNÁNDEZ
El combate más esperado, la revancha entre Clemente y Tomasuco, no decepcionó, y la victoria fue para el de Tendal, que se tomó revancha. | FULGENCIO FERNÁNDEZ
«Se está preparando la truena»dice un ilustre veterano cuando veía cómo en cada categoría había combates «esperados»y con esa tensión que tanta falta hace. En la mente de todos estaba que hoy era la revancha del Tomasuco-Clemente de Lugueros 24 horas antes;todos los aficionados saben que hay que guardar silencio en los Víctor Llamazares-Moisés Vega porque se cortan las palabras y conviene escuchar los comentarios entre dientes... Pero ayer se sumarona la fiesta nuevos motivos de interés en las otras dos categorías. En ligeros regresó Santi Fernández, El Míster de Cistierna, especialista en meter presión a la olla y al cinto y poner cara de ¿pero qué pasa aquí? y en pesados reapareció El Tigre, y tuvo la cara buena y la mala, como es tan habitual en él, pero buena falta le hacen a pesados alicientes pues al acabar de medios «el desfile de gente a ordeñar»fue preocupante.

Suele ser un buen corro el de La Vecilla, y lo fue, donde tiene aliciente hasta el que cuida el prao, Pablo, que llevaba toda la semana persiguiendo al topo.«Tuve que hablar con él por la mañana para hacerlo por las buenas porque ya veía que no podíamos con él, y mira que el Dylan (el perro) decía que había que darle matute, pero nada, tuvo que ser con diálogo».

Vamos por orden, por un día. En ligeros, la categoría de muchos aspirantes a dar la sorpresa, pronto cayó el co-lider, Mario, al que tiró el otro líder, Ibán, que empezaba bien la tarde.

Pero los entendidos decían «está ahí El Míster». Yél cómo que no quería cosa, disimulando. «De estos rapaces no conozco ni a la mitad». Ibán sonríe cuando dice que a él sí le conoce. «Ysi no me acuerdo yo se acuerdan las costillas».

Regresó ‘El Tigre’ con una victoria ante Víctor J. y su show, ‘El Oso’ ganó el corro y Bulnes es más líderY se vieron en semifinales. Acara de perro, ¡cómo no!, y salían discutiendo, por lo de siempre. Ibán se queja de lo que aprieta Santi, y El Míster le dice que «hincha la barriga para que no pueda hacerlo como quiere».

Ganó Ibán, pero es evidente que se está preparando la truena, que dice la cátedra ambulante.

En la final se había metido ‘el otro Del Blanco’, Dani, que había tirado a los dos chavales de Cerulleda y a Javi Oblanca en semifinales. Nada pudo hacer con un Ibán consciente de que el trago duro ya había pasado y no está el año para regalos. Ya es líder en solitario.

Yen medios la truena tiene un nombre:Víctor-Moisés.Yla hubo, en semifinales, pero antes pasaron cosas, como un precioso combate entre Rubo y Samuel, aunque Rubo, que ganó, nada pudo hacer con Víctor Llamazares.

LLegó la truena. Se hizo el silencio.Pasó de todo. Se adelantó Víctor con una entera que Moisés protestó por entender que era media;después Moisés fue recuperando media a media, con alguna protesta de Víctor... Fuerza para regalar, tensión evidente,mucha preocupación que se notaba en dos tipos metidos abajo como lapas... Yvictoria para Moisés.

Ycuando la truena coge otro camino el que saca tajada es Diego Arce, que como dicen las madres «está hecho un mozo», lucha mejor que nunca y pone cabeza. Yraza. Llevaba caída y media y la segunda, la media, llevaba todas las trazas de entera —hasta el punto que El Halconero gritó:«¡¡¡Ostia, ostia!!!, que lo lleva»— pero casi en el suelo el de Cistierna se dio la vuelta.Moisés nuevamente tenía que remontar. Y lo hizo. Con dos enteras.

Yllegó la hora de la verdad. Semipesados. El local con más futuro de la historia del pueblo, Tomasuco, y el campeón de todo, El Junco. Sus caminos no se cruzaron hasta la final. Clemente dejó en el camino a Cristian, Alvarado y Ares;Tomasuco a Sansón Cabero,y a Rodri, un camino complicado, pero los dos llegaron con suficiencia.

Clemente y ‘Tomasuco’ protagonizaron la final más esperada, pero ‘El Junco’ supo ser veterano y sabio De Clemente no se dice, como de Moisés, que es malo medirse a él al día siguiente de perder, y más si eres quien le ganó, pero es una evidencia. Tomasuco estaba en casa, con la familia, los niños de la casa animando como hacía él cuando luchaba su hermano David. La truena estaba montada. Pero El Junco no dio opciones, dos caídas y media a cero, la primera en siete segundos, certificaron la tarde, el combate más esperado. El resultado engaña, Tomasuco dio la cara en cada caída. Así lo decía David:«El niño, muy bien».

Yes que sería malo olvidar eso, que es un niño, que siempre hacer el triple de lo que se espera de él.

Había mucha gente esperando este combate, tanto que al finalizar fueron muchos los que desfilaron hacia la puerta.«La hora de ordeñar», bromean los que nunca se van.
Quedaba pesados. La novedad es la nueva presencia de El Tigre Acosta, con un hombro hecho polvo pero... La ausencia Caberín, el interés por ver si Víctor J. vuelve a ser el de Lugueros. Le toca con El Tigre y el de Santo Domingo da la sorpresa, gana el combate y monta el show. Levanta los brazos, saluda y reta, grita:«Dije que El Tigre volvería y aquí está». Unos ríen, otros aplauden, otros silban... La truena.

- Todavía no has ganando nada;le recuerdan. «Pero lo ganaré», se pone bravo y no tarda en comerse sus palabras pues en la siguiente ronda cayó con Jesús Quiñones, a falta de unos pocos segundos, por una suelta y con anécdota. Él se soltó y les dice a los árbitros:«Va suelto, va suelto». Más risas, mientras Jesús aclara:«El que se soltó eres tú».

Después del show vino la lucha. Yen ésta ganó El Oso de Pallide, pese a que estuvo muy titubeante con Jesús Quiñones, ganó por decisión arbitral después de tener subido arriba al rival casi los 30 segundos de la caída de oro. Más convincente se mostró en la final ante un Roberto Bulnes que vuelve a los puestos nobles y ya es un líder cada día más sólido.

No hubo color en la final. El Oso de Bulnes ni se parecía a El Oso titubeante de la semifinal y ganó bien, tanto que Pablo, el del topo y Dylan le decía:«Queda mucha miel, Oso, a comer».
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