Clemente Fuertes, El Junco de Tendal, ya era un grande de la lucha leonesa, campeón de las cuatro categorías y mil cosas más. Ganador de 362 corros oficiales, etc, etc... Pero de grande a leyenda, de excelente luchador a que sea obligatorio que hablen de tí en todos los filandones de lucha hay que protagonizar un hecho extraordinario, más extraordinario.
Un ejemplo. Una de las últimas leyendas fue Miguel el de Campohermoso, ganador de todos los corros que luchó durante 5 años seguidos. Mucho, pero... Y se retiró después de una polémica. A los cinco años, en una comida de la fiesta de su pueblo, surgieron las conversaciones, las apuestas, «tu hoy ya no ganas a nadie...». Y Miguel metió las zapatillas debajo del brazo, como hacía siempre, y marchó para el corro de Taranilla. Y ganó. Acababa de abrir las puertas de la leyenda.
Clemente llevaba cuatro años sin luchar —uno menos, pero Miguel cuando regresó tenía 30 años y él ya anda por los 42— cuando apareció otro día de Santiago en el corro de su comarca. Le tocó medirse a Javier Alvarado, a quien dio una caída y llegó la tormenta...
Ayer llegó la continuación de la fiesta. La segunda entrega para la gesta. Comenzó la tarde rematando el combate con el pequeño de los Alvarado y en semifinales le esperaba su pupilo Adri, ése que en La Sobarriba sueñan que sea su sucesor, que es mucho decir. Se adelanta Clemente —«lo buscaba para ir más tranquilo», reconoce— cuando el alumno le preparó una curiosa ‘engatada’: «Mira que luché años y nunca me habían trabado a pierna cambiada como me hizo. No sabía ni lo que pasaba e intenté sujetar como pude...».
Y en ese «como pude» llegó la duda a los árbitros ¿Qué pasó? Adri, todo nobleza, reconoce que se soltó y la media le allana el camino a la final a Clemente.
Allí le esperaba Moisés Vega. No es cualquier cosa, el ganador de las seis últimas ligas, todas desde 2014. Las gestas no se pueden escribir de cualquier manera, mejor contra el mejor, una Roca. Y nada más comenzar el combate supimos que había lucha de día histórico. Clemente, que seguía con la teoría de adelantarse, saca a Moisés, que aguanta muy bien, contraataca y entonces El Junco tranca, traba y cruza. No es el espectáculo de su famoso voleo con cruce pero es más difícil, más lucha. Sonríe. Sabe lo que ha hecho.
Y como se ha adelantado sabe como nadie dosificar. Aguantó el siguiente ataque y lo volvió, media... Y a rematar.
Lo hizo. La gesta se había cumplido. La Sobarriba suma otra leyenda, nació allí —tomando la expresión de ese léxico taurino que tantas ha exportado— «el quinto califa de la lucha».
Título que obliga a hablar de él en cualquier conversación de lucha. Mientras escribo, en la mesa de al lado, un ilustre de este deporte, Manuel Gallego Coca, se muestra contundente: «Está a la altura de Felipe y Cayo, de Bernardo, Ernesto... yo voy a los corros a verlo».
Ésa es la gloria.
Que me perdonen los luchadores de las otras categorías, en las que hubo también ‘cosas guapas’, pero no todos los días se puede ser testigo de una tarde histórica y de un nombre para la historia de un deporte. Por ejemplo, en semipesados Rodri estuvo en el modo Perla. Como hiciera Clemente demostró que hay lucha y mañas. Su combate con Tomasuco nos deja claro que se anuncia una temporada con uno de esos duelos que hacen historia.Los dos estuvieron en grande. Rodri en luchador, uno de esos tipos que se le caen los recursos del bolso, Tomasuco en su versión ‘tal vez loca’ que tanto gusta a la afición. Ganó Rodri, pero lo mejor no es lo que pasó sino lo que anuncian para el futuro.
Rubo le tuvo que levantar la semifinal a Liquete, que se le adelantó, y también sembró sensaciones pero si Rodri está en modo Perla... Y estaba.
En pesados se van sumando efectivos. Víctor J. impone su humanidad y volvió a meterse en la final, tiró a Jesús Quiñones, pero la final un duro trago para él pues siempre llega justo de fuelle y allí le esperaba Pedro Alvarado, a quien se le da bien este peso pues ya ganó otro corro en él, en su Cistierna. Venía de un duro combate con Bulnes pero es joven y le sobra fuelle y fuerza. Dejó a Víctor que se cayera de maduro y se llevó el corro. Pesados sigue siendo un carrusel.
Y se disputaron dos categorías de femenina, con buenos augurios. La campeona de medios, Bea, cayó ante Priscila y Edi, la gemela volvió a mostrar la lucha que lleva dentro y no siempre saca. Ayer sí lo hizo y se impuso con solvencia.
En pesados sí ganó la campeona, La Ciclón de Yugueros, Cecilia García, que desprende energía y ganas desde la presentación hasta el último agarre. No le pudo arrebatar la final una Alicia con muchas ganas pues luchaba en su tierra y seguramente quería escribir su nombre en el palmarés del día que su paisano Clemente hizo historia.
Corro de Valdefresno: Clemente: ‘El quinto Califa de la lucha’
‘El Junco’ de Tendal, que regresó después de cuatro temporadas y con 42 años, logró la gesta de ganar derrotando en la final a ‘La Roca’, el campeón de las 6 última ligas
02/08/2021
Actualizado a
02/08/2021
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