Había ciertas dudas sobre cómo podía afectarle a la Cultural y Deportiva Leonesa las dos semanas de parón obligado tras detectarse un brote de Covid en el seno del equipo. Se dudaba si el virus podía dejar secuelas físicas en los afectados, sí podía afectar la falta de actividad al equipo. Pero lo que sí que nadie podía esperar es que la secuela más visible del parón y que le costó dos puntos al equipo leonés fuera una falta de puntería que le llevó a ser incapaz de hacerle un solo gol a un Lealtad que vino a León a por un punto y se lo llevó.Y es que no tiene más explicación el empate que esa falta de acierto, porque el equipo leonés generó ocasiones más que de sobra no para ganar el partido incluso con comodidad, sino para golear al Lealtad, que tampoco le hizo sufrir en defensa si bien los nervios al no llegar el gol y con el paso de los minutos supusieron más inquietud en la portería propia que peligro real del rival.
Porque de más de una decena de oportunidades claras dispuso una Cultural incapaz de ver portería a pesar de presentar un once de muchas garantías, aunque con algunas consecuencias del brote como pudo ser la suplencia de Rodas, Sergio Marcos o Héctor e incluso la ausencia en la convocatoria de Julen Castañeda.
Más allá de eso, a los 10 minutos de partido la Cultural podía haber dejado ya el partido visto para sentencia con hasta dos mano a mano ante el portero visitante Busmann, al que de haber algún ojeador de la federación polaca en el Reino no tardará en estrenarse como internacional. Porque el guardameta se convirtió en el héroe de su equipo sin esperar demasiado para ello. Solventando primero un uno para uno contra Dioni tras alcanzar el malagueño un rechace tras disparo de José Carlos. Un par de minutos después era Pipo el que dejaba solo a Bravo ante el polaco, que sacaba una sensacional mano para solventar la clamorosa ocasión.
Suele ocurrir en estas situaciones que a algún jugador se le suele señalar especialmente entre tanto fallo y en esta ocasión el dedo apuntó a Bravo. El madrileño estuvo muy activo, siempre en el lugar indicado... pero le faltó el gol como al resto de sus compañeros, aunque en su caso dispuso de más de una ocasión para lograrlo. Tras esa primera oportunidad clara, un balón ganado a la espalda por Dioni permitía al ex de la Ponferradina encontrar el balón el largo para plantarse de nuevo ante Busmann y sacar éste una nueva mano salvadora para los suyos. Pero no sería la última de la primera mitad, porque una buena combinación entre Pipo y Samu Araújo permitía al lateral poner el balón atrás para que de nuevo Bravo rematara desde el punto de penalti sacando el balón bajo palos un defensor asturiano.
No se había cumplido ni media hora de partido y la Cultural había dispuesto de ocasiones más que clamorosas para llevarse una renta cómoda al descanso después de pasar más de 40 minutos jugando en campo rival. Eso sin estar especialmente brillante, porque especialmente Kawaya no tuvo su día y apenas supuso peligro para la zaga visitante más allá de una falta botada por él y que sacaba de nuevo Busmann con ciertas dificultades en lo que fue la última ocasión antes del descanso.
Con cierta polémica por el tiempo añadido por un colegiado muy desafortunado y que desató las iras del público tras las continuas pérdidas de tiempo del Lealtad casi desde el inicio, el encuentro llegaba al entretiempo con una Cultural dominadora y que apenas había sufrido en defensa más allá de algún balón parado que era el único arma para acercarse a la portería defendida por Zubiaurre.
Requería la segunda mitad poco más que puntería para que el equipo de Idiakez lograra llevarse el partido, pero tampoco lo conseguiría. Le bastó cinco minutos a la Cultural para comprobarlo, cuando Eric Montes dejaba solo ante el guardameta de nuevo a Bravo, pero el madrileño cruzaba demasiado su disparo y la mandaba fuera.
Esquivaba el gol a la Cultural de todas las maneras posibles y con el paso de los minutos al equipo le costaba seguir generando ese caudal de ocasiones que venía consiguiendo hasta el momento. Llegó a pedir también el equipo leonés un penalti por mano tras remate de Bravo, pero el colegiado hizo oídos sordos a las protestas. Además, sobre la hora de juego un córner botado por el Lealtad ponía por enésima vez en evidencia la capacidad de salida de Zubiaurre y desataba el estado de nervios en una grada consciente de que tanto perdonar podía costar muy caro.
Movió en ese momento el banquillo Idiakez con un triple cambio que sirvió para dar entrada a Ciampichetti, Sergio Marcos y Luque. Y si bien es cierto que eso mejoró el centro del campo culturalista, apenas tuvo incidencia alguna en el cuarto final de campo. De hecho, Ciampichetti no llegó a recibir ningún centro en lo que a priori parece su fuerte, si bien la Cultural lo siguió intentando de todas las formas hasta el final del encuentro.
Precisamente el argentino tuvo la primera de varias ocasiones claras en el tramo final del encuentro tras caerle un rebote dentro del área y rematar mordido fuera.
Tendría una más la Cultural en las botas de Dioni, que se inventó un disparo desde fuera del área que el sensacional Busmann sacaba de la escuadra con una nueva mano milagrosa. Era la última para un equipo negado para el gol que se deja dos puntos en su regreso a la competición y no empieza con el mejor pie un mes en el que se juega media temporada.