Tiene algo la Cultural y Deportiva Leonesa con la Copa del Rey que hace que, sin importar en qué situación llegue al partido, el equipo leonés siempre compita en este torneo sin importar demasiado qué rival tiene enfrente. Este miércoles el Reino de León se quedó a las puertas de vivir una nueva noche mágica y es que le tocó a la Cultural volver a conocer la cara amarga de la Copa del Rey, esa que la pasada campaña le echó en la prórroga ante el Granada o que la anterior le dejó a solo un par de penaltis de eliminar a dos equipos de competición europea. Otro equipo de superior categoría, en este caso uno puntero de Segunda como el Leganés, sudó de lo lindo para no ahogarse a orillas del Bernesga teniendo que esperar hasta la segunda parte de la prórroga para llevarse el partido.Porque la versión copera de la Cultural volvió a demostrar que, cuando quiere, el equipo leonés es capaz de competir desde la seriedad, la capacidad de sufrimiento y la fe en poder obtener un buen resultado. Así, la era Curro Torres arrancó con el técnico en la grada, un exjugador como Soto en la banda y buenas sensaciones que deben ahora refrendarse en lo verdaderamente importante, la liga. Tratar de medir a una nueva Cultural en apenas dos días de entrenamientos y en un contexto tan diferente como el que propone la Copa es un imposible, pero sí que se pudo comenzar a ver qué puede querer el nuevo técnico del equipo.
Y eso pasa principalmente por acentuar más aún un sistema como el 4-4-2 que si bien ya había utilizado el equipo leonés con Ramón González, nunca con esas señas de identidad. Con los extremos muy pegados a la línea de banda, un pivote muy marcado dando libertado al otro centrocampista y una presión no tan alta, pero sí muy grupal, la Cultural de Curro Torres mostró un inicio prometedor, no exento de sufrimiento ni con la capacidad de borrar de un día para otro los errores que viene acarreando desde el inicio de la temporada.
Así, apenas pudo hacer otra cosa el equipo leonés que achicar agua durante prácticamente la primera media hora de partido. Nafti repartió minutos, pero eso no quitó para que una plantilla con jugadores de primer nivel y con mucha experiencia en Primera División demostrase estar capacitada para mandar en el partido. El dominio, eso sí, no se tradujo en ocasiones claras y de hecho fue superada esa media hora cuando llegó la primera ocasión clara para el conjunto pepinero con un error de Amelibia, que formó en una defensa hasta la fecha bastante titular con Rodri, Moreno y Castañeda. Ni Diego ni Quintillà en el rechace pudieron batir a Edu Frías.
Apenas se había acercado hasta ese momento la Cultural al área del rival y de hecho, prácticamente tampoco lo hizo para encontrarse con un gol. El colegiado pitaba un penalti cuanto menos riguroso en el lanzamiento de una falta lateral y Buenacasa, titular junto a Percan en punta, no perdonaba para hacer, sin saber muy bien cómo, el 1-0.
Llegaría sin pasar muchos más apuros la Cultural (apenas un disparo lejano de Randjelovic que detuvo Frías) con la ventaja al descanso, sabiendo eso sí que mantener el guión significaría al menos sufrir mucho. Nafti no dudó en sacar la artillería tras el entretiempo con Recio y Merino, a los que pronto se unió Bautista, algo que ciertamente se notó.
Bárcenas fallaba nada más arrancar la segunda mitad una de esas ocasiones que es más fácil marcar que mandar fuera y mantendría un dominio que, superada la hora de juego, daría su fruto. Una sensacional dejada de Bautista permitía filtrar el balón entre la defensa y dejar solo a Eraso ante Edu Frías, que batía inmejorablemente al portero en el mano a mano para hacer el empate.
De todo menos inmerecido, permitió el tanto reaccionar a una Cultural que a partir de entonces quiso ser más protagonista y de hecho acabó el tiempo reglamentario metiendo en el área al Leganés. Tan atrás le tuvo metido que de hecho Aarón, que había entrado por un activo Álvaro Juan, a punto estuvo de hacer sobre el descuento un 2-1 que hubiera hecho estallar el Reino. Un gran pase de Gaztañaga dejaba ante el portero al leonés, si bien muy forzado no alcanzaba a batirle. También la tendría Avilés, pero el extremo no tomaba la mejor decisión en la última jugada y llevaba irremediablemente el partido a una prórroga ya clásica en el feudo leonés.
Y ahí apareció una pesadilla para la Cultural. Bautista ya venía dejando muestras de su calidad, las suficientes como para no permitirle un regalo. La épica copera de la Cultural ha estado siempre vinculada a un portero revelación y Edu Frías perdió la oportunidad de serlo. Un error en la salida del guardameta permitía al ariete pepinero marcar a puerta vacía tras un centro desde la derecha que, por otra parte, Empis no puso demasiado empeño en evitar.
Pero no se rinde nunca la Cultural en la Copa del Rey y cuando el partido se marchaba al descanso de la prórroga, Gaztañaga se vestía de Castañeda ante el Atlético de Madrid para pegar con las mismas ganas un balón dividido dentro del área. La volea del vasco batía a Villar y hacía que el Reino volviese a creer en otra noche épica.
Esta vez cayó de nuevo cruz y si Aarón la tenía de nuevo con un disparo lejano que detenía Villar y que nadie alcanzaba a rematar en el rechace, el jarro de agua fría en una noche ya de por sí gélida lo puso, quién si no, Bautista. Avilés era en esta ocasión el que habilitaba al delantero para que, solo ante Frías, batiese por bajo al portero y dejase el camino copero de la Cultural esta temporada en un casi.