Dos meses y medio llevaba la Cultural sin salir de los puestos de descenso. Más de siete sin ganar dos partidos seguidos. A ambas rachas puso fin ayer el equipo leonés, que a la espera de lo que hagan hoy Barcelona B y Almería duerme fuera del pozo y recibe una tremenda inyección de moral y optimismo después de vencer 3-2 a un Tenerife que llegaba con el ascenso a tiro tras lograr seis victorias en los últimos siete partidos.Acabó su racha en el Reino en un partido de dos caras opuestas. De una primera parte de tremenda exhibición. Y de una segunda de interminable agoníapero final feliz. De un 3-0 y un baile tremendo, a un 3-2 con media hora por delante y un Tenerife volcado pasó la Cultural, que supo esta vez sí ser ‘perro’ y conseguir que se jugara lo menos posible, y tuvo la suerte de cara al toparse Casadesús con el palo en lo que hubiese supuesto el empate a 7 para el final.
En 22 minutos la Cultural hizo 3 goles, el primero tras ‘cantar’ el meta rival y el último de Ángel ‘a lo Messi’ Máximo rendimiento a una primera mitad en la que los leoneses fueron mejor en juego, intensidad y efectividad. En ella, cada balón dividido era leonés. Cada jugador tinerfeño que recibía el balón tenía encima un jugador de la Cultural, recordando a esa presión que tantos éxitos dio el año pasado y tan olvidada parecía este. En cada acción, se veía a alguien de ‘blanco’ mordiendo. Carácter y alma que hizo volcarse a la afición. Complemento perfecto al dominio absoluto, moviendo el balón y haciéndolo esta vez casi siempre en campo contrario, y sumándole un acierto casi perfecto de cara a la meta rival.
Cuatro tuvieron las de De la Barrera y tres acabaron en gol. El que abrió la lata, como en Barcelona B, con la colaboración del portero rival. El que la amplió, con un centro lateral y cabezazo perfecto llegando desde atrás. Y el que agrandó la herida, con una jugada más propia de Messi que de un lateral de Segunda División.
Aunque, antes de ninguno, antes incluso de cumplirse el primer minuto, se había quedado ya la Cultural con la miel en los labios en un cabezazo en buena posición de Rodri. Un partido más, perdonaban los leoneses. De nuevo, sobrevolaba el miedo a poder pagarlo. Mas no fue el caso, porque al cuarto de hora, a la segunda llegada, sí llegó el 1-0. El primero de los tres tantos que la Cultural marcó en sólo 22 minutos.
El Tenerife marcó el 3-1 en su primera ocasión y se puso 3-2 a media hora para el final tras un grave error de Palatsí Fue obra de Ortiz, poco acostumbrado a esos menesteres, pero que recibía el premio a su sensacional arranque gracias también a la ‘cantada’ de Dani Hernández. Tras pisar área, escorado hacia la derecha y sin casi ángulo al estar cerca de la línea de fondo, no sacaba el pase atrás que esperaba el portero sino un disparo al primer palo que tras golpear en el meta acababa en el fondo de la red.
¿El 2-0? Nacía en la banda derecha, donde Bastos volvió a demostrar que está ahora mismo tres escalones por encima de Carcelén. Controló a su par y creó peligro con sus incorporaciones, en una de las cuales ponía un centro perfecto que Señé llegaba para convertir en gol con un cabezazo aún mejor, abajo y pegado al palo.
La afición no se lo creía. En las pocas llegadas del Tenerife, que sólo daba sensación de peligro a balón parado, Iván González estaba perfecto al corte. En ataque, Ángel aparecía para marcar el gol de su vida. En una rápida transición el lateral, que entraba de inicio por la lesión de Víctor, pisaba área, sentaba con dos recortes a dos rivales, y se la cruzaba al portero con un disparo preciso y con efecto que entraba pegado al palo.
Las bufandas ondeaban en el Reino. Ver para creer. ¿Por fin un partido tranquilo? Obviamente, no, sino no sería la Cultural. Y es que, a tres minutos para el final, en la primera llegada tinerfeña con peligro, Mula recibía en la frontal y se sacaba un tremendo ‘zapatazo’ que superaba a Palatsí.
Rodri, Buendía y David García vieron su quinta amarilla y se perderán el partido en Granada De estar muerto, el Tenerife pasaba a irse al descanso con opciones de resurrección. Y de vestuarios salía un equipo totalmente diferente que cambiaba el encuentro por completo. Ahora eran los visitantes quienes apretaban. Y los leoneses quienes sufrían. Y las ocasiones las que llegaban. La más clara, de Acosta, en un cabezazo a placer tras salir a Palatsí ‘a por uvas’, se iba alta.
Le faltaba pegada a los de Etxeberría, pero se lo solucionó la Cultural con su regalo de cada día. Justo después de que, al pegar desde la frontal el rechace de un córner, Ortiz viera cómo por milímetros se iba por encima del larguero su disparo; y de que, en una falta colgada por Buendía, el árbitro no señalara penalti por mano de un defensor.
En el momento en que el choque parecía volver a nivelarse, Palatsí metió en el partido al Tenerife, al salir sin sentido fuera del área a por un balón al que llegaba Ángel, darla mal y dejar sola su portería para que desde 35 metros Casadesús demostrara su clase para evitar a los defensas y con su tiro flojo pero colocado meter el balón en la desguarnecida portería.
Los nervios eran máximos. En la grada y en el campo. La sensación era que, si se escapaba un 3-0, el golpe moral podría ser tremendo. Pero la Cultural supo evitar la tragedia. Sólo permitió la accióndel palo de Casadesús. Entre las pérdidas de tiempo y la contundencia atrás, los leoneses sobrevivieron y respiraron, aunque eso sí, con el ‘castigo’ añadido de que Buendía, David y Rodri vieron su quinta amarilla y no estarán en Granada.