La Cultural ya tiene la pieza que completa su centro del campo. Junto a Barri, Bicho y Kevin Presa, haciendo el cambio con respecto al año pasado por un Nico Toca que saldrá cedido, el equipo leonés ha cerrado el fichaje de Sergi Maestre, que como el resto de incorporaciones firma por una única temporada que se ampliaría en otra en caso de ascenso.
Buscaba el conjunto culturalista meter alguien veterano y experimentado que diera carácter a esta parcela del campo, que además de pivote pudiera actuar también de central dado que en esa posición sólo habrá tres integrantes puros a los que sumar a este jugador y al lateral Víctor Ruiz, y que además entrara dentro de unos parámetros económicos reducidos que eran los que tenía disponibles para esa parcela tras el esfuerzo hecho para las renovaciones de Barri y Bicho.
Y pocas opciones se ajustarían mejor a ello que la del elegido, un jugador cuya mejor versión intentarán recuperar después de que haya llegado a ser diferencial en la categoría, dejándole casi sin actividad durante dos años debido a un calvario de lesiones que por fin parece haber dejado atrás, puesto que en la segunda vuelta de la pasada campaña fue titular indiscutible desde su llegada al Sabadell, con el que sin embargo perdió la categoría.
Jugó dos 'playoff' a Segunda siendo clave en el Badajoz y era indiscutible hasta su lesión en el Albacete que subió
Maestre, mediocentro defensivo que mide 1,87 metros y tiene 33 años, jugó un total de 13 partidos, 11 de ellos de titular, con los de Óscar Cano. Es cierto que viene de descender, como Víctor Ruiz en el San Fernando, pero también que en el caso de los catalanes fue por la rémora que traían de la primera vuelta, puesto que en los choque que disputó el nuevo fichaje culturalista su balance fue de cinco victorias, cinco empates y tres derrotas.
Su debut con el Sabadell, el 4 de febrero de este año, fue su primer partido en 14 meses, pues de hecho en el periodo de dos años desde que se rompiera el ligamento cruzado en 2021 con el Albacete sólo pudo jugar 15 partidos, en menos de 500 minutos totales pues sólo en cinco fue titular, cuatro de liga en Segunda División y uno de Copa.
Con ese conjunto manchego que entrenaba Rubén de la Barrera y acabó subiendo a Segunda era titular indiscutible hasta sufrir ese problema, saliendo de inicio en los 15 partidos en los que estuvo disponible, y renovándole de hecho el conjunto manchego para jugar en la categoría de Plata, donde fue encadenando un problema físico tras otro impidiéndole tener continuidad.
Tras 14 meses sin jugar, en el Sabadell fue un fijo tras su llegada. Pese a bajar, en sus 13 partidos su balance fue de 5 victorias, 5 empates y 3 derrotas
Era su estreno en la categoría de Plata después de llegar a ser clave en algunos de los mejores equipos de Segunda B, pues ese ascenso con el Albacete llegó en su tercer 'playoff' a Segunda consecutivo, ya que lo había disputado los dos años anteriores con el Badajoz, con quien jugó 24 y 25 encuentros respectivamente en las campañas reducidas en cuestión de encuentros por la pandemia. En el equipo pacense, como luego en el manchego, llegó a ser capitán, lo que demuestra el peso que coge en los vestuarios.
Antes había jugado en la categoría de Bronce, prácticamente siempre siendo titular indiscutible en esa función de mediocentro defensivo, en el Real Murcia, el Badalona (durante cuatro campañas divididas en dos etapas), el Cornellá, el Olot y el Zaragoza B. La Cultural será ahora por tanto el octavo equipo del jugador catalán, que hace también su particular apuesta para recalar en un proyecto muy atractivo tras unos años complicados.