Muchas cosas han cambiado en la Cultural en los últimos años. Pero, por suerte, una de las que empieza a ser tradición no ha variado con el ascenso de categoría. Una vez más, en el partido más cercano al Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el conjunto leonés puso su granito de arena en la concienciación contra esta lacra.
Desde que en el ya lejano 2014 se permitió la entrada gratuita a todas aquellas mujeres que portaran una prenda rosa, la medida siempre se ha repetido. Lo hizo también este lunes contra el Albacete, siendo más de 200 las que trasladaron la ‘marea rosa’ que el domingo inundó las calles del centro de la ciudad a las gradas del Reino de León.
Muchas de hecho llevaban la camiseta de la carrera, otras un pañuelo rosa que ondearon al viento cuando las ‘madrinas’ de Almom León (Yohanna Alonso, Nuria González y Manoli González) hicieron el saque de honor.
Era el color de moda en la grada y también en el campo, pues no sólo vestía con él el Albacete, sino que los jugadores culturalistas llevaban un brazalete conmemorativo... que a muchos les duró poco, empezando a verse desperdigados por el campo con el paso de los minutos.
Estaba la ‘zona rosa’ en el espacio del fondo norte reservado habitualmente para la afición visitante, que como era obvio brillaba por su ausencia. Cosas de los horarios de la liga, que llevan a jugar un lunes por la noche sin que importe para nada lo que suponga para las aficiones. Eso sí, si luego se ven huecos en la grada donde enfoca la cámara, que no falte la multa de La Liga que este año ya ha sufrido el Celta.
Hubo rosa en el fondo norte con 200 mujeres, en las camisetas del Albacete y en los brazaletes de la Cultural No tiene ese problema de momento la Cultural, que ha cambiado la coletilla usada para responder cuántas personas irán al campo. «¿Habrá buena entrada?», se oía en la redacción durante la tarde. «Los 7.000 de siempre», era la respuesta que durante muchos años ha sido fija, pero cambiando el número por el 2.000. Y así fue. En concreto 7.662 según la cifra oficial, en lo que supone la confirmación de que el número de fieles se ha multiplicado.
Eso sí, disfrutar, más bien poco. De la sangría de goles de los primeros partidos, el Reino ha pasado a no festejar ni uno solo de su equipo en las cuatro últimas citas. Ni tantos ni apenas ocasiones, porque a los de De la Barrera les cuesta últimamente un mundo generar oportunidades... y este lunes el Albacete tenía claro que, cuanto menos pasara, mejor.
Con el empate como idea y objetivo claro, desde su planteamiento inicial con cinco defensas hasta las numerosas pérdidas de tiempo que el colegiado permitía en toda la recta final, llevó el partido a su terreno y sacó el punto que buscaba.
Un día para olvidar en una grada en la que el que fue el cántico mítico del ascenso, el ‘Gallar no falla, no falla’, se volvió a oír por primera vez desde su marcha aunque con Julen como protagonista; y en la que se escucharon los primeros pitos, tanto en algunas pérdidas de jugadores concretos como en el cambio de Rodri en el tiempo de descuento.
Queda mucho por sufrir. Mucho por luchar. La mejor noticia, que se sigue fuera de los puestos de descenso. Lo ideal de cara a todo lo que falta, afrontar cuanto antes que no hay más objetivo que la permanencia. Y que va a haber que sudar para conseguirla.
De color rosa y con ‘los 7.000 de siempre’
Contracrónica / La Cultural puso su granito de arena en la lucha contra el cáncer de mama / La afición se olvida de celebrar un gol, ‘regala’ sus primeros pitos y recupera el cántico mítico del ascenso
24/10/2017
Actualizado a
15/09/2019
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