Del protagonismo de Mario en la celebración, al recuerdo de Margarita o la visita preguerra

La Recopa del Ademar dejó múltiples anécdotas que incluyeron al ahora extremo del primer equipo que tenía 4 años, al peliagudo viaje a Macedonia o a la lanzadora de peso

Jesús Coca Aguilera
18/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Demovic, Hombrados y Garabaya, en lo alto del bus donde recorrieron Ordoño. | MAURICIO PEÑA
Demovic, Hombrados y Garabaya, en lo alto del bus donde recorrieron Ordoño. | MAURICIO PEÑA
Un título deja siempre muchas anécdotas, más si incluye viajar por Europa. Y aquella primera Recopa del Ademar tiene muchas, las cuales van desde el protagonismo en la celebración del ahora extremo del primer equipo Mario López, que tenía cuatro años, al accidentado viaje en semifinales a Macedonia o los numerosos detalles que dejó consigo la final frente al Cantabria.

Tanto el choque de ida como el de vuelta frente al conjunto cántabro fueron retransmitidos por Canal +, en concreto por Sportmania, y dejaron curiosas estampas en la grada entre aficionados de los dos equipos.

Y es que en la ida en La Albericia hubo 400 aficionados leoneses, capitaneados por la entonces pujante Peña Universitaria, si bien al ir a colocarse en los asientos que les habían asignado se dio el caso de que era donde se sentaba la Peña Teka de los locales. Podía haberse formado jaleo pero todo quedó en nada, siendo recolocada una afición cántabra a la que en el choque de vuelta, pese a que dos días antes ya se habían vendido todas las entradas, se les dieron no sólo las mismas 400 sino también 100 más que solicitaron.

La celebración comenzó en Santo Domingo, pero al estar cortada el agua todos se fueron a Guzmán a bañarse Existía una extraordinaria relación entre dos clubes separados por menos de 200 kilómetros, facilitando un viaje cómodo tras la odisea que el Ademar vivió en semifinales en Macedonia. En primer lugar porque las maletas se perdieron en Zurich durante el trayecto y en segundo por el estado de preguerra que vivía el país en ese momento, con las calles llenas de militares pues estaba en plena efervescencia el conflicto de los Balcanes y el temor de que, como por desgracia así sucedió, se extendiera también a esa zona.

En cualquier caso en Skopje ganó el Ademar logrando el pase a una final en cuyo partido de vuelta también fue protagonista la atleta leonesa Margarita Ramos, pues toda la plantilla ademarista salió con unas camisetas de apoyo hacia ella pues se la acababa de diagnosticar el cáncer al que ella también ganó.

¿La celebración? Fue muy larga. Subida en un autobús recorrió la plantilla del Ademar un Ordoño II lleno de aficionados rumbo a la Plaza de Santo Domingo, donde empezó la fiesta. ¿El problema? Que la fuente estaba sin agua, así que al grito de ‘aquí no hay agua, nos vamos a Guzmán’ jugadores y afición se fueron hacía allí, donde todos los jugadores (menos Kraljic) se llegaron a dar un chapuzón.

Dos días después los festejos se trasladaron al Ayuntamiento de San Marcelo, donde entre los típicos cánticos y proclamas destacó un niño de sólo cuatro años, que se llevó la primera ovación al aparecer antes que nadie en el balcón, le cogió el gusto tras el susto inicial e incluso siguiendo las instrucciones de Hombrados acabó cogiendo el micrófono y arengando a las masas como un jugador más. Era el hijo del vicepresidente Jesús López, un Mario López que casualidades de la vida lleva ahora ya más de seis años en la primera plantilla...
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