El exjugador del Ademar Denis Buntic, que jugó en León entre 2008 y 2011, fue detenido el pasado viernes en Bosnia y Herzegovina, donde reside, tras una denuncia de su esposa por maltrato continuado, que según declara al periódico croata 'Jutarnji' se prolonga durante 5 años.
Según su relato, la pareja había ido a presenciar un partido de balonmano a Mostar junto a su bebé de 9 meses y después de que Buntic consumiera alcohol y drogas al regresar a casa la golpeó durante 10 minutos que se recogen en una grabación de la que el diario croata ha publicado el audio. Asegura en su declaración que entonces fue cuando decidió denunciarlo "porque me dí cuenta de que no iba a cambiar y que lo único que iba a hacer era matarme". Sería ese el último episodio de muchos que también cuenta, afirmando que "el día antes del bautizo del niño le cogió en brazos y me pegó. Lo ha hecho incluso delante de gente, pero ni ellos querían testificar contra él ni yo denunciarle porque quería salvar mi matrimonio, creía que se podía arreglar y no pasaría otra vez, me dijo que no iba a beber, pero todo se repetía".
Klara Buntic relata que ese viernes consiguió escapar de la casa y llamó a la policía, que tras detenerle y esperar a que estuviera sobrio, encontró un arsenal de armas ilegales. "Había kalashnikovs, granadas, pistolas envueltas en sábanas debajo de la cama", asegura. "No me lo podía creer, alguna vez bromeaba con ir a pegar disparos con sus amigos, pero esto es terrible, si me llega a arrastrar donde estaban las armas estoy segura de que hubiera acabado conmigo". El sábado el exjugador de balonmano fue puesto a disposición judicial en el juzgado de Ljubusko, donde su pareja afirma que trabajó la madre del exademarista durante décadas, quedando libre. "¿Cómo pueden ser imparciales? ¿No deberían haberle llevado a otro juzgado? Está tomándose un café a un kilómetro de casa de mis padres teniendo una orden de alejamiento. Necesito protección, es la única manera de que un día pueda vivir tranquila con mi hijo".