Día de sustos, alegrías y decepciones

La Deportiva y la Cultural vivieron los últimos partidos de la liga en casa, donde pasó de todo, de la ilusión inicial y las alegrías de los goles a los sustos y la decepción final

25/05/2024
 Actualizado a 25/05/2024
Momentos de la celebración de la Deportiva con la grada de animación Durandarte 1922, tras el partido | SDP
Momentos de la celebración de la Deportiva con la grada de animación Durandarte 1922, tras el partido | SDP

La jornada de fútbol dejó seinsaciones muy diferentes, desde el Reino de León hasta El Toralín. De las alegrías agridulces de Ponferrada al homenaje de los leoneses a los recién ascendidos a LEB Plata, y con la desilusión de lo que podía haber sido y no fue.

La Deportiva se clasificó a la promoción de ascenso, pero no dejó las mejores sensaciones, aún así, los ánimos y las fotos del equipo con la grada quedarán para el recuerdo.

La afición volvió a aparecer en un día clave para el equipo y se volvió a ‘enganchar’ a un clavo ardiendo por el ascenso y nunca mejor dicho, porque el equipo no mostró su mejor imagen ni mucho menos, los ambientes grandes se le sigeun quedando ‘grandes’ al equipo y es una realidad.

La Cultural confiaba en el ‘milagro’, pero el Sestao fue el verdugo; la Deportiva sin brillar, celebra el ‘playoff’

El Teruel, un equipo descendido, metió el miedo en el cuerpo a los blanquiazules, pero todo tuvo un final feliz, por lo menos para los objetivos de la Deportiva.

La otra cara de la moneda fueron las sensaciones del Reino de León, donde la Cultural comenzó la tarde con el ran homenaje y tan merecido de los jugadores del equipo de baloncesto y con la ilusión de poder dar el ‘campanazo’ de la jornada esperando noticias desde Ponferrada.

Pero el Sestao fue el gran verdugo de la pequeña fiesta culturalista, homenaje y con victoria para cerrar la temporada y esperar noticias desde el otro lado de la provincia. Pero no fue así y los vascos, que se jugaban el descenso, dieron un zarpazo del que no se pudo levantar el equipo de Llona, sin poder despedir la temporada con su gente.

 

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