La sustitución no solo le sentó mal al brasileño. Cierta parte de la grada recriminó la decisión con pitos, una protesta a la que el técnico respondió con sorna. «Soy muy malo. Hago todo lo contrario para que el equipo no gane», ironizó. «Lo que diga la gente me da igual, haré lo que tenga que hacer con Yuri», sentenció.
En cuanto al juego del equipo, Díaz lamentó que se abusara del «juego directo» durante algunas fases del partido y reconoció que la expulsión de Insua condicionó el choque. «Ha sido muy importante. El partido estaba tan igualado que cualquier detalle podía desequilibrarlo y esta vez nos ha beneficiado», confesó el míster, que recordó que el tanto de Djordjevic, al que podría dar más minutos en los próximos encuentro, llegó a balón parado «donde menos se nota la superioridad numérica».
Garitano lamentó la falta de gol
Por su parte, el entrenador del Leganés, Asier Garitano, lamentó la falta de puntería de su equipo de cara a la portería de Santamaría. «Aquí hay que hacer un partido muy completo para sacar algo. Hemos competido muy bien, generando ocasiones, pero para sacar algo positivo fuera de casa hay que tener acierto de cara al gol», explicó.
Sobre la expulsión, el técnico consideró que era una entrada abajo «como la de Acorán», que no debería haber sido roja. «Esa pequeña diferencia te da para poder sacar un partido adelante o para perderlo, con una amarilla hubiera sido suficiente», señaló