Con el cambio de cromos como ‘dogma’ del fútbol actual, mañana en el Carlos Belmonte se ven las caras dos equipos que han conseguido escapar de esta dinámica. Manolo Díaz y Luis César Sampedro son dos de los cinco entrenadores que comienzan 2016 al frente del mismo banquillo en el que empezaron 2015, eso sí, con la presión de conseguir un resultado positivo para no meterse en un lío.
El Albacete recibe a la Deportiva en una situación muy similar a la del año pasado. Los manchegos consiguieron escapar de la zona caliente de la tabla en el último tramo de temporada, pero durante los dos primeros tercios fueron un inquilino habitual del descenso. Todo lo contrario que Manolo Díaz. Desde su llegada a la capital berciana en verano de 2014, el técnico madrileño nunca había estado tan lejos de la zona de privilegio (12º) y en caso de volverse de vacío a Ponferrada podrían estar más cerca del descenso que del ‘playoff’ por primera vez en 18 meses, un peligro que de momento no afecta al ánimo del míster, que pone a su rival como ejemplo de que cualquier equipo puede terminar sufriendo. «El Albacete es un equipo muy equilibrado, que ha mejorado muchas cosas respecto a la temporada pasada y que estaba tranquilo hasta que perdió tres partidos seguidos», recuerda Díaz.
Muestra de la importancia que da al partido de mañana es que ayer, sin tiempo para celebrar el año nuevo, la Deportiva tuvo sesión de trabajo y hoy también habrá entrenamiento antes de emprender el viaje a Albacete.
Los otros supervivientes
Junto a Díaz y Sampedro, Asier Garitano (Leganés), Carlos Terrazas (Mirandés) y Pablo Machín (Girona) son los únicos que han aguantado todo el año en el mismo banquillo, aunque el mal arranque de este último y las altas pretensiones de la nueva directiva lo dejan en la cuerda floja.