El Abanca Ademar aprovecha el suicidio del Aranda (33-26)

El equipo leonés, que ya ganaba de 7 en la primera parte, no da opción a un conjunto burgalés que jugó los 60 minutos sin portero en ataque y recibió 7 goles a portería vacía

Jesús Coca Aguilera
10/12/2016
 Actualizado a 02/08/2019
Vieyra intenta no caer desequilibrado ante el empujón de la defensa del Villa de Aranda. | MAURICIO PEÑA
Vieyra intenta no caer desequilibrado ante el empujón de la defensa del Villa de Aranda. | MAURICIO PEÑA
Ocho partidos, ocho victorias. Es la perfecta estadística que registra en el Palacio de Deportes el Abanca Ademar, que cerró con un claro triunfo (33-26) frente al Villa de Aranda una primera vuelta inmaculada en su feudo y solvente a domicilio, que le llevará a afrontar el 2017 con la segunda plaza a tiro pues sólo un punto le separa del Naturhouse La Rioja.

Números de ‘Champions’ corroborados ayer en un encuentro muy extraño y propicio a complicarse de haber caído en la trampa de la ‘táctica suicida’ que puso en escena el conjunto burgalés. Porque, con las nuevas normas, cada vez es más común ver a los equipos retirar al portero en inferioridades o jugar algunos minutos sin él aún con todos en pista buscando atacar siete contra seis. Pero, lo que no es ni mucho menos habitual, es usar ese recurso durante los 60 minutos de encuentro.

Fue lo que hizo el Villa de Aranda, que durante el choque al completo atacó sin portero... sin mucho éxito. Pudo sorprender de inicio, sobre todo gracias a que los espacios que provocaba los aprovechaba un Raúl Nantes que marcaba cinco de los seis primeros tantos de su equipo pero luego, defendido muchos minutos en mixta por JaimeFernández, no volvía a ver puerta hasta que restaban dos para el final; y en varias ocasiones le sirvió para habilitar lanzamientos en buena posición desde el extremo o con algunos de sus dos pivotes.

El Ademar se colocó 17-10 en la primera parte y la distancia ya nunca estuvo por debajo de 4 goles en toda la segunda mitad Pero mucho mayores que los beneficios fueron los perjuicios. Porque cada pérdida de balón e incluso fallo en el lanzamiento era ‘mortal’ para ellos. Hasta siete goles, dos de ellos de Biosca, marcó el Abanca Ademar a portería vacía; a los que hay que sumar los logrados en contraataques de primera o segunda oleada ante el descontrol en el repliegue de los jugadores del Aranda al intentar hacer el cambio.

Fue la clave de un encuentro en el que el Ademar abrió brecha en la primera mitad, llegando a irse hasta de siete goles, y el Aranda, si bien nunca se rindió, tampoco fue capaz de bajar ya por debajo de los cuatro, agrandándose en los últimos instantes la brecha hasta esa máxima diferencia de siete pese a estar en torno a cuatro o cinco casi todo el segundo acto.

De hecho, ya de salida, los de Rafa Guijosa mostraban sus intenciones de sentenciar por la vía rápida. Los ‘zambombazos’ de Vieyra y Costoya, muy activos en unos primeros 11 minutos en los que anotaban tres y dos tantos respectivamente, lideraban el ataque ademarista, que cogía de salida (3-0) tres goles de renta y, tras el amague de reacción del Aranda, que se ponía a uno (4-3), abría la brecha pronto hasta los cuatro (9-5).

Juanín, con 9 goles en 9 tiros, lideró a un Ademar en el que también brillaron un Simonet goleador y un gran Costoya Y aunque los de Senovilla volvían a recortar distancias colocándose a dos (9-7), sería un espejismo, porque ahí llegaría el tirón a la postre decisivo de un Abanca Ademar en el que Juanín comenzaba su tremenda exhibición.

Volvió a estar espectacular el extremo leonés, que arrastra un estado de forma excepcional. Sin error en el lanzamiento, acabó con nueve goles en nueve tiros, entre ellos uno excepcional, zafándose de rivales con el bote desde el centro del campo, que puso al Palacio de Deportes en pie y provocó el tiempo muerto del Aranda al disparar a seis (16-10) la diferencia a tres minutos para el descanso.

Porque, con un Simonet como casi siempre genial en la dirección y además esta vez con más protagonismo goleador como principal complemento a los tantos del extremo, el Ademar lograba un parcial de 5-1 con el que cogía su máxima diferencia de siete (17-10), que se quedaba en cinco (17-12) al irse al descanso.

No cambiaría el panorama tras el paso por vestuarios. Frenaba la sangría el Aranda, pero tampoco reducía. Los problemas en la portería del Ademar, donde Guijosa sentaba en esos segundos 30 minutos a Cupara, volvía a sacarle a pista y de nuevo ponía en escena a Biosca, permitían que los burgaleses llegaran a colocarse en varias ocasiones a cuatro (con el 20-16, el 21-17, el 23-19, el 24-20 y el 26-22), aunque nunca lograron dar un paso más.

Jaime, cuya mixta secó a un Nantes que metió 5 goles en 11 minutos pero acabó con 6, sufrió una lesión muscular Lo impedían sobre todo los lanzamientos de Costoya y un excepcional Simonet, que volvía a ser protagonista de un gran fly con Jaime, aunque esta vez siendo el argentino el que remachaba esa jugada que ambos empiezan a patentar.

Y por fin, la segunda salida a pista de Biosca, a 10 minutos para el final, acababa siendo decisiva. Entre sus paradas e incluso sus goles, volvía a los seis el Ademar, que se aseguraba un final de encuentro tranquilo pero sufría eso sí su peor noticia de la tarde con la lesión muscular de Jaime Fernández, al que un pinchazo obligaba a retirarse y convertía en duda para la Copa Asobal.

Un lunar para otra solvente actuación.Para otro triunfo de un Ademar que afrontará esa cita copera con licencia para soñar.
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