El aroma a cuando fueron los mejores

Contracrónica | La Cultural dio lustre con su juego al homenaje a Raúl Álvarez, único superviviente de la plantilla que disputara la temporada 55/56 en Primera

Jorge Alonso
12/09/2016
 Actualizado a 01/09/2019
Raúl Álvarez durante el reconocimiento que recibió en el césped del Reino junto a Marco Antonio Izquierdo. | JAVIER QUINTANA
Raúl Álvarez durante el reconocimiento que recibió en el césped del Reino junto a Marco Antonio Izquierdo. | JAVIER QUINTANA
Como diría el tío Ful, la Nueva Puentecilla fue ante el Somozas más Puentecilla que nunca al rendir homenaje la Cultural al único superviviente de la plantilla que la temporada 1955/1956 disputará la que hasta la fecha es la única temporada del club en Primera División.

Un 11 de septiembre de aquel año 55 la Cultural debutaba en la élite del fútbol nacional logrando una espectacular victoria ante el Deportivo Alavés por 4 -1 aún en el campo de El Ejido. En esa plantilla, un joven leonés, Raúl Álvarez, que entonces contaba solo con 19 años, era testigo de primera mano de un hito para la historia del club.

Esa temporada Raúl apenas jugó 6 partidos en los que eso sí, anotó tres goles en solo uno de ellos, precisamente en La Puentecilla ante el Celta de Vigo (4-1).

El delantero alargaría más su carrera en la Cultural, en la que militó cuatro temporadas más en la categoría de plata siendo testigo en ese tiempo no solo de lo mejor, sino también de momentos duros como el descenso a Tercera en 1962.

Un 11 de septiembre de 1955 la Cultural ganaba por un claro 4-1 al Deportivo Alavés en su estreno en la Primera División Sin duda el mejor ejemplo de lo que ha sido la historia del club y que ayer recibió el reconocimiento en nombre de los Vallejo, Barbeito, Rabadán, Miche, Cosme, César... que hicieron que la Cultural estuviera entre los mejores.

Raúl Álvarez no solo se llevó el reconocimiento de una grada entregada en la ovación o los detalles del club o la Asociación de Veteranos con una camiseta firmada por la plantilla que fue entregada por el vicepresidente Iván Bravo o otro mito viviente como Ovalle. Quizás el mejor homenaje que pudo recibir en el día de ayer llegó en el césped a cargo de los jugadores de una Cultural que invitan a soñar con algo grande esta temporada.

Como si de aquel equipo que goleara 3-0 al Valencia o que se puso por delante durante casi cincuenta minutos en el Bernabéu hasta que un tal Di Stefano se encargó de poner fin a la gesta,el aroma a cuando lucir el escudo en el pecho de la Cultural era todo un orgullo volvió a pasearse por la ciudad.

El objetivo en la grada entre los aficionados no era otro que el de echar la vista atrás y tratar de recordar cuando fue la última vez que veían jugar a su equipo de tal manera, jugando con su rival a lo ancho del campo como si de un equipo de alevines se tratara.

Sin embargo, en el ADNculturalista está el sufrimiento, y ni en un partido con tal sensación de superioridad el aficionado estuvo exento de ello a pesar de hartarse a aplaudir el juego de los suyos.

La ilusión asoma por el Bernesga y quién sabe si la actual plantilla se convertirá en los próximos héroes del culturalismo como aquel grupo que hizo grande a su club.
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