El vuelco a su historia de la Cultural

El equipo leonés regresó a Segunda 42 años después y enganchó de nuevo al fútbol a la ciudad tras ganar el Grupo y eliminar en el ‘playoff’ al Barcelona B con un mágico Gallar

Jesús Coca Aguilera
18/04/2020
 Actualizado a 18/04/2020
La plantilla mantea a Rubén de la Barrera tras lograr el ascenso. | MAURICIO PEÑA
La plantilla mantea a Rubén de la Barrera tras lograr el ascenso. | MAURICIO PEÑA
El 28 de junio de 2017 se rompió una maldición. La que llevaba padeciendo la Cultural durante 42 largos años, en los que el regreso a la división de Plata del fútbol español se resistía. En los que muchas veces llamaba a las puertas del ascenso, pero los ‘playoff’ le eran adversos y le dejaban con la miel en los labios. En los que los aficionados se acostumbraban al sufrimiento, empezando a pensar los más mayores que no volverían a vivirlo y los más jóvenes que nunca lo disfrutarían. En los que había habido momentos, algunos muy cercanos, en la que se rozó la desaparición.

Más de cuatro décadas sin pisar el fútbol profesional que llegaban a su final cuando los leoneses tumbaban en el ‘playoff’ de ascenso al Barcelona B, poniendo la guinda a una temporada de ensueño en la que brillaban en Copa hasta cruzarse con el Real Madrid, ganaban el Grupo I batiendo récords de puntuación y tras una últimas jornadas de infarto, y remataban la faena ganándole los dos partidos en la eliminatoria para subir al filial blaugrana.

La Cultural llegó a cruzarse con el Madrid en Copa tras superar dos prórrogas, la última con el Albacete Un final dorado para un año que tuvo como gran arquitecto a Rubén de la Barrera, que no sólo sacó la mejor versión de toda su carrera de muchos futbolistas, si no que consiguió que la Cultural ganara y convenciera con el mejor fútbol que se ha visto en las últimas décadas en el Reino de León.

Una campaña en la que el héroe absoluto fue Gallar, por sus goles y asistencias, pero también por su decisivo papel en la eliminatoria decisiva con el Barcelona B, donde marcó tanto en la ida como en la vuelta. En la que ese Toni al que desechaba el Valladolid maravillaba y daba ese salto de calidad que le ha llevado a estar en Primera durante las dos últimas temporadas.

En la que Benja se hinchaba a meter goles, superando la veintena ya sólo en liga. En la que Colinas enamoraba a la afición por su entrega, lucha y llegada con gol; Yeray y Mario Ortiz mandaban un partido tras otro en el centro del campo; Palatsí echaba el cierre a una portería que durante muchas jornadas había sellado Vallejo; Zuiverloon se erigía en el ‘jefe’ de un centro de la defensa en la que formaba un muro junto a Iván González; Bastos por la derecha y Forniés primero y Víctor después en la izquierda convertían en un arma choque tras choque las bandas culturalistas; y Jorge Ortí era un habitual revulsivo desde un banquillo del que también salía de forma habitual Iago Díaz desde el mercado invernal, en el que también había llegado un Regalón que jugó un papel clave cuando las lesiones se cebaron con la zaga.

Los leoneses sumaron 12 victorias en 13 partidos en la primera vuelta y hasta la última jornada no perdieron Ellos, junto a Antonio Martínez, Leandro, José León o Cano formaban una plantilla en la que hasta Navidad también estuvieron Cristóbal, Jaime Moreno y Morgado, y en la que desde el filial tuvieron minutos en algún momento de la campaña Touré y Abdullah.

Un bloque que no tardó en poner la directa, pues tras dos empates en los tres primeros partidos sumó siete victorias seguidas en liga que llegaron a ser 12 en 13 partidos y le permitieron asentarse en cabeza, cogiendo confianza desde el primer momento.

Que comenzó a creer en aquel 1-3 de la segunda jornada en El Toralín, en el que ese gran rival que es la Ponferradina partía como claro favorito recién descendido de Segunda, pero se estrelló contra un doblete del que acabaría siendo habitual ‘show’ de Gallar’.

Que tras sufrir y pasar en la prórroga en la primera ronda copera con el Laredo, eliminaba con claridad al Calahorra y en una batalla preludio del ‘playoff’, pues de hecho el Albacete también acabaría ganando su Grupo y subiendo, tumbaban 2-1 a los manchegos gracias al gol en la prórroga de Gallar, citándose luego con el Real Madrid.

La Cultural ganó los últimos cinco partidos de liga y tras recuperar el liderato a falta de 3 jornadas ya no lo perdió Que no mordía el polvo por primera vez en liga hasta la última jornada de la primera vuelta, en la que caía 2-1 con el Osasuna B, si bien después de eso sufría dos derrotas seguidas y encadenaba un punto de nueve, en el que fue el bache más pronunciado de la temporada.

Que veía cómo, en un año en el que con su puntuación debería haber estado destacado en el primer puesto, Racing de Santander y Celta B le aguantaban el pulso por un liderato que parecía escaparse a falta de cinco jornadas, cuando el filial vigués liderado por Borja Iglesias asaltaba el Reino y una semana después el Pontevedra le acababa empatando a los leoneses tras ir 0-2.

Que volvía a coger la delantera y a depender de sí misma a falta de tres jornadas, tras el inesperado 0-3 del Celta B con el Boiro y el 1-0 del Racing en Guijuelo, y ya no la perdía tras ganar sus últimos cinco partidos, incluidos el 1-4 con miles de leoneses en el José Zorrilla y el decisivo último frente al Osasuna B, al que se imponían por 1-0 con tanto de Benja y pese a jugar más de media hora con diez.

Gallar y Toni, con dos tiros desde fuera del área, encarrilaron el ascenso al ganar 0-2 en el Mini Estadi Todo para llegar a la eliminatoria decisiva, en la que tocó el teórico rival más fuerte, un Barcelona B lleno de talento y que acababa subiendo también aunque por el camino largo. Y es que por el corto lo hizo la Cultural, que encarriló la eliminatoria en el Mini Estadi, donde se impuso 0-2 en un partido que encarriló al cuarto de hora con un tiro desde fuera del área de Gallar y en el que otro lanzamiento lejano de Toni, a la escuadra tras una contra, amplió la distancia a la salida del descanso, tocando sufrir y encomendarse a un gigantesco Palatsí en el tramo final.

Sólo quedaba rematar la faena en León, donde como no podía ser de otra forma para cumplir con la tradición culturalista todavía hubo que sufrir, pues el filial se adelantó por medio de Alfaro y se fue ganando 0-1 al descanso.

El Barça B se fue ganando al descanso en León, pero una contra de Colinas y una falta de Gallar dieron el ascenso Por la cabeza de muchos seguidores leoneses pasó el pensamiento de ‘no puede ser, otra vez no’. Pero no, esta vez era diferente. Lo avisaba Colinas, cuando culminaba una contra para poner el empate. Y lo dejaba claro Gallar, que hacía bueno el cántico que se hizo popular de ‘Gallar no falla, no falla’ cada vez que se disponía a lanzar una falta, y clavaba por la escuadra una al borde del área para colocar el definitivo 2-1.

Los últimos instantes de partido fueron una fiesta
que se trasladó con el pitido final al césped, las gradas, las fuentes y por último a todas las calles de la ciudad y al repleto San Marcelo.

Por fin la Cultural lo había conseguido. Aunque la alegría duró poco, había dado un vuelco a su historia.
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