Giro de guion con el futuro de Ernesto Gómez. Si bien en las últimas semanas parecía más fuera que dentro por el deseo de la Ponferradina de dejar de contar con sus servicios una vez no hubo acuerdo para la reducción de su ficha, finalmente el extremo sí formará parte de la plantilla de la temporada 2024/2025.
El caso del andaluz ha vivido episodios convulsos. Al igual que sucedió con Pol Llonch, la Deportiva le manifestó la necesidad de renegociar su salario para que pudiera continuar en el equipo. Sin embargo, la rebaja planteada por el club fue demasiado considerable, por lo que el futbolista la desestimó. A raíz de ello, en El Toralín lo pasaron a situar en la rampa de salida y le colgaron el cartel de transferible a la espera de que alguna oferta pudiera satisfacerle. El Real Murcia fue uno de los clubes que lo llamó, pero el deseo de Ernesto siempre fue muy claro: quería quedarse en el Bierzo y cumplir el año de contrato que le queda.
Por esto, la situación entró en un bloqueo que se ha solventado en las últimas fechas. Ante la dificultad para sacarlo de la plantilla sin un pago alto de indemnización, la Ponferradina ya ha decidido mantenerlo en el equipo a las órdenes de Javi Rey, según ha podido confirmar La Nueva Crónica. El compromiso del andaluz con la escuadra blanquiazul ha jugado un papel esencial para que finalmente se cumpla su propósito de continuar en Ponferrada.
De este modo, y ante la próxima salida de Raúl Dacosta al Barça Atlètic, la dirección deportiva de la Ponferradina deberá acometer la incorporación de dos extremos para sumarse a las demarcaciones ocupadas por Álex Mula y el propio Ernesto. El mayor anhelo es el regreso de Yeray Cabanzón, tal y como adelantó este periódico, pero la operación está sujeta a la decisión del Racing de Santander sobre su futuro.
