"Es la decisión más dura de mi vida, pero la gente que dirige el club no es compatible con mis principios"

Las razones del adiós, los pasos que han llevado a él y las sensaciones que deja pasan por el análisis del ya exjugador del Ademar Mario López en una entrevista en La Nueva Crónica horas después de anunciar su marcha.

–¿Cómo se llega a esta situación?
–Parecía que todo estaba hecho, que había acuerdo, tenía incluso el contrato en mi correo electrónico desde hacía tres semanas y si no se había firmado y enviado ya escaneado era por circunstancias casuales, pero luego empieza el problema de los despidos, que entiendo que no procede sacarme del ERTE y enviarme al paro. Se intenta hablar, ellos tienen la convicción de que es la decisión correcta y mis asesores y abogados me dicen que no es así, así que visto que no hay actitud de diálogo y de acercar posturas tomamos la decisión de demandar para defender nuestros derechos. Entonces el viernes pasado tengo una reunión con el club, que pienso que es para firmar ya que no veo la relación que puede haber entre una acuerdo deportivo y una discrepancia legal, y cuando llego veo que la actitud de la directiva es de rencor o decepción, se lo toman como algo personal, no como que esté ejerciendo mi derecho a reclamar lo que creo que me corresponde, y me dicen que si no retiro la demanda no hay renovación.

–¿Te dicen que no hay renovación hasta que no se resuelva la demanda o que no la hay nunca si no la quitas?
–Me dicen que tengo un plazo, que tengo hasta el lunes para retirar la demanda y que si no ya veremos qué pasa. Lo que me molesta es que el club falta a su palabra y pone una condición inamovible a un acuerdo que estaba cerrado, eso me hace decidirme a no traicionar a mis principios y tomar esta decisión.

«La actitud de la directiva es de rencor o decepción, se lo toman de forma personal. Me pareció irrespetuoso el trato» –¿Ha vuelto a haber contacto desde esa reunión hasta tu comunicado?
–Con la directiva no, ellos me dieron de plazo hasta el lunes a las 12 y considero que cuando vieran que no había retirado mi demanda entenderían cuál era mi decisión. Sí que me puse en contacto con Cadenas, le expliqué la situación, le dije que me parecía que el club se estaba equivocando y mezclando dos cosas distintas, y que ese tono amenazante y ese cambio en su palabra me hacían tomar la decisión de no continuar porque las relaciones se habían roto ya definitivamente».

–¿Qué te dice Cadenas? ¿Intenta mediar en el conflicto?
–Está en el medio, entiendo su situación. No se decantaba ni por un lado ni por el otro, entendía por una parte mi posición y por otra la de la directiva.

–¿Llegas a barajar durante estos tres últimos días el quitar la denuncia?
–No lo barajé, sobre todo dado el tono y las formas de la conversación y la reunión del viernes con la directiva, que me pareció un poco irrespetuoso el trato. Eso me hizo darme cuenta de que, aún con todo el amor que tengo al club y lo que significa para mí el Ademar, era la hora de desvincularme, porque la gente que ahora mismo dirige el club no es compatible con mis principios y lo que yo creo que es lo correcto.

«El club no pertenece al gestor que lo dirige. Mi deseo es regresar al Ademar, volver a la que considero mi casa» –¿Qué te han dicho tus compañeros?
–Me muestran su apoyo, entienden mi postura aunque les da muchísima pena, he tenido conversaciones emotivas con muchos de ellos. Coincide que los que se quedan este año son los de León, los Jaime, Gonzalo o José Mario que los conozco desde que tengo uso de razón y eso lo hace más duro. Ha sido un día de muchas emociones, de lágrimas y sonrisas, de tener claro que ha sido la decisión más dura que he tomado en mi vida.

- ¿Qué momentos vienen a tu cabeza tras tomar una decisión así?
- Los comienzos, cuando empiezas a jugar en el patio del colegio, ir el sábado a los partidos, mirar a los jugadores en la pista y ver verdaderos ídolos, desear estar en su lugar, ir consiguiendo objetivos con los que de aquellas eran mis amigos, mi primer partido de Europa, el primero de 'Champions', las lesiones... es toda una vida ligada al club.

–¿Y ahora qué? ¿Dónde te ves jugando la próxima temporada?
–Miro hacia un sitio donde esté feliz, me sienta importante, esté a gusto y pueda disfrutar del balonmano sin pensar en otras cosas que pueda haber detrás y que puedan alterar mi confort. A partir de ahí veremos si salen muchas o pocas cosas, pero después de una experiencia como esta valoras aún más lo extradeportivo, porque lo deportivo en León era perfecto y casi inmejorable.

–¿Te ves regresando al Ademar?
–Ese es mi deseo, ahora era inviable por las circunstancias, pero el Ademar no pertenece al gestor que lo dirige en una época, pertenece a los leoneses y los socios, así que espero volver a la que considero mi casa.