Vuelve la escuela de deporte inclusivo en Castilla y León con la misma filosofía pero con un nuevo nombre, la Escuela 100 x 100 Deporte, una denominación que se presentó en la para hacer el proyecto más atractivo a los participantes y menos estigmatizante. En León será la tercera temporada gracias a la colaboración del Ayuntamiento y el club Puente Castro que apoyan el proyecto de la Fundación Eusebio Sacristán y de la Fundación de Castilla y León.
Todas las familias de niños y niñas y adolescentes de 5 a 15 años (hasta completar el número de plazas ofertadas en la ciudad, 50), que quieran jugar en el equipo de León tendrán que inscribirse en la web, tras lo que recibirán por mail la información relativa a la nueva temporada, o bien en sus CEAS de referencia con el personal municipal de Servicios Sociales. A los participantes se les entregarán el uniforme dela Escuela que deberán vestir durante los entrenamientos, partidos y eventos. El equipo leonés se entrenará los jueves de 17:15 horas a 18:15 horas en el campo CHF desde el 5 de octubre bajo la supervisión de monitores de la Fundación y del club Puente Castro y dirigidos por el ex jugador del FC Barcelona, el leonés Juan Carlos Rodríguez.
Esta sede de León es una de las 20 de la Escuela 100 x 100 Deporte que se reparten por 14 municipios de Castilla y León, todas las capitales de provincia más Villalón, Medina del Campo,Mayorga y La Cistérniga en la provincia de Valladolid y Miranda de Ebro en Burgos. En totalmás de 1.000 niños y niñas jugando al fútbol en equipo, sin importar sus características físicas,intelectuales o su situación familiar y social.
Una gran forma para que los niños y niñas de León puedan conocer la otra cara del deporte rey, la cara de la inclusión, del compañerismo, sentirse en igualdad de condiciones y sin importantar quiénes o cómo son. Eusebio y su fundación llevan ya 3 años en León realizando este tipo de escuelas ayudando a que los más pequeños se siéntan en libertad y pueden disfrutar de un deporte que no se basa en mirar a la élite, sin las canteras, los clubes humildes y los niños, nada funcionaría.