Lleva a sus espaldas más de 2.000 minutos repartidos en 27 partidos. Es decir, ha disputado absolutamente todos salvo el más destacado de la temporada, la visita de todo un equipo europeo como la Real Sociedad, y fue porque una gripe le obligó a perdérselo. Vicente Esquerdo es la prolongación de Javi Rey en el campo. Llevan trabajando juntos desde el Arenteiro y el centrocampista se muestra encantado con los métodos del técnico. A sus 26 años se encuentra inmerso en un periodo continuo de madurez personal que también lo muestra en el terreno de juego. El termómetro de la Ponferradina se sienta con La Nueva Crónica para hablar de su llegada al Bierzo, los porqués de la irregularidad del equipo, su evolución como futbolista y los objetivos que se marca en el horizonte.
– Empezando por el final, victoria amplia, sin apuros y en El Toralín...
– Hacía mucha falta una victoria así, llevábamos muchos partidos de tener tensión todo el rato y encontrarse con uno donde estuvimos cómodos y con el balón mucho tiempo era muy importante.
– Venían del ‘batacazo’ ante el Amorebieta, volviendo a esa irregularidad que según Javi Rey es uno de los deberes pendientes. ¿A qué cree que se debe?
– Hay veces que tenemos desconexiones que no pueden pasar, pero debemos mirar hacia delante, si tienen que pasar, que sea lo menos posible. No puede ser que el colista nos meta tres, pero supimos levantarnos y volver a ganar en casa. Para mí fue un partido que ofrecía un modelo de juego muy distinto al que solemos tener y ellos estaban más acostumbrados, entraron al partido antes que nosotros y cuando quisimos despertar, era ya muy difícil darle la vuelta.
– Una de las virtudes del equipo es manejar muchos sistemas y eso hace que el rival no sepa cómo van a jugar...
– Es importante tener distintos sistemas en la recámara, luego somos capaces de adaptarnos a cualquier situación del partido, sobre todo si el rival sorprende con algo nuevo. No es más complicado uno que otro, ni la línea de cinco más defensiva que la de cuatro, al final los laterales son dos extremos más.
– En lo personal, ¿prefiere jugar con una línea de cuatro o de tres?
– Si jugamos con cuatro y suben los laterales, que lo hacen bastante, nos obligaba a los del medio a quedarnos un poco más atrás. En cambio, si jugamos de tres, los medio centros tenemos más libertad a la hora de atacar, tanto en los rechaces como en el último pase, y también para entrar al área; ahí estamos más cómodos con tres atrás.
"No puede ser que el colista te meta tres, el partido ofrecía un modelo distinto al nuestro y despertamos muy tarde"
– Usted es el que más ha jugado de los medios centros y cumpliendo con numerosas funciones. ¿Cree que muchas veces ha recaído sobre su figura demasiado peso del juego?
– Tanto con el cambio de esquema como de jugadores hay que saber adaptarse al compañero y a la formación. No es lo mismo jugar con Markel, Borja o con Doué, que es más ofensivo que el resto y eso hace que me quede más atrás. Mientras pueda ayudar al equipo no me importa la función en el campo.
-Conocía ya a Javi Rey de la temporada pasada. ¿Cómo de importante se siente en el campo a sus órdenes?
– Estoy muy contento, gracias a tenerlo el año pasado en el Arenteiro entiendo muy bien lo que él quiere de nosotros y del partido. Si yo fuera entrenador, mi estilo de juego sería muy parecido a lo que intenta que hagamos. Es cierto que dependiendo del rival, el partido o la semana, somos capaces de transmitirlo mejor o peor en el campo. Estoy seguro de que si trasladamos al césped lo que prepara como ante Andorra o Nàstic, por ejemplo, les descuadramos todo, aunque está claro que no siempre se puede, hay partidos mejores o peores y el propio rival también juega.
– Seguir teniendo a Javi Rey otro año le hace ganar terreno en cuanto a la idea de juego. ¿Les aprieta más a los que vienen del Arenteiro?
– Puede ser que nos meta algo de presión a nosotros, el año pasado jugábamos en un campo peor que este y nos sacó mucho partido. Él aquí, en un escenario como El Toralín, lo que te exige no es menos de lo que podemos dar. Al principio es complicado llegar a un contexto donde ya conoces al entrenador, más que nada por lo que se puede pensar en cuanto a si somos los ‘enchufados’, pero estamos demostrando nuestro nivel en el campo.
-Las expectativas con usted eran muy grandes tras su gran temporada en el Arenteiro, pero con las dudas del equipo al principio de la temporada la gente le exígia mucho más. ¿Le llegó todo esto?
–No tengo redes sociales, solo Instagram, pero sé que la gente habla de todo. Lo primero que me dijeron en el fútbol es «no tengas redes sociales, es lo mejor» (risas). Todos son libres de opinar lo que quieran, es verdad que cuando empecé no estaba al 100%, simplemente no me salían las cosas como quería, pero ahora estoy muy cómodo y estoy más hecho a estar aquí. Al principio estuve solo, sin mi pareja ni mis perros y no venía todo lo contento a entrenar que me gustaría, cualquier pequeño detalle me hizo rendir distinto.
– Además de Rey, ¿qué le hizo decantarse por la Ponferradina y no por otra de las grandes propuestas que tenía?
– En verano tuve propuestas de varios equipos, pero le di mucha importancia a este Grupo 1. Los dos partidos que más me marcaron el año pasado fueron el de Riazor y aquí en El Toralín por el ambiente, es lo más cercano a Primera División. Evidentemente hablé con Javi y ya habían firmado a Nóvoa y Álvaro, que son de los más cercanos que tengo, y fueron un poco pesados (risas). No me arrepiento de nada, hice muy bien y les doy las gracias a los tres.
"Ponferrada es mucho mejor de lo que te pintan. ¿Hace frío? Sí, pero se está muy bien"
–Al terminar el mercado de invierno, José Sietes hablaba de que en ocasiones es difícil convencer a jugadores por la ubicación de Ponferrada y las comunicaciones que tiene. ¿Influye tanto en la decisión del futbolista?
– Es verdad, yo soy más de mirar por el equipo, ya se vio el año pasado que me fui a Carballiño que tiene 15.000 habitantes si llega, pero hay muchos que miran por las ciudades y no por los equipos. Hay gente que se lo toma a broma pero no lo es. A un futbolista igual lo llama la Ponferradina porque cree que es un jugador idóneo, pero también lo llama el Nàstic que está en Tarragona y tiene muchos sitios de playa cerca, y aunque en el Nàstic igual no vaya a jugar nada pues prefiere pasar el año con el calorcito. En cambio para mí son muchas cosas más allá de la ciudad. Aún así mi pareja y yo estamos aquí muy contentos, Ponferrada es mucho mejor de lo que te pintan. Dicen que hace mucho frío, pues sí, hace frío, pero se está muy bien.
– De la delegación del Arenteiro que vino a Ponferrada, ¿faltó Chacón?
– Pensábamos que no iba a salir del Dépor, es un jugadorazo y creo que tiene nivel para estar allí. Está claro que para nosotros hubiera sido bueno y por supuesto que lo llamamos, pero incluso él pensaba que se iba a quedar. Fue muy al final del mercado y a la Cultural le salió bien esperar. Si hubiera esperado y luego se hubiera quedado con esa ficha libre a lo mejor la gente les hubiera sido que vaya desperdicio, pero tuvo la suerte de que al final sí que salió.
– Chacón y la Cultural siguen en lo más alto de la tabla. ¿Ustedes aún miran hacia ahí?
– Es difícil porque el nivel que está ofreciendo la Cultural es muy alto. Nosotros no vamos a dejar de mirar al primero porque es el objetivo que se planteó este club en verano y se tiene que pelear hasta el final, aunque está claro que si no nos da habría que quedar segundos. Tenemos que estar preparados por si tuvieran una mala racha para estar en disposición de aprovecharlo, aún pueden pasar cosas aunque de momento no estén bajando el nivel.
– ¿El vestuario se equivocó a principio de temporada fijándose en exceso en los rivales cuando las cosas aquí no salían?
– Sí, fue muy difícil, a principio de temporada estábamos fastidiados porque no tuvimos el inicio que esperábamos. Jugando la pretemporada veíamos que teníamos un equipo para empezar la liga con doce puntos el primer mes, pero claro, no lo regalan, y pecamos un poco de ‘sobrados’. Pensábamos que empezaríamos todos los partidos ganando 1-0 por equipo y no fue así, y el primer guantazo ya nos lo llevamos en casa contra la Real. Ahora ya no nos pasa eso, se ve que cuando nos meten un guantazo sabemos reaccionar y en el siguiente partido salimos a por todas.
"El Toralín tiene un ambiente de Primera División; Nóvoa y Álvaro ya habían firmado y me acabaron de convencer"
– ¿Cómo maneja la presión? Esas veces que en El Toralín las cosas no salen desde pronto y surge el runrún...
– Cuando estoy en el partido siempre me encuentro muy focalizado en lo que pasa dentro del campo. Sinceramente, no escucho absolutamente nada. Para mí, si hay alguien pitando al equipo con un 0-0 en el minuto 20, esa persona se lo tiene que hacer mirar porque tiene un problema. No sé qué beneficio pretendes darle a la persona que está jugando en el campo. Para mí todos los jugadores tenemos que estar totalmente centrados en lo que está pasando en el césped contra los 22 jugadores rivales independientemente de lo que pase fuera. Esto es como en todos los lados, si marcas gol te aplauden porque marcas gol, y si te lo marcan, te pitan porque te lo han marcado. Es el fútbol, la gente viene a ver un espectáculo y si cree que no lo está viendo aunque la cosa vaya 0-0, te va a pitar.
– Hay mucha evolución mental de ese Vicente joven en Valencia, con la presión que conlleva ese club, al actual...
– Sobre todo, no afronto los partidos con la misma presión que me metía antes. Cuando estuve en el Valencia, que siempre estaré agradecido, pero el club no estaba en las posiciones que quería y merecía y entonces era todo una pitada continua desde el minuto 1, daba igual que dieras un pase atrás o no. En mí eso sirvió, veía a mucha gente alrededor fastidiada por esa presión y me dije que no tengo que estar pendiente de eso y sí de lo que pasa con el balón.
"Me centro en la nutrición y la suplementación, eso también ayuda a alejarte de lo que no te conviene"
– Y físicamente también tiene que haber mucho trabajo detrás para aguantar lo que aguanta...
– Llevo desde el año pasado con Dani, un nutricionista. Tengo acumulados muchos partidos pero estoy muy contento porque me siento bien. Es muy importante tanto la nutrición como la suplementación, centrarte en esas cosas porque también te aleja de otras que no te convienen.
– Le veo capaz de jugar otros 27 partidos sin tener que pedirle un paso por el banquillo a Javi Rey...
– Todos queremos jugar el máximo tiempo posible y ayudar al equipo dentro del campo. Está claro que luego el míster decide si otro futbolista entra en ese momento o dar descansos como el pasado fin de semana, pero me siento bien.
– Ahora Balaídos y Celta Fortuna, un escenario precioso para jugar...
– Es un campazo en el que tenemos que imponer lo que es la Ponfe y lo que queremos hacer. Ahora cualquier partido que ganes te va a impulsar hacia arriba, pero está claro que si es contra un rival de este tipo, que juega tan bien, la alegría es mayor. Ya vimos aquí en la primera vuelta lo que son, muchísimos de esos chavales han debutado en Primera e incluso se han hecho con un sitio de titular. Es un equipazo al que le falta esa regularidad pero es que cada poco les suben jugadores al primer equipo y eso es difícil. Será un partido en el que los dos intentaremos quitarnos la pelota. En el momento en que la tengamos debemos aprovecharlo, y cuando no, estar firmes atrás para no encajar gol.
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