La comarca del Bierzo es un rincón pequeño, pero siempre lleno de sorpresas. De ella sale Gelo Alba Arias, actual preparador físico de la Selección de Guinea Ecuatorial, que pasa por uno de sus mejores momentos, y expreparador de la Ponferradina, donde consiguió un ascenso a Segunda División en la temporada 2018-2019 y donde pudo más adelante disfrutar del fútbol profesional.
El preparador berciano nunca se imaginó conseguir lo que ha hecho en su carrera, pero la afición por el deporte y, sobre todo, por el fútbol, le llega desde muy joven. "Empecé entrenando en el fútbol base antes de ir a la Universidad, más tarde estudié INEF en León y al volver seguí con varios equipos de fútbol base hasta que llegué a la Ponferradina en 2018, donde entré como readaptador y segundo preparador físico. Siempre me llamó la atención el deporte y el fútbol, cuando era pequeño e iba a Fuentesnuevas a ver a la Deportiva iba con antelación para ver los calentamientos y ver esa preparación física".
Gelo cambió en poco tiempo de un equipo de fútbol base a estar en la dinámica de un equipo prácticamente profesional, dos mundos que no tienen nada que ver. "En un lado tienes que mirar los valores por encima de la competición y en el otro pasas a una exigencia total y donde solo vale ganar y el alto rendimiento".
"Pasé de animar a la Deportiva en Fuentesnuevas a estar en el día a día con el club de mi ciudad, es todo un sueño"
En esa línea explica su día a día en el club berciano, "No es solo llegar, entrenar y marcharse, hay muchas horas detrás y una planificación previa por si había que cambiar de planes. Algunos jugadores hacían una activación previa antes de activarse con todo el grupo, además había que colocar todo el entrenamiento y que los jugadores no tuvieran que esperar entre tarea y tarea y se lo más fluida posible. Una vez terminado el entrenamiento teníamos entrenamientos específicos y luego descargar las sesiones de cada jugador con los GPS que llevan para medir los valores, hacer un estudio y evaluarlos con el cuerpo técnico".
Pero donde el trabajo de un preparador físico cobra más importancia es durante las pretemporadas para llegar a un nivel óptimo a la competición: "Al final es donde más peso podemos tener, luego el resto del año son microciclos más estandarizados y flexibles. Las pretemporadas son duras, tienes que tener una planificación muy buena por lo que pueda surgir. Además, antes de la pretemporada enviamos ejercicios a los jugadores para que vayan trabajando en los días previos, no te aseguras de que todos lo hagan, pero sí tener esa planificación".
Momento de un calentamiento durante un partido con la Selección de Guinea Ecuatorial.
Una vez la etapa de Gelo acabó en la Ponferradina, optó por probar una nueva experiencia, la AFE (Asociación Futbolistas Españoles). "Es algo muy distinto a los clubes y las selecciones, ya la conocía y siempre me llamó la atención, pero todo es distinto. La situación era muy complicada para los jugadores ya que no tenían equipo y con cierto nerviosismo y estrés, sobre todo, buscamos que a nivel mental y psicológico ellos estuvieran bien y donde nos centramos, las sesiones tenían una parte física, pero con una gran parte de diversión y que se olviden de la situación que tienen, para crear esa conexión y hacer ‘equipo’ cuando no lo son. Lo recuerdo con mucho cariño y fue una experiencia inolvidable. Conseguimos hacer un gran grupo y muchos de ellos consiguieron equipo más tarde".
"Es todo lo contrario a los clubes, los jugadores no están en su menjor momento y se busca más el crear grupo"
Cuando terminan los entrenamientos de la AFE, Gelo vuelve a Ponferrada sin tener nada con otro equipo o selección hasta que recibe una llamada, "me vine para casa y no tenía nada, estaba en contacto con otra selección, pero al final no salió adelante, pero casualidades de la vida al día siguiente me llama el seleccionador de Guinea Ecuatorial y nos reunimos a las semana en Alicante. Nos entendimos desde el primer momento y en octubre ya empecé con ellos con los amistosos".
Un nuevo reto que, de nuevo, era algo distinto a lo que Gelo había vivido en su etapa en el Bierzo. "Es una mezcla entre AFE y un club, por una parte tienes esa responsabilidad y esa exigencia, pero se busca también mucho el hacer grupo, al final se ven cada muchos meses y buscamos que se encuentren lo más cómodos posibles. En cuanto a la preparación, es totalmente distinta, tú tienes un seguimiento de los jugadores, de sus problemas físicos y de sus preparadores en los clubes, además yo envió a los clubes lo que hacemos en las concentraciones. Pero tiene sus partes buenas y malas, la buena es que somos como una familia y vamos a disfrutar como los que más, pero la mala es que quizás por mi parte quieres saber más de lo que al final te llega".
"En Guinea somos una gran familia, nos quedamos con ganas de saber que hubiera pasado en la pasada Copa África"
En esa relación con los clubes, Gelo nunca ha tenido ningún problema, "los preparados me avisan de las evoluciones de los jugadores en el día a día en los clubes, cuanto más información tengamos mejor para evitar lesiones o problemas, nunca he tenido problemas de marcar minutos específicos".
Si se mira la carrera del berciano siempre ha estado cerca de proyectos humildes, pero muy ambiciosos. Con la Deportiva consiguió el ascenso a Segunda División, donde más tarde estaría 3 años en el fútbol profesional y ahora con Guinea Ecuatorial, una de las selecciones que está en auge en el fútbol africano y que en la pasada Copa África fue una de las revelaciones del torneo y consiguió la bota de oro. "Los objetivos en la Ponfe eran los que eran y se consiguieron cosas muy grandes y con Guinea pasa lo mismo, pasamos primeros de grupo en uno de los más complicados, ganando a la anfitriona en su casa. Tuvimos mala suerte y las sensaciones así lo marcaron, a medida que avanzaba la competición veías como en Costa de Marfil te iban teniendo más respeto al ver lo que podíamos hacer en la competición, siempre nos quedará la duda de que hubiera pasado".
"La figura del readaptador es completamente distinta, pero es muy importante por la situación del jugador"
Dentro de las labores en un cuerpo técnico, una de ellas es la de el readaptador, algo muy distinto a preparador físico, pero donde Gelo también ha trabajado, "he tocado varias figuras en un cuerpo técnico, readaptador no es lo mismo que preparador, es muy importante, pero tiene que existir una buena comunicación con los jugadores y los preparados. Trabajas con jugadores que están lesionados y no están en su mejor momento, hay que tenerlo en cuenta para esta figura".
Quizás una de las cosas más negativas de la preparación física son las críticas por las lesiones, baja nivel de forma, etc., así responde Gelo, "Ahora te lo tomas de una manera diferente, entiendes que es imposible que no haya lesiones a lo largo de una temporada, no hay un fórmula. Es cierto que entre octubre y noviembre y enero febrero son los picos más altos de lesiones, pero haya que llevarlo de forma natural".
En esta línea el preparador berciano explica cuál es la clave para el de las lesiones, "Para mí todas son importantes, pero la más importante es la comunicación entre el cuerpo técnico y el cuerpo médico, saber en todo momento lo que le pasa a los jugadores es vital para prevenir todo tipo de lesiones. Lo ‘malo’ es que muchas veces los jugadores se callan y no le dan importancia a molestias, pero eso nosotros lo vemos con los GPS, son egoístas por naturaleza, quieren jugar siempre".