Gestión de los caudales de los ríos Esla y Porma

El gráfico de los aforos demuestra las bruscas variaciones del caudal en ambos casos de los ríos leoneses

20/06/2024
 Actualizado a 21/06/2024
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La Confederación Hidrográfica del Duero ha generado durante la última quincena de mayo numerosos problemas en la gestión de los caudales del río Esla, entre Sahechores de Rueda y la desembocadura del río Porma, 45 km, generando picos de más de 26 m 3 /s, seguidos de cortes que dejaban el río casi seco, con mínimos de 1,46 m 3 /s. Haciendo referencia a estos mínimos, hay que decir que es la cuarta parte del caudal ecológico marcado por la propia CHD, lo que indica la situación crítica en la que quedó el río Esla por debajo del azud de Villomar.

En el caso del Porma, sin haberse producido casos tan extremos, si se han producido numerosos episodios de caudales por debajo del caudal ecológico.

Estas variaciones se producen como consecuencia de la maniobra que se realiza derivando el caudal circulante desde Sorriba para turbinarse en el balsón de Sahechores de Rueda, y después puede ser derivado por los canales de riego presentes en este tramo. Esta gestión realizada por la CHD, tanto el turbinado como la detracción, ha generado unos picos de sierra que se observan claramente en el gráfico del aforo de Villomar. 

Estas fuertes oscilaciones de caudal afectan por un lado a todo el ecosistema asociado al río, especialmente a los macroinvertebrados que quedan al aire bruscamente, que constituyen el alimento para los peces y para el resto de animales dependientes de este hábitat, pero a nivel económico también tiene su importancia, porque en plena época de pesca de la trucha, hace que numerosos pescadores provinciales, autonómicos, nacionales o extranjeros abandonen sus jornadas de pesca ante semejantes variaciones por la clara influencia en el comportamiento de las truchas. En últimos días de mayo, las redes sociales se llenaron de quejas ante esas variaciones de caudal a lo largo de las jornadas de pesca. 

Analizando las graficas de caudales de Sorriba y de Villomar, parece evidente que las variaciones de flujo que se observan en Villomar a pesar de que el flujo en Sorriba es claramente estable, se debe seguramente al turbinado en tongadas, lo cual suele estar prohibido para las centrales energéticas; por el contrario, debería realizarse un turbinado en continuo.

No parece razonable que la Confederación Hidrográfica del Duero el organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, encargado de la gestión de las aguas en la cuenca del Duero esté realizando una gestión del agua que influya tan negativamente en la calidad ecológica de los ríos y en la afluencia del turismo de pesca, que tanto está incidiendo en la economía de esta España vaciada, que es la provincia de León.

Semana de pesca complicada 

Caudales bajos y las tormentas dos circunstancias desfavorables para la pesca. La pesca de la trucha no siempre es como la esperamos, las salidas al río se pueden truncar por muchos motivos y no queda otra que aceptarlos. La pesca se ha complicado, esta pasada semana, por causas naturales. Estos días estamos comprobando como la pesca de la trucha se frena y se consiguen pocas capturas. Son dos los elementos que influyen negativamente; los caudales de los ríos y las tormentas.

Son circunstancias naturales que el pescador tiene que comprender, aceptar y saber afrontar. Es por esto que la pesca de la trucha es la más buscada por los pescadores deportivos, nada es fácil, sin conocimientos y técnicas no se consigue ser exitoso en esta pesca tan apasionante. 

Junio es un mes muy esperado por los pescadores, el tiempo es caluroso, los días largos, las eclosiones abundantes y las truchas se activan con prodigalidad para satisfacción de los pescadores de mosca, bien sea a la leonesa o a mosca seca. Pero esta semana los pescadores nos hemos encontrado con que las truchas presentaban muy poca actividad y las capturas resultaron escasas.

En especial en las zonas medias y bajas de lo ríos de montaña. Las tormentas, durante esta semana y en algunas zonas de León, vinieron acompañadas de relámpagos y fuertes lluvias. Lo que provocó, en algunos casos, la salida inmediata de las zonas de pesca. 

La lluvia fuerte y el aparato eléctrico que proporcionan las tormentas hacen que los peces se encueven y su pesca sea muy complicada, también en estas circunstancias la presión atmosférica es baja y todos los peces, en especial la trucha, presentan nula actividad. El rayo es la parte más peligrosa de este mal tiempo.

El ser sorprendido por una tormenta eléctrica en plena acción de pesca puede ser una experiencia aterradora. La caña, el agua y los árboles son buenos conductores y atraen a los rayos. Debemos alejarnos del agua y buscar un lugar más conveniente, el coche es un sitio seguro en estos casos mientras no se toquen los laterales y se mantengan las ventanillas cerradas, la caña la debemos de enfundar. 

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