Si miras un resultado y ves que un equipo ha ganado 3-0, darás por hecho que ha sido muy superior. Y mejor sí fue el Girona, porque el fútbol es también cuestión de acierto y de aprovechar tus oportunidades y eso es lo que hizo, pero salvo en eso en nada fue inferior la Deportiva.El dominio fue berciano y la puntería catalana, por lo que la victoria y el golaveraje pensando en un posible empate a final de temporada se lo llevaron los locales, provocando que muchísimas semanas después los de Bolo puedan acabar este domingo la jornada fuera de los puestos de ‘playoff’ de ascenso.
Se había ido al descanso por debajo la Ponferradina de forma increíble, porque pese a dominar con claridad y tener dos clarísimas ocasiones de Espiau que acabaron estrellándose en el palo, el tino mandó y decidió el hecho de que Samu Sáiz sí aprovechó una de las dos únicas veces que el Girona pisó el área rival durante la primera mitad.
Stuani dejó solo a Samu con un taconazo y el extremo resolvió ante Amir con un gran control y un sutil toque Fue a los 20 minutos, cuando el encuentro todavía no tenía dueño, cuando un Stuani que por milímetros no estaba en fuera de juego se ‘inventaba’ a media altura un tremendo pase de tacón con el que dejaba solo a Samu Sáiz, que aprovechaba las dudas de Pascanu para colarse entre los dos defensas, hacía perfecto el control orientado para plantarse ante Amir y ante la salida del meta le superaba dando el balón de primeras hacia un lado.
Otra vez más, como en las cuatro últimas visitas a Montivili, la Deportiva se veía obligada a ir a remolque ya en la primera mitad. Un duro golpe para la ‘revolución’ de Bolo, que sorprendía con un once sin Paris, Copete, Erik Morán, Baeza y Yuri. Un ‘mazazo’ que hizo mejor a los bercianos, con Saverio aprovechando su oportunidad y haciendo daño por banda, pues a partir de ahí sólo les faltó el gol.
Con 1-0 en la primera parte, Espiau tiró al palo tras un pase de Agus y cabeceó al larguero un centro de Enrich El 1-0 despertó y azuzó a la Ponferradina, que tuvo sus mejores minutos, pero se topó con las maderas. Primero, cuando un gran pase de Agus Medina habilitaba dentro del área a Espiau, que escorado hacia la derecha sacaba un gran disparo buscando un palo corto que con el meta batido era donde se estrellaba. Y apenas cinco minutos después, con una gran combinación entre Naranjo y Enrich que acababa con un centro medido del balear a la cabeza, otra vez, de Espiau, que enganchaba bien el rematepero veía cómo esta vez era el larguero quien repelía el esférico.
Eso sí, al menos no hubo que lamentar un mal mayor, porque en un acción aislada el Girona tuvo el 2-0, pues Borja remataba de primeras tras un rechace de puños de Amir, y el ‘gato iraní’ volvía a hacer gala de sus extraordinarios reflejos para sacar de la línea un balón que se había envenenado y cambiado su dirección tras dar en Pascanu.
Cuando parecía cerca el empate, el Girona aprovechó su primer córner del partido y Juanpe marcó de cabeza Un ‘susto’ en medio de un monólogo que se mantenía tras el descanso, con la Deportiva achuchando y viviendo continuamente en campo rival aunque sin generar grandes oportunidades, y el Girona buscando sentenciar a la contra, en una de las cuales Stuani provocaba una falta al borde del área que en posición inmejorable Bueno tiraba muy mal pegando en la barrera.
Con Juan Hernández debutando como jugador de la Deportiva y Erik Morán regresando tras su lesión buscaba la Deportiva romper el ‘cerrojo’ del Girona, abriendo constantemente a las bandas y poniendo centros que no terminaban de encontrar rematador, siendo su mejor llegada un tiro de Ríos Reina que daba en un defensa cuando parecía que iba para adentro.
Sin embargo, a balón parado y cuando parecía que tenía que acabar llegando el empate, lo que subió al marcador fue el 2-0. En el primer saque de esquina del Girona en el encuentro peinaban el balón en el primer palo, Amo despejaba pero flojo y al medio, y Juanpe cabeceaba el rechace al fondo de la red.
Pensar en la remontada era casi imposible, pero cualquier opción de puntuar o de al menos empatar el golaveraje tras haberse impuesto 2-1 en El Toralín se esfumaba cuando el siempre seguro Amir hacía bueno aquello de que ‘hasta el mejor escribano echa un borrón’, con una cantada que hacía que se metiera para dentro el despeje a un potente tiro centrado de Juncá que se convertía en el 3-0.