Aunque ninguna tan difícil como la que le tocó vivir en Astorga. Si durante la semana Navas, Orodea, Cristóbal y Víctor ya habían sufrido los estragos de un virus que les provocaba fiebre y en algunos casos gastroenteritis, a menos de 24 horas le tocó al mediocentro.
«Fue una noche complicada, de un momento a otro me ocurrió lo mismo que a los otros», reconoce Gonzalo, al que aunque no se le notara desde fuera, le tocó sufrir mucho en el campo. «La verdad es que sobre todo los últimos 15 minutos fueron agónicos, no recuerdo un partido en el que pensara tanto en el tiempo y preguntara a ver si pasaba o no». Sin embargo, el sacrificio mereció la pena. «Entre todos conseguimos ganar con solvencia y, aunque aún no estoy recuperado del todo, lo compensa de sobra lo vivido, porque la victoria que conseguimos y el esfuerzo de todo el equipo fue impresionante».
«Mirar la clasificación es muy bonito, pero si nos confiamos y no nos concentramos del todo llegará seguro el palo» Respondió la plantilla y también la afición, que se desplazó a tierras maragatas en más de medio millar y no dejó a de animar. A ella se rendía en elogios el mediocentro, que señalaba que «fue increíble desde el momento en que salimos al campo y vimos a tanta gente de León. Durante el partido parecía más que estábamos en León y no en Astorga, y eso hay que agradecerlo. Eso sí, también hay que decirles que no siempre va a ser todo tan bonito, habrá tiempos peores donde también necesitaremos su ayuda».
Eso sí, de momento el equipo ya es segundo y sigue en clara posición ascendente. «Es algo muy bonito, pero no hay que pensar mucho en ello ni ir más allá del siguiente partido, porque si nos confiamos y no nos concentramos de todo llegará seguro el palo», afirma Gonzalo, que reconoce que«la verdad es que la progresión del equipo está siendo muy buena. Cada día que pasa estamos más cómodos y los domingos se ve reflejado en el campo».
«He trabajado duro desde el principio duro pero aún no he hecho nada, si te descuidas aquí te pasan por encima» Crecimiento del bloque y, sin duda, también suyo personal. «Todo va de la mano, el beneficio individual también es importante en lo colectivo. He trabajado desde el principio duro, pero sé que todavía no he hecho nada, en el momento en que te descuides te pasan por encima», apunta Gonzalo, que oficialmente ya es el tercer jugador del equipo que llega a los dos goles.Y es que el árbitro le adjudicó en el acta el de Villar, ya que ambos salieron con los números cambiados con respecto a lo que venía en el acta: «No sé de quién fue el error, siempre juego con el 8 y él con el 6 y así las cogimos, no nos dimos cuenta hasta el final», explica el jugador.
Quedará en anécdota. Como quizá también a final de temporada el segundo puesto actual de la Cultural. O eso no, el tiempo lo dirá.Pero de momento, es hora de disfrutar. Y de soñar con cotas que parecían fuera del alcance.