Ponerse a beber con el estómago vacío suele ser sinónimo de drama. La Copa le sentó muy mal a la Sociedad Deportiva Ponferradina, que en medio de una dinámica más que complicada se enfrentaba al torneo con la obligación de cumplir ante un equipo dos categorías inferior, sabiendo que no hacerlo, aun sabiendo que su guerra no es esa, solo podía ampliar la herida.Y así, con un nuevo golpe en la línea de flotación, se marchó de Guadalajara el equipo de un José Gomes aún más discutido, más aún porque ni mucho menos presentó en el Pedro Escartín un equipo poco reconocible, sino un once que podría ser más que titular en muchos de los partidos del conjunto berciano. Apenas con la novedad del portero Fedotov y el central Covi, ambos del filial, pero con pesos pesados de la plantilla como Paris, Amo, Erik Morán, Naranjo, Espiau o Yuri, no le fue suficiente a la Ponferradina para ganar a un equipo de la Segunda División B, la actual cuarta categoría nacional, que en una primera parte para olvidar de los bercianos dejó el partido y el pase de ronda vistos para sentencia.
Porque que la Deportiva es de Segunda División no lo demuestran sus errores defensivos especialmente en el balón parado, donde ha recibido casi una decena de goles en liga y con lo que ayer le bastó al Guadalajara para llevarse la eliminatoria. En 20 minutos ya tenía el conjunto local el 2-0 en el marcador para delirio de su afición y desesperación de una Ponferradina por otra parte incapaz de contener la mayor intensidad alcarreña así como de generar peligro en ataque.
No consiguió hacerse con el balón de inicio de la Ponferradina, que poco a poco fue viendo como el Guadalajara le iba metiendo en su campo por puro ímpetu, empujando a un equipo débil y que se dedicó a achicar agua mientras en ataque la presión alta local le impedía sacar el balón jugado y usar como único recurso el juego directo que apenas generó ningún problema a la zaga alcarreña.
Así, en uno de los varios córners que forzó el Guadalajara y con solo 10 minutos transcurridos, Tellechea se adelantaba a Espiau y peinaba para que el balón se pasease entre la zaga hasta el segundo palo, donde aparecía Dani Gallardo para hacer el 1-0.
Con el marcador ya en contra, no está demostrando la Deportiva ser capaz de darle la vuelta a los partidos y lo cierto es que las sensaciones que dejó el equipo tras el gol no fueron tampoco las mejores. Porque era incapaz la Ponferradina de dominar el partido, acosado por la presión y el ímpetu de un Guadalajara espoleado por el primer gol y que no tardaría en encontrar de nuevo premio a su fe.
Lo hizo de una forma similar, abusando de la falta de contundencia defensiva del conjunto berciano. Un nuevo córner lo despejaba en primera instancia la Deportiva, si bien el balón le caía a Stevens para que éste pusiera una falta lateral que Heri no despejaba correctamente, cayéndole el balón a un jugador alcarreño que de tacón habilitaba a Álvaro ante Fedotov, batiendo al ucraniano con un perfecto tiro cruzado que hacía estallar de júbilo el Pedro Escartín.
21 minutos de partido y la Ponferradina ya caía 2-0, si bien lejos estuvo su reacción de lo necesario para remontar un partido así. De hecho, Fedetov sacó el 3-0 a Morci y un choque entre Sabit y un jugador morado cortó drásticamente el ritmo de partido obligando a que poco más se jugase antes del descanso. Eso sí, lo hizo con motivos para la esperanza en el lado berciano y es que esa acción obligó a que Gomes metiera en el campo a Nwakali por un Sabit que por un momento perdió la consciencia tras el incidente, pasando a ser el nigeriano una luz entre las sombras.
Apretó en los últimos minutos de primera parte la Ponferradina, que logró su primer tiro a puerta en una falta directa botada por Naranjo. Heri no llegaba a un balón en profundidad que le dejaba solo por centímetros y Amo remataba alto el córner posterior.
Motivos para la esperanza para la Deportiva de cara a una segunda mitad en la que Espiau dejó su lugar en el campo a Derik Lacerda buscando más chispa en el ataque. Precisamente suya fue la oportunidad más clara de los bercianos hasta el punto de que un remate suyo que pegaba en Naranjo entró en la portería. Sin embargo, el árbitro en una acción muy extraña daba primero el gol para después consultar con su asistente durante casi un minuto y terminar anulándolo por fuera de juego del extremo. Ni con VAR ni sin él.
Comenzaba a frustrarse la Deportiva en ataque tal y como hizo en la segunda parte en Leganés y lo cierto es que no tuvo tampoco suerte el conjunto berciano. Yuri remataba de nuevo a puerta y cuando ya se cantaba el gol Ablanque sacaba el balón bajo palos.
Incapaz de hacer gol y ya con Medina y Dani Ojeda en el campo buscando el todo por el todo, el Guadalajara intentó sentenciar el partido y elevó el nivel con la entrada de Chupi, que dispuso de un par de ocasiones para lograrlo encontrando en la más clara a Fedotov. Además, el conjunto alcarreño pidió un penalti de Amo sobre el delantero que bien lo pareció.
Sin embargo, con un cuarto de hora aún por jugarse, encontró el premio la Deportiva a tanta intención. Lo hizo de nuevo con Nwakali como creador y Naranjo como ejecutor. Un balón en profundidad del nigeriano dejaba al onubense solo ante Samu Pérez para batirle y hacer el 2-1 que dejaba todo abierto.
Pero fue incapaz la Ponferradina de hacer el gol que pudiera llevar el partido a la prórroga y con polémica. Casi con el tiempo cumplido los bercianos pidieron un penalti sobre Yuri que igualmente lo pareció. Dani Ojeda, en fuera de juego, tuvo la última si bien antes el Guadalajara también había podido sentenciar el partido con un intento de Darío García desde el centro del campo que sacó Fedotov y un disparo desviado de Chupi.
No hubo tiempo para más y la Deportiva se despedía de la Copa del Rey en una nueva decepción que, al menos, puede verse desde la perspectiva positiva de que ya solo puede centrarse el equipo de José Gomes en la liga. Y por el partido del próximo fin de semana ante el Oviedo pasa el futuro más próximo del técnico y del equipo. Al menos distracciones no habrá, veremos si resaca.