Hombrados amargando al Ademar y dejándole sin puntos. Podría ser el resumen de cualquier partido en la década de los 90 o el inicio de los años 2.000 sin ningún tipo de problemas. Pero no, es de 2018, porque a sus 46 años el guardameta madrileño sigue siendo absolutamente determinante.Lo demostró una vez más este miércoles, ya no sólo firmando un 41% y dejando en 23 goles a la escuadra ademarista, sino parando en los momentos decisivos y cortando de raíz lo que llevaba camino de ser una espectacular remontada.
25-23 acabó cayendo el Abanca Ademar, que jugará la Copa Asobal dado que como era obvio el Huesca perdió en su visita al Palau Blaugrana, pero desperdició la ocasión de ser cabeza de serie que se le había presentado tras el pinchazo del Bidasoa y se cruzará o con la escuadra irundarra o con el inaccesible FC Barcelona en las semifinales.
El Ademar desaprovechó la ocasión de ser cabeza de serie en la Copa Asobal, donde se cruzará con Barcelona o Bidasoa en semifinales Todo tras un encuentro que comenzó muy bien para los leoneses, pero que se echó a perder en el tramo final de la primera mitad y en el arranque de la segunda. Hasta de cuatro goles (con el 4-8 y 6-10) llegó a ser la ventaja de los de Guijosa, que incluso desperdiciaron tres ataques para aumentar a cinco tantos su renta. Vieyra y Jaime estaban atinados, el ataque iba fluido y Carou lideraba una defensa que permitía goles fáciles al contraataque.
Pero entonces, llegó el apagón. El inicio del show de Hombrados y de la pesadilla del ataque ademarista, que sufría lo indecible para superar el 5-1 que un gran Mellado de avanzado convertía en una telaraña, permitiendo que el Guadalajara no sólo le diera la vuelta al encuentro sino que cogiera una amplia ventaja.
De la mano de un Javi García inconmensurable en el pivote y un Víctor Vigo sensacional como siempre en la dirección, los de César Montes aprovechaban un parcial de 5-1 para poner el empate (11-11) de nuevo, cogían a falta de dos minutos y medio para el descanso la que era su primera ventaja desde el 2-1 y se iban por delante (15-13) a vestuarios.
El Ademar arrancó muy bien el partido, mandando hasta por cuatro goles y desaprovechando tres ataques para irse de cinco Todo se había complicado, pero lo peor aún estaba por llegar en el arranque de la segunda mitad. Basta decir que en 10 minutos Guijosa ya había pedido sus dos tiempos muertos para explicar el cortocircuito leonés. Se encontraban lanzamientos claros, pero todos acababan en fallo o en parada de Hombrados. Un triste gol en 18 minutos, entre el final de la primera mitad y el arranque de la segunda, hacían los leoneses. Un pobre balance que hacía que la diferencia se disparara hasta los siete (21-14) que el Guadalajara tuvo de máxima.
Parecía que el partido estaba perdido, pero el Abanca Ademar volvió a demostrar una vez más que nunca se rinde. Que salgan mejor o peor las cosas, siempre pelea hasta el final. Así, Guijosa colocó a Jaime haciendo una mixta sobre Víctor Vigo y dejó con ello sin ideas al Guadalajara. Y con Biosca muy acertado en portería y Simonet como gran protagonista en ataque, los leoneses empezaron a reducir y reducir la diferencia, hasta que a falta de nueve minutos estaban sólo a dos (22-20).
Mellado en el avanzado y Javi García y Víctor Vigo en ataque lideraron al Guadalajara, si bien la mixta de Jaime sobre el central desactivó su ataque Ya llovía menos. El partido estaba abierto. La dinámica era favorable a los leoneses. La sensación era que podía lograrse la remontada. Pero volvió a aparecer Hombrados. Tuvo ataque el Ademar para ponerse a uno, pero detuvo el tiro de Vieyra. Siguió el 23-20 fijado durante varios minutos, pero Pesic se topaba con el madrileño y Mosic lanzaba directamente fuera.
Y entonces, dos ataques seguidos marcando del Guadalajara. Primero Vigo, después Moya. 25-21 y sólo tres minutos. ¿Ahora sí que los leoneses estaban muertos? Aún no, porque de nuevo Simonet, junto al único tanto de Ligetvari, les colocaban a dos a falta de 2:10.
Hombrados detuvo los dos ataques del Ademar para ponerse a uno. El primero de Vieyra a falta de 8 minutos y el segundo de Mario quedando uno Había vida… pero el 25-23 no volvió a moverse. Primero, tras un larguísimo ataque, Carou era excluido. Y aunque Biosca le detenía su lanzamiento a Mellado, en la acción siguiente Hombrados hacía lo propio con el de Mario, certificando ahora sí el triunfo local.
Era una cancha en la que se podía perder y se cayó. Un tropiezo final para una primera vuelta que cualquiera habría firmado. Empatados con el segundo clasificado tras haber superado las 10 semanas de doble partido por la ‘Champions’. Números mejorables, pues siempre lo son, pero que dejan al Abanca Ademar en una posición inmejorable para acabar repitiendo el subcampeonato.