Quedan tres minutos para terminar el partido. El Abanca Ademar, que ha empezado muy mal las dos mitades de encuentro, parece haber encontrado el camino para sobreponerse a ello y llevarse la victoria. Con un recurso apenas utilizado en pretemporada, el 5-1 con Carrillo de avanzado, ha sorprendido al Guadalajara en los últimos minutos y un robo del extremo leonés lo termina él mismo en gol para poner el 22-24.Pero los alcarreños no se dan por vencidos. Se han mantenido en el encuentro gracias a las paradas de Hombrados, a la buena labor defensiva liderada por Mellado en el avanzado y a las individualidades en ataque de Montoya y Márquez. Pero ahora es Bozalongo quien se levanta desde nueve metros y recorta distancias, aunque rápidamente Mikel Aguirrezabalaga le da la réplica.
Ademar defiende bien pero la penetración de Montoya acaba encontrando el siete metros y Márquez lo convierte. La distancia, 24-25, es mínima. Pero el tiempo también. Guijosa pide tiempo muerto, quedan 46 segundos. Y llega el error. Pecados de la juventud. Acacio había jugado una extraordinaria primera mitad, revitalizando el juego de ataque ademarista, dándole otra velocidad y marcando cuatro goles. Pero en la segunda está peor… y en ese último ataque se precipita, lanzando sin estar el pasivo avisado ni tener una posición clara.
En el último minuto Márquez metió un penalti, Acacio se precipitó lanzando muy pronto y Ales Silva logró el empate Craso error. En portería está Hombrados. El eterno Hombrados. El que desde este sábado es el hombre con más partidos en la Asobal. El que, a la hora de la verdad, no ‘perdona’. Acaba con un 40% de paradas el partido y una es ese lanzamiento, que da vida a su equipo, que no lo desaprovecha y marca por medio de Ales Silva.
25-25 es el resultado final. Al Abanca Ademar se le escapa un punto. El primero de la temporada. Acaban siendo demasiado rémora esos malos arranques, que son los que le condenan. Porque, si ante Huesca comenzó las dos mitades en tromba, ésta todo lo contrario. En la primera, a los nueve minutos con 5-2 en el marcador, Guijosa tenía que pedir tiempo muerto, en el que echaba una considerable bronca a su equipo entre voces y aspavientos.
Pero surtía efecto. Bien fuera por la reprimenda, bien por la salida en lugar de Biosca de un Cupara que empezaba a tocar balones, bien porque el 6-0 (que de nuevo volvió a rendir a gran nivel, con Carou de indiscutible líder pero echándose de menos a Juanjo Fernández y rindiendo mejor con Piñeiro que con Leo en el medio) conseguía parar a un Montoya que metía cuatro de los cinco primeros goles de su equipo; pero el caso es que el Ademar despertó.
El Ademar encajó un parcial de 7-1 en un inicio de segunda mitad en el que llegó a estar nueve minutos sin marcar golCon un parcial de 2-6 se ponía por primera vez por delante con el 7-8 a los 20 minutos, y con Acacio liderando en estático llegaban dos arriba (11-13) al descanso. Pero, tras el paso por vestuarios, de nuevo la ‘torrija’, esta vez en forma de apagón en ataque. Diez minutos se pasó ante Huesca el Ademar sin anotar en el tramo final y nueve estuvo en blanco esta vez.
Nueve larguísimos minutos en los que se sucedieron las pérdidas y los errores en el lanzamiento y que provocaron que, del13-16 que suponía la máxima ventaja ademarista, se pasase al 18-16 tras un parcial de 5-0 que incluía uno de 2-0 en una superioridad de los de Guijosa.
Nada funcionaba. La cosa se complicaba. Pero, para solucionarlo, apareció uno de los veteranos. Uno de esos jugadores curtidos en mil batallas, a los que no se les encoge la mano cuando el momento es delicado.
Fue el argentino Federico Vieyra, que se echó al equipo a sus espaldas y fue fundamental en que se rehiciera.
Tres de los cuatro siguientes goles del Ademar llevaron su firma a travésde penetraciones, y propiciaron que los leoneses recuperaran la calma y la confianza, y que, tras haber llegado a estar tres abajo con el 20-17; pusieran las tablas de nuevo (21-21) a diez minutos para el final.
Vieyra se echó a las espaldas en su peor momento al equipo leonés, que hizo daño en la recta final con una defensa 5-1 Era un partido nuevo. Y no pintaba mal para los leoneses. Otro golazo de Vieyra respondía al de Márquez y un blocaje de Carou lo aprovechaba Huerta (de nuevo mejor que Tot en el extremo derecho) para convertir el contraataque y culminar la remontada al poner el 22-23, resultado con el que Hombrados detenía un contraataque a un Carrillo absolutamente solo para haber ampliado la diferencia a dos. Aunque, minutos después, tras dos buenas intervenciones de un Biosca que había vuelto a salir por Cupara, el Ademar sí logró esa renta.
Pero el desenlace ya lo saben. No supo ganar el Ademar, que se tuvo que conformar con un punto. Un empate que deja un sabor agridulce pero al que, viendo que en los 16 partidos de liga disputados hasta el momento, sólo Barcelona, Granollers y La Rioja han sido capaces de ganar a domicilio, tampoco hay que restar valor.