Era estos años el corro de Vegaquemada una cita un tanto especial pues allí, a muy pocos metros de la pradera de lucha, escuchaba los ecos de los sonidos de los aluches el patriarca de la saga, que era a su vez el patriarca de la lucha. Todavía el año pasado, con 110 años cumplidos, supo del corro y de los suyos. Pero se apagó. Ayer ya no presidía la cita pero el último campeón de su sangre, el singular Pedro Alvarado, El Kamikaze de Cistierna, le brindó el homenaje de la victoria allá donde esté aquel paisano que recordaba siempre cuando se agarró al cinto del legendario Sastrín de Rucayo, muerto en la guerra.
Tiene Pedro Alvarado maneras de luchador antiguo y raza de aquellos que se mataban con su razón. "Si dice que mete la cabeza por la pared ponte en lo peor, la mete", le bromeaba con frecuencia Rodri y su otro paisano Moisés La Roca —cómo se le echa de menos—le decía que "existe la posibilidad de escuchar lo que te dicen... pero no la contemplas". Tal vez el tiempo le haya dado la razón pues se ha convertido en un líder muy sólido. Ayer se medía en la final a un Víctor J. al que debió sentar muy bien el oro de Cerdeña pues había dejado excelentes momentos antes de agarrarse a Pedro
¿Y Unai?
No estaba, otra vez.
Cómo se le echa de menos.
Tras unos momentos de brega entre Víctor J. y El Kamikaze el de Cistierna le arrancó dos medias. Desde la grada le gritan: "¿Qué prisa tienes Pedro?", para que aguantara, pero ya se sabe que él no ceja de su idea y así ganó a un Víctor J. que se ha convertido en uno de los personajes entrañables por esa cercanía que siempre muestra con quien se acerca.
- ¿Te hizo daño?; le pregunta una mujer ‘asustada’ por las caídas.
- Para hacerme daño a mí se tiene que hundir el mundo;le contesta VJ en una frase que en él no es fanfarronería, es así El Canario de Villaquilambre.
Víctor Llamazares debió remontar una entera del líder, David Riaño, y decidió cambiar de táctica
Y si en pesados ganó el líder, lo mismo había ocurrido en medios y semipesados con Adri el de Villavente y Tomasuco el de La Vecilla. Más complicado lo tuvo Adri el de Villavente pues el otro que estuvo en Cerdeña también ha vuelto 'reforzado' y dando espectáculo. En Vegaquemada dejó en la cuneta primero a Samuel, vencedor en Taranilla, y después a otro aspirante, Adrián Fierro II, a los dos con lucha, espectáculo y unas cadriladas con ambas piernas que ya son marca de la casa. Adri, siempre dominador, no parece atravesar su mejor momento, le va pasando factura la batalla. Y al agarrarse en la final Chelín le puso las cosas claras de lo que se iba a encontrar cuando se le adelantó con una enteraa la contra cuando le sacó y Chelo trancó nada más poner pie a tierra.
Después Adri amarró fuerte, apretó y aseguró y se reencontró con la victoria, que ya cuando cayó en Taranilla (con Chelín) se consoló:"Lo bueno de la lucha es que mañana te da otra oportunidad". Y él la aprovechó. Pero la teoría de la oportunidad no parece regir para Tomasuco, no le da oportunidades "ni al Platanito", que se decía antiguamente que había que darle una oportunidad "por ley".
Mientras escribo entra su hermano Iván al bar, Ivanuco, y le preguntan.
- ¿Qué tal Tomás?
- Como todos los días, ni media caída lleva para casa.
Chelín puso espectáculo otra vez, Adri la victoria y la superioridad de Tomasuco empieza a ser aplastante
Y eso que ayer entre los seguidores de Rodri existía el convencimiento de que ya está más cerca ese día 'en Perla' que siempre tiene. Tampoco fue ayer. Y en ligeros da la impresión de que Víctor, El Hombre Tranquilo de Valderrueda, no quiere desaprovechar ni una oportunidad de llevar alegrías acumuladas cuando el día 24 entre en el quirófano para operarse. Tiró en las previas a Jesús Martínez y a Florián; pero en la final se le adelantó David Riaño, no cualquiera, el líder, con una entera. Y Víctor cambió la táctica, decidió luchar por abajo y allí le practicó el viejo "retortijón y al cesto" de un luchador pleno de recursos técnicos cuando un brazo le está pidiendo quirófano. Y tan Tranquilo el Hombre.